Por: Jhonny Lazo Zubieta. Cochabamba, Bolivia. 13/12/2017
A modo de introducción
John Perkins, autor del libro “Confesiones de un gánster económico”, señala que él fue un gánster económico y escribe: “Éste es un relato real. Lo he vivido minuto a minuto”. De esta forma, Perkins, sabe todo el quid, de las funciones de los gánster económicos y conoce a las instituciones que representan. Los gánster vendrían a ser “difusores económicos” del capital financiero y del capital industrial. Con un objetivo único: dejar a los países con deudas que nunca podrán pagar. De esta manera, se enriquece la banca, la industria de los Estados Unidos, más Europa y los gobiernos de los países receptores del préstamo.
John Perkins, es un escritor estadounidense que denuncia las alianzas de grandes corporaciones, bancos y gobiernos de los países más poderosos del mundo, que controlan económicamente, a través de las deudas, a las llamadas “naciones en vías de desarrollo”. “Confesiones de un gánster económico” es un “best seller”. Irónicamente poco o nada conocido en los países víctimas de los gánster económicos.
El trabajo, consiste en lograr que las corporaciones tengan acceso a los recursos naturales, como petróleo, agua, oro, carbón y otros minerales, al menor precio posible. Y luego, como se dijo, comprometerles económicamente mediante préstamos del FMI o del Banco Mundial. Los gánster inflan los precios de las inversiones en infraestructuras; para que los préstamos sean más grandes y con intereses muy altos e imposibles de pagar.
El testimonio de Perkins no fue rebatido. Tal vez es mejor un silencio prudente. Además, la veracidad del testimonio se comprueba diariamente en nuestros países y en la actitud de los gobernantes. Al analizar el Presupuesto Nacional de Bolivia, podemos observar que, un mayor porcentaje está dedicado a pagar la deuda pública. Bolivia ha cambiado del imperio norteamericano al imperio Chino. Sin embargo, vemos en la relación Bolivia China, los mismos patrones de conducta que denuncia Perkins.
China, presta dinero a Bolivia con la condición que las empresas chinas se adjudiquen las obras. De esa manera el dinero no sale de China; pasa de los bolsillos de la banca a los bolsillos de las empresas de ese país. Si hay alguna diferencia, es que las obras del imperio americano no se caían al día siguiente de la inauguración; y, no nos enviaban gringos. Los ciudadanos que vienen de china, no vienen con recursos propios, sino con ayuda del gobierno chino, que luego se cobra. Y la finalidad última es la colonización de Bolivia. Como se observa hoy en la Argentina.
Este es el mayor daño de Evo Morales al pueblo boliviano. Y, es tan evidente que Morales está obsesionado por una especie de venganza personal contra Bolivia. Sus argumentos que busca liberar a los pobres de Bolivia, de la derecha vende patria; que lucha contra la corrupción, contra la derecha y el imperio, no corresponde a un razonamiento de una persona equilibrada; más bien, es propio de un raciocinio psicótico, que ha perdido contacto con la realidad, por eso la distorsiona. Y lo peor, envenena el alma de quienes lo siguen sin el mínimo razonamiento.
Por otra parte, la dependencia del Presupuesto Nacional a préstamos y bonos, externos e internos, es el error más grande de este gobierno. Esto atenta contra la viabilidad fiscal y pone en peligro la soberanía nacional. Sobre todo la soberanía monetaria que es el eje central en cualquier economía del mundo. En Puerto Rico y Grecia tenemos dos ejemplos claros.
El Movimiento al Socialismo “fue un gobierno” que podía haber cambiado las estructuras caducas y la cultura política de prebendas. Tenía el apoyo del campo y de las ciudades y había miles de bolivianos que podían dar su sangre para cambiar nuestro país; además, en un contexto de precios elevados de los hidrocarburos y minerales como jamás ningún gobierno lo tuvo. Como escribía Sergio Almaraz, “perdimos la oportunidad del petróleo”.
Después de leer las “Confesiones de un Gánster Económico” uno comprende porque no se encuentra el libro en las librerías; y, porque la prensa “comprometida e independiente,” como dicen los periodistas, con los problemas nacionales” no dicen nada. Si no están con crónica roja que es su especialización, están metidos en un circo buscando imitar a Marcelo Tinelli.
Insistir que los objetivos invariables de los gánster…
- Es originar grandes ganancias a los banqueros que prestan más de lo que realmente necesitan los países receptores.
- Que las empresas contratistas se queden con generosos millones de dinero inflados por los gánster; y,
- Y, que los políticos en función de gobierno, en los países receptores de los préstamos ganen millones de dólares.
