Por: Fernando Stivala. 23/03/2023
Lógica de las multiplicidades
Las cosas son múltiples en el sentido que son plurales. Pero una multiplicidad tiene una exigencia mayor. Ese múltiple no es un adjetivo que se le agrega a la unidad. Decir Este pueblo es múltiple es adjetivar una multiplicidad a algo que tiene una unidad.
Multiplicidad en cambio significa que a ese múltiple se le puede extraer ese centro jerárquico y sigue teniendo consistencia. Una multiplicidad tiene muchas direcciones a la vez. No es ni la reducción al Uno ni la dispersión de los elementos.
Lógica de la multiplicidad.
El principio de la libre conectividad define una multiplicidad. Todos los puntos pueden entrar en conexión con todos los puntos. Ahí donde hay un centro jerarquizado dando sentido, lo que hay son rutas de elementos que pueden entrar en composición con otros.
Centro que no es ni puro múltiple ni puro Uno. Pasaje del Uno/múltiple a la multiplicidad. Múltiple es lo adjetivo de Uno, un pueblo plural. Eso no es una multiplicidad. Yo amo a mi pueblo, yo conozco a mi pueblo, yo sé cómo es mi pueblo.
Decir que hay un pueblo es un rasgo troncal que en su desarrollo da unidad a su pueblo. Y lo conozco en su rasgo plural, sus historias, sus barrios, sus provincias. El múltiple es adjetivo de Uno.
El múltiple de la mercancía.
Una multiplicidad en cambio se produce sustrayendo el Uno. Un pueblo. Hay muchos grupos, minorías, devenires, trayectorias. Esos muchos es lo que hace que no le de centralidad ni adjetividad a la multiplicidad.
Deleuze y Guattari piden que accedamos a una lógica de pensar distinta para poder pensar la multiplicidad.
Dimensiones
La multiplicidad más que de elementos es de dimensiones. Y esas dimensiones le imponen a la multiplicidad cambios de direcciones. No es unidireccional. No tiene ni principio ni fin, siempre tiene medio por el que crece y desborda. N dimensiones sin sujeto ni objeto, distribuibles en consistencias que se sustraen de lo Uno. N es número variable de dimensiones, -1 es sustraído a aquello que haría de adjetivo del Uno. Se lo deja al lado como una dimensión más. No hay dimensión que pueda pretender darle unidad a todas las demás. Esa que pretende eso tiene que seguir siendo lo que es, una dimensión más.
Deleuze y Guattari proponen pensar formas de consistencia no organizadas jerárquicamente. La unidad a eso le llama dispersión. La unidad diría: a eso le falta conducción. Pero la propuesta de ellos es: a un tipo de consistencia donde eso que hace de conducción nunca sea más que una dimensión más. Que nada pueda tomar el poder sobre el conjunto de las dimensiones.
¿Sin regla? Si lo decimos desde la regla le decimos sin. Pero el entre, el rizoma, la multiplicidad no son alógicas. Son la libre invención de lógicas sobre el fondo alógico del ser. El ser carece de lógica, frente a eso nos adherimos a las lógicas que conocemos, pero hay otras. La lógica es un fondo del cual no dejan de surgir lógicas. Los elementos se pueden capturar entre si al modo conocido y de otros también. Cuando aparece algo que se llama sin reglas se debería hacer el esfuerzo de ver cómo aparece eso que se le llama sin regla. Pero más allá de los patrones que lo reglen tiene su propia potencia. Reconocerle potencia a fenómenos anómalos, ahí entramos en la multiplicidad.
Acontecimiento: instancia que re distribuye instancias, pensamientos, etc. Desde la regla se la llama caos, locura, patología. Pero el punto es entenderla, porque todo lo que existe tiene verdadero derecho para existir, y cuando aparecen anomalías aparecen lógicas a pensar. No es inventar subjetivamente, es aceptar que cuando aparece una nueva conducta en la naturaleza le aparece un nuevo pensamiento.
Los devenires son un tipo de lógica entre dinámicas no regladas y nuevos pensamientos. Contacto con dimensiones donde se pueden conocer potencias que no se conocían de sí mismo. Da igual que hablemos de lo individual o de lo colectivo.
