Por: Edgard Sánchez Ramírez. 01/09/2020
Maestra Rosario Piedra Ibarra.
Presidenta de la CNDH.
Estimada Rosario:
Por este conducto y con esta fecha te presento mi renuncia al cargo de Director General de la Sexta Visitaduría de la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos) al que me designaste desde enero de este año.En el momento en que me invitaste a participar en el proyecto de transformación de la CNDH que te propusiste encabezar, nuestro acuerdo y coincidencia insistió en poner por delante el que la prioridad sería la defensa de los derechos humanos, el acompañamiento a las víctimas y quejosos de posibles violaciones y por tanto impulsar la autonomía e independencia de la CNDH en estos propósitos con respecto al gobierno federal y su partido.
Esto era un sentido fundamental de nuestro ideal de Defensoría del Pueblo o la referencia histórica que hiciste a la Procuraduria de los Pobres de Ponciano Arriaga, o sea independiente del poder. Después de tantos años de lucha para nosotros era claro, como para amplios sectores de la sociedad, que la crítica fundamental a la CNDH había sido su subordinación a cada gobierno en turno. El reto para lograr esta autonomía e independencia ciertamente era muy grande no sólo por la inercia de una cierta cultura política, sino también por la polarización política desatada con el cambio de gobierno e incluso la crisis económica y social detonada con la pandemia de consecuencias históricas.
La determinación de buscar esta autonomía e independencia políticas en función del interés de la defensa de los derechos humanos sin ninguna atadura estuvo representado simbólicamente por el nombramiento que hiciste de 3 de los 6 Directores Generales encargados de las respectivas Visitadurías de la CNDH cuyo perfil estaba determinado por ser activistas y militantes comprometidos con los derechos humanos y contra la represión, aunque no reuniéramos el requisito de ser abogados para ser Visitadores. El mensaje fue claro, así como la incorporación de más compañeros y compañeras vinculados a la lucha como defensores de derechos humanos o incluso, como tu misma, familiares de desaparecidos políticos.
La salida de dos de nosotros como Directores Generales encargados de Visitadurías significa un cambio y giro, no por nuestras individualidades, sino por el carácter simbólico de nuestros nombramientos. Sumado a otras tensiones y diferencias ocurridas en estos escasos meses, este hecho parece confirmar este giro al marco institucional y conducta de la CNDH al que siempre nos opusimos. No deseamos que ese giro se confirme, pero tampoco estoy dispuesto a acompañarlo, donde nuestra presencia parezca aval. En ese marco ocurre la pérdida de confianza a la que aludiste en días pasados no simplemente en términos laborales sino del proyecto que era común. Es falsa la acusación que te dicen sobre nuestra orientación. Quienes están atrapados en la visión binaria dicen que queremos llevarte a un enfrentamiento o ruptura con el actual gobierno. No es así. Lo que insistimos es que la prioridad es la defensa de los derechos humanos y las víctimas, con independencia del gobierno, y no anteponer el cálculo para ver si al hacer nuestra labor se lastima o no la imagen de determinado funcionario o del gobierno. Para no quedar atrapados en la visión binaria prevaleciente, estamos convencidos que la CNDH como institución autónoma debe recoger toda queja o demanda legítima que venga desde la sociedad. Si la CNDH no lo hace o teme hacerlo por las consecuencias, obviamente fuerzas políticas de derecha podrán retomarlas oportunistamente para sus intereses electorales o de golpeo y desgaste del gobierno.
Al separarnos ahora, espero de todos modos que puedas resistir las presiones y retomar el propósito inicial y que el fracaso en la decisión de incorporar a activistas y defensores a la CNDH no consolide otros cambios hacia la subordinación. Reconocer esta derrota en la orientación con que iniciamos nuestro trabajo en la CNDH no implica darle la razón a los partidos de la derecha que desde tu elección se opusieron a ti como Presidenta. Su hipócrita oposición en realidad ha sido siempre por lo que representas históricamente, es decir la lucha del Comité Eureka por la presentación de los desaparecidos políticos y contra la represión que, bajo el liderazgo de Doña Rosario Ibarra, jamás ha cedido ante ningún gobierno y sus fuerzas armadas, como lo señaló en el mensaje escrito que envió al Senado con motivo de la Medalla Belisario Domínguez el año pasado. Los que se opusieron a tu nombramiento y que siguen queriendo cuestionarlo con argumentos legaloides y falsos en realidad se oponen por lo que representas como luchadora social y defensora de derechos humanos. Por eso no quieren a una activista en la CNDH. Y por eso es que nosotros gustosos y orgullosos aceptamos participar contigo y agradecer tu atrevimiento y consecuencia al nombrarnos como Directores Generales.
Ciudad de México, a 31 de agosto de 2020.
Atentamente
Edgard Sánchez Ramírez
Fotografía: facebook