De esta manera, los países quedan sumido en la dependencia financiera. Y, la carga de la deuda se debe pagar primero; por tanto, la sanidad, educación y otros beneficios sociales quedan siempre postergadas. Veamos el texto de las “Confesiones de un Gánster Económico” de John Perkins.
Planteamiento
John Perkins empieza sus confesiones, señalando que los gánsteres económicos son profesionales generosamente pagados. “Somos una élite de hombres y mujeres que utilizan las organizaciones financieras internacionales para fomentar condiciones por cuyo efecto otras naciones quedan sometidas a la corporatocracia que dirigen nuestras grandes empresas, nuestro gobierno y nuestros bancos”[1]
Entre sus instrumentos figuran los “dictámenes financieros fraudulentos, las elecciones amañadas, los sobornos, las extorsiones, las trampas sexuales”. No obstante escribe Perkins, “… cuando nosotros fracasamos interviene otra especie mucho más siniestra”, los chacales (Agentes de la CIA). Cuando ellos actúan, los jefes de Estado… mueren en ‘accidentes’ (Jaime Roldós Aguilera de Ecuador y Omar Torrijos de Panamá). Y, si los chacales fracasan, como en Afganistán o Iraq, entonces, el imperio “envía a la juventud estadounidense a matar y morir”.
En lo concreto el trabajo de los gánster consiste “… en estimular a líderes de todos los países para que entren a formar parte de la extensa red que promociona los intereses comerciales de Estados Unidos en todo el mundo. En último término esos líderes acaban atrapados en la telaraña del endeudamiento, lo que nos garantiza su lealtad. Podemos recurrir a ellos siempre que los necesitemos para satisfacer nuestras necesidades políticas, económicas o militares. A cambio, ellos consolidan su posición política porque llevan a sus países complejos industriales, centrales generadoras de energía y aeropuertos. Y los propietarios de las empresas estadounidenses de ingeniería y construcción se hacen inmensamente ricos”[2].
A diferencia de la Mafia, los “préstamos obligados” adoptan la apariencia de créditos destinados a desarrollar infraestructuras: como la carretera que se quiere construir por el TIPNIS, la central nuclear en La Paz o el aeropuerto en Chimore. Una de las condiciones no negociables de estos empréstitos “… es que los proyectos y la construcción deben correr a cargo de compañías de Estados Unidos. De esa manera el dinero nunca sale de Estados Unidos. “En esencia, sencillamente se transfiere desde los emporios bancarios de Washington a las constructoras de Nueva York, Houston o San Francisco”.
“Pese al hecho que el dinero regresa casi enseguida a las corporaciones que forman parte de la corporatocracia acreedora, el país destinatario queda obligado a reembolsar íntegramente, el principal más los intereses. Si (el gánster) ha trabajado bien, esa deuda será tan grande que el deudor se declarará insolvente al cabo de pocos años y será incapaz de pagar. Cuando esto ocurre, nosotros, lo mismo que la Mafia, reclamamos nuestra parte del negocio. Lo cual comprende, a menudo, una o varias de las consecuencias siguientes: votos cautivos en Naciones Unidas, establecimiento de bases militares o acceso a recursos preciosos corno el petróleo y el canal de Panamá. El deudor sigue debiéndonos el dinero, por supuesto… y otro país más queda añadido a nuestro imperio global[3].
John Perkins, pone como ejemplo a Ecuador que está mucho peor de lo que estaba antes de introducir allí las maravillas de la ciencia económica, la banca y la ingeniería moderna. Desde 1970 y durante ese intervalo llamado el Boom del Petróleo, el índice oficial de la pobreza de Ecuador pasó del 50 al 70 por ciento de la población. El desempleo y el subempleo aumentaron del 15 al 70 por ciento, y la deuda pública pasó de 240 millones de dólares a 16.000 millones. Al mismo tiempo, la proporción de la renta nacional que reciben los segmentos más pobres de la población ecuatoriana decayó del 20 al 6 por ciento. En cambio, el 1% de las familias más ricas, acumula entre el 70 y el 90 por ciento de las fortunas privadas y del patrimonio inmobiliario.
Gracias a estos proyectos, Ecuador está agobiado por la deuda externa hasta tal punto que se ve obligado a dedicar una proporción exorbitante de su renta nacional a devolver los créditos, en vez de emplear ese capital en mejorar la suerte de sus millones de ciudadanos que viven en la pobreza extrema. El único recurso que Ecuador tiene para cumplir sus obligaciones con el extranjero es la venta de sus selvas tropicales a las compañías petroleras[4]
El año 2008 el Presidente, Constitucional de la República del Ecuador, Rafael Correa dispuso la creación de la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público de ese país, con la participación de organizaciones sociales nacionales y extranjeras, universidades e instituciones de investigación y desarrollo, varias con experiencia en investigaciones sobre deuda externa[5].
