Por: MUNDO PERFORMANCE. 18/12/2020
Jimena Passadore es diseñadora gráfica y amante de los libros. Trabaja con la fotografía y con los cruces posibles entre la escritura y el dibujo. Hay algo de la materialidad que la convoca, al igual que la textura, el olor y el peso de los papeles. Será por eso mismo que su obra está orientada hacia las publicaciones y las instalaciones, donde explora narrativas literarias, políticas y personales. Este sábado 31 de octubre cierra su exhibición Ressemblance, expuesta en la Galería Urquiza, una galería y librería del barrio de San Telmo, de la ciudad de Buenos Aires. Jimena estuvo hablando con Mundo Performance para contarnos acerca de esta experiencia.
El proyecto documental Ressemblance construye un relato acerca de las conexiones culturales que existen entre Europa y América Latina. Delineándose desde ambos territorios, comienza en el 2013 en Alemania y continúa hasta el 2018 en Argentina. Durante este tiempo, el proyecto fue tomando distintos formatos. En un momento, fue un blog donde su autora dejaba los registros de viaje, luego se corporizó libro y finalmente de desplegó muestra en la Galería Urquiza, de San Telmo. Asimismo, estos formatos conviven simultáneamente. En la muestra se pueden encontrar con el libro Ressemblance, con las fotografías y los cuadernos de viaje en una instalación que se ubica tanto en la pared como en la vidriera de la galería.
“Esta bitácora reúne mi diario de viaje, fotografías, postales, videos y los testimonios de becarios argentinos que estaban viviendo en el país europeo en 2013, y mi reencuentro con ellos a su regreso a la Argentina cinco años después”, nos cuenta Passadore, al mismo tiempo que recuerda que la exposición está abierta hasta el sábado 31 de octubre, de 18 a 20. Ese día proyectará un video en la vidriera de la galería, en el pasaje Giuffra 370, que podrá verse desde afuera para adaptarse a los protocolos con los cuales nos encontramos durante este año de aislamiento social y preventivo.
Jimena relata que comenzó el proyecto Ressemblance en 2013 por el impulso de encontrarse con parte de la historia de Occidente en Alemania, quizá por el deseo de rastrear su recorrido como becaria en ese país, y por intentar dar respuesta a una pregunta que siente que la persigue: ¿Por qué eligió Alemania? “Tal vez el origen esté en el vínculo con mi Oma, mi abuela que escapó con sus padres del nazismo cuando tenía 10 años -cuenta la autora-. O tal vez se deba a que siempre me atrajo la famosa y profunda dualidad alemana: la producción artística e intelectual versus el horror y la muerte. A veces pienso también que solo fue el deseo de viajar para narrar o de viajar para volver. Podría decir que Ressemblance es voz en alemán como posibilidad. Son los fragmentos de un viaje al pasado, al conocimiento propio y del otrx. A la lengua de mi Oma, la lengua de los poetas, los artistas, los filósofos y también la del horror”.
Este amor por los libros, los lenguajes, los vínculos y la identidad la llevaron a desarrollar la editorial independiente Flanbé. “Comencé a idear Flanbé en 2009 con mi trabajo Bitácora. Allí recopilé experiencias diversas, todo aquello que me interesa del mundo, mi círculo íntimo y mis referentes -relata-. Los cuadernos de notas me acompañan desde que era estudiante de diseño y artes visuales. Bitácora, del francés bitacle, es una suerte de armario que se utiliza en la vida marítima. Se trata de un instrumento que se fija a la cubierta, cerca del timón y de la aguja náutica, y que facilita la navegación en océanos desconocidos. Es un objeto que sirve de registro y lo han utilizado, y lo siguen utilizando, tanto científicos, como artistas y escritores”.
“Me interesa el diálogo profundo entre autorxs, y el acceso a ese mundo que está inscripto en los cuadernos -reflexiona Passadore-. Una suerte de exploración, donde no hay tanto énfasis en el producto final, sino en el recorrido y el proceso”.
Durante este año particular, Flanbé siguió produciendo y publicando, insistiendo en que la posibilidad del contacto con los libros, de realizar objetos delicados, y que los mismo viajen y perduren en el tiempo, es una práctica necesaria para la vida y la cultura. Entre las publicaciones de 2020 se encuentran Cuántos cuerpos entran en un cuerpo, de Roma Vaquero Diaz; Los cielos del deseo, de Lena Szankay; Gualok, de Lucila Bodelón, y Ressemblance, de Jimena Passadore.
“Creo que lo más interesante es la circulación de ese objeto libro, su peso, su olor, la textura del papel, son experiencias únicas, que no se reemplazan. Realmente no me importa si un artista o fotógrafo es conocido o no. Algunas personas me escriben y nunca escuché hablar de ellas, y miro el trabajo y es realmente increíble; eso ya me impulsa a querer publicar el trabajo. Es la intuición lo que me conduce, aquello que me da una sensación que me transforma de alguna manera. Y eso merece que el público lo vea, compartirlo y celebrarlo”, expresa Passadore en relación a su hacer como curadora de la colección de libros de artista de Flanbé.
“Otra cosa importante es la colaboración, trabajar con un otrx siempre enriquece el trabajo -asegura-. El trabajo entre editor, artista, fotocromista, maquinista, empieza a generar otras lecturas posibles del trabajo. Crear algo de principio a fin, como es el hacer de un libro, es una tarea difícil, artesanal, entonces es realmente saludable para el proceso y el ego de lxs artistas”.
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Fotografía: MUNDO PERFORMANCE.