La razón por las que el gansterismo económico puso sus miras en el Ecuador, fue, según estimaciones, que el océano de petróleo encerrado en el subsuelo de su región amazónica podría rivalizar con los yacimientos de Oriente Próximo. El imperio global reclama su parte del negocio en forma de concesiones de prospección y explotación[6]. Y, de cada 100 dólares arrancados a la Amazonia, menos de 3 dólares van a parar a los más necesitados, aquellas personas cuyas vidas se han visto perjudicadas por los pantanos, las perforaciones y los oleoductos.
Perkins escribe que los requisitos para ser gánster económico, además de ser mujeres y hombres muy inteligentes e instruidos, tiene que tener resentimientos, en el caso de los varones, obsesión por las mujeres. Afán de lucro. Destreza para mentir; y, todos los placeres que proporciona el dinero fácil.
A los objetivos señalados en la introducción, se incluye dos objetivos más que refuerzan la razón de ser del gánster económico.
- Justificar los grandes créditos internacionales cuyo dinero regresaría canalizado hacia MAIN y otras compañías estadounidenses, en pago de grandes proyectos de ingeniería y construcción.
- Debe conseguir la quiebra de los países que hubiesen recibido esos créditos (aunque no antes de que hubiesen pagado a MAIN y a las demás empresas contratistas estadounidenses)
De esa forma se deja a los países prisioneros para siempre de sus acreedores. Y así serán receptivos cuando el imperio les pida algunos favores, que ya mencionamos.
“En cada uno de estos proyectos, el aspecto tácito es la intención de originar sustanciosos beneficios para las contratistas y hacer muy feliz al puñado de las familias más ricas e influyentes del país receptor. Al mismo tiempo, dicho país quedará sumido en la dependencia financiera por muchos años, y cautiva la voluntad de sus dirigentes políticos. Y así en todo el mundo: cuanto más grandes los créditos, mejor. La carga de la deuda privaría de atenciones sanitarias, educación y otros beneficios sociales a los ciudadanos más pobres, también durante muchos años, pero eso no se toma nunca en consideración[7].
El proyecto que debe presentar el gánster económico, debe ser muy optimista sobre esa economía y mostrar cómo prosperará una vez que estén levantadas las obras de construcción. Esto proporciona a USAID y a la banca internacional la justificación para los créditos.
El antecedente de los gánster, escribe Perkins, fue Kermit Roosevelt, nieto de Theodore Roosevelt y agente de la CÍA. Su actuación fue en Irán, derrocando a Mohammad Mosaddeq, primer ministro elegido democráticamente, que gobernó entre 1951 y 1953; y, el 20 de marzo de 1951 nacionalizó el petróleo. Mosaddeq fue reemplazado por el pro americano Mohammad Reza Pahlavi. De esta manera, Kermit Roosevelt creó el escenario para una nueva profesión: el gánster económico.
A los gánsteres económicos nunca les paga ningún organismo público, son asalariados del sector privado. En consecuencia, su trabajo sucio, en caso de resultar descubierto, será atribuido a la codicia de las empresas, no a la política gubernamental. Las compañías que los contratasen, aunque pagadas por las agencias gubernamentales y sus colaboradores necesarios de la banca internacional (con dinero del contribuyente), no están sometidas a la fiscalización del Congreso ni a los criterios de la opinión pública. Además quedan protegidas por un escudo legislativo cada vez más sólido, formado por leyes sobre la propiedad comercial, el comercio internacional y restricciones a la libertad de información[8].
Perkins, escribe sobre la “corporatocracia”, que está detrás de toda esas maniobras. Es una cofradía de unos pocos, estrechamente unidos por objetivos comunes. Los miembros de esa cofradía pasan con facilidad de los consejos de administración a los cargos públicos, y viceversa. El entonces presidente del Banco Mundial, Robert McNamara, era el ejemplo perfecto. Había pasado de su puesto de presidente de Ford Motor Company a la secretaría de Defensa con los gabinetes de Kennedy y Johnson; y, en aquellos momentos era la autoridad máxima de la institución financiera más poderosa del mundo[9].
El Banco Mundial, según Perkins, es un simple agente del imperio financiero. De esta forma, la cúspide de la pirámide económica cosecha grandes ganancias. Los recursos y la mano de obra barata que utilizan casi todas las empresas provienen de lugares como Indonesia, que apenas reciben nada a cambio. Los créditos de la ayuda exterior son la garantía que sus hijos y nietos seguirán siendo rehenes de la deuda. Y, tendrán que permitir el saqueo de sus recursos naturales por las empresas norteamericanas; y además, reducirán el presupuesto de educación, sanidad y demás servicios sociales, simplemente para pagar la deuda.
La negociación con los países que no necesitaban endeudarse, es muy diferente y con otras variables. El caso ejemplar fue con Arabia Saudita que no necesita préstamos. Washington empezó a negociar con los saudíes para ofrecerles asistencia técnica, armamento e instrucción militar. Y, además, la oportunidad de colocar al país en el siglo XX; a cambio de petrodólares y de algo más importante todavía, el compromiso de no volver a decretar un embargo del petróleo. El resultado de estas negociaciones fue la creación del organismo conocida como JECOR, “que incorporaba un concepto innovador, a diferencia de los programas tradicionales de ayuda internacional: pagar con el dinero saudí a las empresas contratistas estadounidenses encargadas de la construcción de ese país”[10].
La finalidad primaria no era la acostumbrada, echar sobre el país un fardo de deuda que nunca pudiese reembolsar; sino, encontrar procedimientos para conseguir que una gran parte de los petrodólares emprendiesen el camino de regreso a Estados Unidos, de tal manera que la economía de Arabia Saudita quedase comprometida; y, cada vez más entrelazada y dependiente con Estados Unidos . Al mismo tiempo el país iría occidentalizándose y, por tanto, simpatizaría más con el sistema al que se integra[11].
Lo que Washington buscaba de los saudíes, era la garantía del aprovisionamiento de petróleo en volumen y precio. Estos valores podían fluctuar; pero, siempre debían mantenerse en los límites de lo aceptable para Estados Unidos y sus aliados. Si otros países como Irán, Iraq, Indonesia o Venezuela amenazaban con el embargo, Arabia Saudí, con sus inmensos recursos petrolíferos, intervendría para cubrir la diferencia; y, la simple constancia que podía hacerlo, a la larga sería suficiente para disuadir a los demás países de la OPEP, de “considerar siquiera el embargo”. A cambio de esta garantía, Washington ofrecía a la Casa de Saudí darle su pleno apoyo político y en caso necesario, el poder militar de Estados Unidos. De esta forma el país del norte perpetúa su dominio sobre Arabia Saudita.
La “… condición fue que Arabia Saudí dedicase sus petrodólares a comprar bonos de la deuda pública estadounidense. A cambio, los intereses devengados por estos títulos, serían invertidos por el departamento estadounidense del Tesoro, de manera que garantizasen el despegue de aquella sociedad medieval y su entrada en el mundo industrializado y moderno. O dicho de otro modo, el interés calculado sobre los miles de millones de dólares de la renta petrolera del reino serviría para pagar a las compañías estadounidenses encargadas de realizar la visión que yo y (era de suponer) algunos de mis competidores habíamos concebido a fin de transformar a Arabia Saudí en una moderna potencia industrial. Nuestro propio departamento del Tesoro nos contrataba, pagando los saudíes, para construir proyectos de infraestructura y hasta ciudades enteras en toda la península árabe. Aunque los saudíes se reservaban poder opinar en relación con la naturaleza general de esos proyectos, la realidad era que un cuerpo escogido de forasteros (la mayoría infieles, según la manera de ver de los musulmanes) iba a determinar tanto el aspecto como la sustancia económica de la península árabe, y esto en un reino fundado sobre los principios wahabíes[12] más conservadores y regido con arreglo a ellos durante un par de siglos. Era pedirles un acto de fe muy grande, pero habida cuenta de las circunstancias y de las probables presiones políticas y militares que sin duda debió poner en juego Washington, me pareció que no le quedaban muchas alternativas a la familia Saudí”[13].
Es síntesis, los saudíes, cargados de dinero en efectivo por la venta del petróleo, entregarían cientos de millones de dólares al Tesoro de Estados Unidos y éste controlaría los fondos, hasta que se necesitasen para pagar a los vendedores o al personal. Con este procedimiento se garantiza el reciclado del dinero saudí, devolviéndolo a la economía norteamericana.
Otro método que utilizan los gánsteres son las predicciones, en base a un modelo econométrico. El modelo consiste en asignar probabilidades subjetivas a las predicciones de crecimiento de determinados sectores específicos de cualquier economía. Según Perkins es un instrumento ideal para justificar los exagerados índices de crecimiento que presentaban en apoyo a los inflados créditos. “Era exactamente lo que necesitábamos: un instrumento que “demostrase” científicamente que estábamos haciéndoles un gran favor a los países cuando los ayudábamos a cargarse de préstamos que jamás estarían en condiciones de devolver”[14].
Esos instrumentos se utilizan para justificar toda clase de piraterías. En base a las mediciones del modelo econométrico, se conceden licencias para violar, saquear y matar a gente inocente en Irán, Panamá, Colombia, Iraq, entre otros.
El gansterismo económico, los chacales y los ejércitos prosperan en la medida en que se demuestre que sus actividades generan crecimiento económico, como casi siempre ocurre. Gracias a las proyecciones de las “ciencias” como la econometría y la estadística, si “… usted bombardea una ciudad y luego la reconstruye, los datos reflejan un pasmoso pico de crecimiento económico”.
Toda esta estructura de poder se puede sintetizar de la siguiente manera: Estados Unidos, dueño de un mundo obediente y de todos sus recursos. Unas fuerzas armadas que impondrán la obediencia a las normas emanadas de EEUU. La Organización Mundial del Comercio y la Banca Mundial apoyan a Estados Unidos como director general del imperio planetario.
John Perkins, escribe: “En último análisis, el imperio global depende, en gran medida, que el dólar siga funcionado como la moneda de referencia mundial. Y el derecho de imprimir dólares es una exclusiva de la Moneda estadounidense.
Y más adelante concluye:
“(…) las nuestras no son unas circunstancias normales. Estados Unidos imprime billetes que no están respaldados por ningunas reservas de oro. O para ser más exactos, no están respaldados por nada, salvo la confianza generalizada a nivel mundial en la capacidad de nuestra economía y en que sabremos mantener el buen orden de las fuerzas y los recursos del imperio creado por nosotros para sustentarnos[15].
A pesar que tantos economistas se rasgan las vestiduras, cuando se escribe que los bancos crean dinero de la nada. La capacidad de Estados Unidos de crear dinero ex nihilo y que “tiene aceptación mundial”, confiere a ese país un enorme poder. Significa, entre otras cosas, que pueden seguir otorgando créditos (prestamos) a países que no podrán devolver jamás. Estados Unidos mismo, tiene una deuda tan grande, que si quisiera pagar, no encontraría dinero: monedas y billetes de curso legal que estén aprobados y respaldados por el gobierno de los Estados Unidos; porque, los prestamos son anotaciones en un ordenador de los bancos, que no tienen existencia real; porque nada puede crearse de la nada. Cuando, John Perkins, escriben que Estado Unidos puede imprimir billetes sin respaldo de nada; está pensando, en El Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Para reforzar el último párrafo de John Perkins, veamos cómo crea el dinero la Reserva Federal de los Estados Unidos y después cómo crean dinero los bancos privados o comerciales.
La creación del dinero por la Reserva Federal
El dinero base, también llamado dinero fuerte, es creado cuando la Reserva Federal realiza operaciones en las Operaciones de Mercado Abierto. Por este proceso la Reserve Federal inyecta dinero comprando Garantías del Gobierno, las cuales se convierten en deuda para los contribuyentes a la Reserva Federal.
¿Y de dónde saca la Reserva Federal el dinero para comprar estas garantías del Gobierno?
“… sólo lo ‘hace del aire tenue’. La Reserva Federal no tiene presupuesto, simplemente porque no lo necesita, inventa dinero cada vez que lo precisa. De hecho, casi todo el dinero que tenemos está basado en dinero muy fuerte que la Reserva Federal inventó en algún momento del pasado[16]. La Reserva Federal entonces crea una “deuda” espuria en su hoja de balances llamada devengado de billetes de la Reserva Federal, y a cambio obtiene un activo en la forma de garantías del gobierno, las cuales el público debe pagar por medio de su trabajo”[17].
Marriner Eccles, gobernador de la Reserva Federal, declaró ante el Congreso de los Estados Unidos el 30 de septiembre de 1940: “Si no hubiera ninguna deuda en nuestro sistema de dinero, no habría dinero”[18]. Una declaración cínica, pero exacta sobre la creación del dinero. Un año más tarde, el 24 de junio de 1941 el mismo gobernador Marriner Eccles, declaró ante el Comité de la Cámara de Banca y Dinero: “El dinero se crea del derecho a emitir dinero de crédito“[19]. Los gobernadores de la Reserva Federal, no recurren a sutilezas, para dejar claro quien tiene el poder en los Estados Unidos.
Entonces, cómo pide un préstamo, el gobierno de los Estados Unidos a la Reserva Federal.
“El Gobierno Federal, habiendo gastado más dinero del que obtiene de sus conciudadanos a través de los impuestos, necesita, supongamos, mil millones de dólares. El Gobierno se dirige a la “Federal Reserve” y le solicita los mil millones. La “Federal Reserve” da su acuerdo del préstamo con intereses. Entonces el Congreso autoriza al Departamento del Tesoro a imprimir mil millones de dólares en bonos de los Estados Unidos, que son entonces entregados a los banqueros de la Federal Reserve. Luego, la Federal Reserve paga los gastos de emisión de los mil millones, tal vez unos quinientos dólares en tinta y papel, y realiza el cambio. Y el Gobierno usa los mil millones para hacer frente a sus obligaciones”[20].
Y, ¿Cuáles son las consecuencias de esta operación?
“Sencillamente, que el Gobierno de los Estados Unidos ha endeudado al Pueblo ante la Federal Reserve Board, por mil millones de dólares, más sus intereses acumulados, hasta que se paguen[21]. Con transacciones como ésta, se han ido endeudando los gobiernos de los Estados Unidos desde 1913.
Creación del dinero por los bancos privados
El dinero que los bancos privados crean, es el dinero electrónico que aparece en la pantalla cuando se usa un cajero automático o los cheques que entregan los bancos privados. Hoy en día, este dinero representa más del 97% de todo el dinero en la economía. Sólo un 3% del dinero es dinero contante y sonante que se puede tocar, que tiene una existencia real[22].
“Los bancos pueden crear dinero a través de la contabilidad que usan cuando hacen préstamos. Los números que ves cuando consultas el saldo de tu cuenta son solamente entradas contables en los ordenadores del banco. Esos números son una ‘obligación’, un compromiso de pago de tu banco hacia ti. Mediante tu tarjeta de crédito o banca por internet puedes usar esos compromisos de pago para lo mismo que usas un billete de 10 euros. Mediante esos compromisos de pago electrónicos los bancos crean un sustituto del dinero”[23].
Cada nuevo crédito o préstamo otorgado de esta manera por los bancos comerciales o privados, crean dinero nuevo. Aunque es difícil de creer cuando se oye por primera vez que los bancos privados crean dinero de la nada. Este tema es conocido y aceptado para aquéllos que estudian el sistema bancario. En marzo de 2014, el Banco de Inglaterra publicó un informe llamado “La creación de dinero en la economía moderna”. En este informe se lee:
“Los bancos comerciales crean dinero, en forma de depósitos bancarios, cuando realizan nuevos préstamos. Por ejemplo, cuando un banco concede una hipoteca a alguien que compra una casa, no suele entregarle un montón de billetes. Al contrario, lo que hace es crear un cuenta bancaria a favor de la persona que pide prestado el dinero, por el importe de la hipoteca. Es en ese momento cuando se crea dinero nuevo”[24].
Sir Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra entre 2003 y 2013, explicó en una charla dirigida a empresarios: “Cuando un banco concede préstamos a sus clientes, fabrican dinero nuevo otorgando fondos a las cuentas bancarias de los clientes”[25]. Martin Wolf, ex miembro de la Comisión Independiente sobre la Banca, expresó claramente, en Financial Times que: “La esencia del sistema monetario contemporáneo es la creación de dinero, de la nada, por los préstamos a menudo insensatos de la banca privada”[26]
La más grande consecuencia del dinero así creado, es que cada préstamo significa más deuda. Si los bancos privados nos otorgaran préstamos ahorrados por personas particulares, familias e instituciones, no distorsionarían la economía de los países que traen funestas consecuencias; y, ese dinero no iría a los casinos financieros, donde se especula con el hambre de los pueblos; sino se invertiría en la producción de bienes y servicios.
Entre las causas que han provocado la crisis financiera del 2008 han sido: 1) el excesivo endeudamiento del sector financiero. Es decir, la relación entre la financiación que un banco necesita para conceder préstamos a sus clientes y el capital propio; y, 2) El dinero creado ex nihilo y prestado a personas que no podían devolver; creció tanto, que dio lugar a la sucesión de impagos. Ambas causas tienen como sustrato la creación del dinero de la nada.
Wright Patmann congresista demócrata de EE.UU (1928-76) declaró: “Todavía no he encontrado la manera de justificar, de forma lógica y racional, que el Estado deba pedir prestado a los bancos privados el uso de su propio dinero. Creo que llegará el día en que el pueblo exija que esto cambie. Llegará el día que nos echaran la culpa por permitir que este sistema estúpido continuara…”[27]
¿Qué poder divino tienen los bancos para crear dinero de la nada? ¿Por qué no podemos crear nuestro propio dinero? ¿Por qué estamos condenados a vivir en eterna miseria en medio de la abundancia?
Paul Grignon señala: “La gente debe preguntarse asimismo y a los gobiernos…”
1ª: ¿Por qué los gobiernos eligen pedir prestado el dinero a los bancos privados con interés cuando los mismos gobiernos podrían crear el dinero que necesitan sin pagar intereses cargando de impuestos a sus ciudadanos?
2ª ¿Por qué se crea dinero como deuda y no se crea dinero que circule libremente sin pagar intereses?
3ª ¿Cómo puede funcionar un sistema en un crecimiento perpetuo y acelerado y encima pensar en una economía sostenible?
4ª ¿Qué es lo que hace que nuestro sistema monetario sea tan dependiente del crecimiento perpetuo?[28][29]
Estas interrogantes deben ser respondidas por los gobiernos y debatidas en todas las universidades, colegios, sindicatos, comunidades de base; y, en todas las organizaciones sin excepción. En vez de analizar y socializar estos temas, el gobierno de Bolivia gasta millones de dólares en cumbres, que no resuelven nada y sólo justifican viáticos abultados que es un insulto a nuestra pobreza.
El manifiesto contra la usura y el interés del dinero
Por esta irracional e inexplicable realidad, que los bancos pueden crear dinero ex nihilo. Que los bienes y servicios que todos los días creamos, no podamos consumir, es que Gottfried Feder, lanzó su conocido Manifiesto contra la usura y la servidumbre del interés del dinero, en la segunda década del siglo XX.
La principal fuente de energía del capitalismo financiero es la que se origina sin esfuerzo y sin creación de bienes. Del interés. De la idea del préstamo a interés, totalmente inmoral. De esta inmoralidad ha nacido la plutocracia financiera. La disposición anímica y moral manifestada de la codicia por el interés y la usura de cualquier índole ha tenido como consecuencia una impresionante descomposición y corrupción de la política[30].
El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero representa la única posible y terminante liberación del empresario productivo, del profesional, del obrero, del campesino, de manos del Capitalismo Financiero Internacional que domina y gobierna secretamente detrás de “Todos los Gobiernos” del mundo.
Bolivia no es la excepción, detrás de Evo Morales y Álvaro García está George Soros el especulador financiero más grande del mundo y a la vez el impulsor del libre cultivo de la hoja de coca del Chapare. Hoy somos testigos de aquello que escribió Oswald Spengler, hace un siglo en su libro La Decadencia de Occidente: “Por el dinero la democracia se anula a sí misma, después que el dinero ha anulado el espíritu (…) La economía monetaria hastía hasta producir asco”[31]. El problema de la deuda que agobia hoy a todos los países, no es reciente. Es un problema que arrastramos desde los albores de la humanidad.
La lucha contra el interés no es nueva en la historia
En todas las épocas y en todos los pueblos el problema del interés fue preocupación de los hombres. En el viejo testamento encontramos en distintos lugares referencias a los préstamos y a los intereses. Y, que se debe condonar, los intereses, el séptimo año. Año de jubileo.
En Grecia, Solón abolió las deudas en el año 594 a.C. Esta medida incluía la disminución de las tasas de interés y la prohibición que las personas pudieran ofrecerse como garantía de sus préstamos; lo que implicó que los ciudadanos que habían quedado esclavizados por esta razón quedaran liberados; además, recuperando sus tierras[32].
El papa León I el grande, promulgo el año 443 la prohibición general de tomar intereses. Hasta entonces solo había sido vedado a los clérigos exigir intereses por sus préstamos. Más tarde la prohibición de intereses se constituyó en parte de la ley canónica y en una prescripción obligatoria también para el laico.
Sin embargo, todas las leyes contra la usura fueron muy combatidas y frecuentemente rehusadas, y en esta breve mirada histórica retrospectiva solo mencionaremos la curiosa circunstancia que, mientras la ley canónica prohibía a los cristianos el préstamo a interés, ello era permitido a los judíos.
Seria excepcionalmente interesante investigar, qué poderes y fuerzas son los que han roto siempre de nuevo las prohibiciones del interés[33]. De esa manera nos explicaríamos hoy, el poder del Capitalismo Financiero Internacional.
Finalmente, más argumentos nos la proporciona el filósofo escoces David Hume que escribe: El “…aumentar artificiosamente esta especie de crédito nunca puede convenir a los intereses de alguna Nación comerciante. Por el contrario es necesario creer que de ahí resulta un perjuicio, porque aumenta las especies más de lo que requiere su proporción natural con la mano de obra y con los géneros, y sube por este medio el precio de estas dos cosas al mercader y al manufacturero. Convengamos no obstante en que no habría cosa más útil que un banco que guardase como en depósito toda la plata que recibiese, sin aumentar jamás las especies circulantes, haciendo entrar en el comercio una parte de su tesoro, como se practica ordinariamente. Con este medio un banco público cortaría de raíz todos los fraudes de los banqueros particulares y cambiadores”[34].
El texto de David Hume, apunta al el Sistema Bancario basado en la Reserva Fraccionaria, que permite a los bancos la expansión crediticia sin límites. Este privilegio concedido a los banqueros, tal como señala el economista español Jesús Huerta de Soto, tiene nefastas consecuencias sociales. Este tema fue ampliamente desarrollado, escrito y explicado por Mises y Hayek de la escuela austriaca del Ciclo Económico. Sin embargo, ningún gobierno quiere dar fin a ese enorme privilegio de los banqueros, que nos tiene sumidos en la miseria en medio de la abundancia.
Fotografía: telesur
Referencias:
[1] PERKINS John Confesiones de un gánster económico, Ediciones Urano, Barcelona, 2004. p. 18
[2] Ibíd. p. 12
[3] Ibíd. p. 18
[4] Cf PERKINS John Confesiones de un gánster económico… Ob. Cit. pp. 21 – 29
[5] http://www.cancilleria.gob.ec/wp-content/uploads/2014/08/Libro-CAIC_Espa%C3%B1ol.pdf
[6] PERKINS John Confesiones de un gánster económico… Ob. Cit. p. 22
[7] Ibíd. p. 41
[8] Ibíd. 44
[9] Ibíd. p. 52
[10] Ibíd. P. 114
[11] Ibíd. p. 115
[12] El wahabismo (también denominado salafismo) es una corriente político-religiosa musulmana de la rama mayoritaria del sunismo, y en concreto de la escuela hanbalí. Creada por el extremista religioso Muhammad ibn ‘Abd al-Wahhab (1703-1792) en el siglo XVIII,1 su auge se debe a la pronta relación de este con la Casa de Saúd y al apoyo mutuo que se brindaron (https://es.wikipedia.org/wiki/Wahabismo)
[13] Ibíd. pp. 120 – 121
[14] Ibíd. p. 187
[15] Ibíd. p. 248
[16] Hechiceros del dinero. Parte 1: “Cómo Se Crea El Dinero”
[17] Cf. Los secretos de la Reserva Federal de Eustace Mullins.
[18] MULLINS Eustace, Los secretos de… Ob. Cit. p. 122
[19] Ibíd.
[20] BOCHACA Joaquín, El enigma capitalista… Ob. Cit. p. 72
[21] Ibíd.
[22] LAZO Zubieta Jhonny La banca el parásito entre la producción y el consumo (inédito), Cochabamba, 2017, p. 83
[23] https://dineropositivo.es/saber-mas/como-los-bancos-crean-dinero/
[24] McLeay, M.; A. Radia y R. Thomas. “La creación de dinero en la economía moderna”, Revista de Economía Institucional 17, 33, 2015, pp. 355-383. DOI: http://dx.doi. org/10.18601/01245996.v17n33.16. En http://revistas.uexternado.edu.co/index.php/ecoins/article/view/4318/4902.
[25] https://dineropositivo.es/saber-mas/como-los-bancos-crean-dinero/
[26] Ibíd.
[27] MULLINS Eustace Los secretos de la reserva federal, New Jersey, como, 1955, p. 210
[28] Documental producido por Paul Grignon en: http://www.youtube.com/watch?v=nHt2MJTqUOQ
[29] Ibíd.
[30] Cf. LAZO Zubieta Jhonny, Reseña del Manifiesto contra la usura y la servidumbre del interés del dinero de Gottfried Feder en: https://jhonnylazozubieta.blogspot.com/2017/11/manifiesto-contra-el-capital-financiero.html
[31] SPENGLER Oswald, La Decadencia de Occidente, Ed. ESPASA – CALPE, S. A. Madrid, 1966, p. 1265
[32] Orígenes de la Democracia: Solón y la esclavitud por deudas. En http://www.cornisa.net/historia_olvidada/origenes-de-la-democracia-i-solon-y-la-esclavitud-por-deudas.
[33] Cf. FEDER Gottfried, Manifiesto contra la usura y la servidumbre del interés del dinero, Ed, Maxim, Múnich, 1932.
[34] DISCURSOS POLITICOS de David Hume (1752). En http://constitucionweb.blogspot.com/2011/01/discursos-politicos-por-david-hume-1752.html