Agenciamientos
No es solo decir que hay una alegría mayor en las multiplicidades. Sino que es parte de lo que existe. El deseo opera en la multiplicidad, no solo pero si es muy importante. Es una instancia muy fructífera de descubrir. La multiplicidad por lo que es, no solo como utopía.
La multiplicidad se da siempre bajo un concepto: agenciamientos.
Agenciar: reunir una conexión de elementos, sin que esa reunión tenga una justificación previa. Las cosas de repente empiezan a funcionar de otro modo. Eso supone un agenciamiento.
Es para abrir más concretamente las dimensiones de una multiplicidad.
Agenciamiento que implica dimensión de contenidos, siempre en relación con los cuerpos. Dimensión de expresión, que siempre remite a los signos. Entre los dos hay una isomorfía. Estratificación y desterritorialización.
Agenciamiento: contenido (articulación de cuerpos) y expresión (articulación de signos). Cara estratificada y cara desestratificada. 4 líneas.
Para Foucault también hay 4 líneas en un dispositivo: lo visible, lo enunciable. El poder y la subjetivación. Lo visibile y lo enunciable se reúnen bajo la forma del Saber. Es lo que podemos decir y lo que podemos ver en un cierto dispositivo. Sexualidad, locura, etcétera. Corpus de enunciados y corpus de visibilidades al interior de una cierta episteme.
Otras dos líneas. El poder, las formas que se determinan entre si y le confiere al sujeto tareas: educar, enseñar, trabajar. Tiene una relación con el saber. Poder-saber. El poder organiza la correlación entre las dos líneas anteriores, entre lo que se dice y lo que se ve. Estratifica. La línea del poder estratifica, condensa forma de visibilidad y enunciabilidad.
Territorialización. Cierta manera de hacer territorio. Los cuerpos y los signos organizados como estratos que configuran cierto territorio. No es mera ocupación de espacio, es producción de un territorio, manera de vivir, población, organización de un espacio. Poblar.
Ahí terminaría Foucault, sino fuera porque queda disconforme con el poder como último nivel de la lógica, como el poder como última palabra de las palabras y las cosas. No habría más que sometimiento.
Entonces encuentra la última línea que es la subjetivación. Capacidad que tienen los sujetos de no dejarse mediar por el poder. Poder actuar en fuga con respecto a una cierta relación entre fuerzas y poderes. O sustracción con respecto a los poderes.
Desterritorialización. En todo agenciamiento existe una dimensión de salida, de migración, de fuga, de abstracción, de deseo de otra Tierra.
Cuando un agenciamiento es percibido desde los regímenes de signos y esos aparecen muy estratificados es preciso sacudir el agenciamiento para restablecer esta línea de fuga y no quedar atrapados en los estratos. Dejar de atravesar el agenciamiento por su lado más estratificado, por sus lados de poder. Encontrar lo que resiste, lo que está en fuga en el agenciamiento. Se sustrae a las formas de poder de ese agenciamiento.
Deleuze y Guattari piensan que Foucault se equivoca en darle a la línea de lo que coagula un exceso de importancia. La multiplicidad (subjetivación) determinada por el Poder. Ellos trabajan la multiplicidad determinada por su línea de fuga.
El agenciamiento no es como el dispositivo que siempre es de Poder. El agenciamiento es de deseo, no de Poder.
El tercer elemento es el modo que opera el poder en el deseo. El poder tiene su presencia, impone reglas, hace funcionar las cosas, pero no puede contar su historia, no puede contar cómo apareció, cómo se justifica. Para entender el movimiento que hace variar las estructuras y que las pone en crisis hay que remitirse a una instancia otra que es el Deseo. El Poder es una dimensión del Deseo, no está ni por arriba ni se opone.
Deseos de desconocerse
El Deseo como tal es abierto, ¿deseo de qué? De libre conexión. Sin embargo, muchas veces, veo y siento que mi deseo tiene bastantes claridades. El tema ahí son los modos de investimento del deseo, cómo se articula el deseo con los dispositivos de poder. Las maneras de desear en modo sometimiento, o las maneras de desear desarticulación. Las propias posiciones del deseo son complejas. No se puede decir el deseo es libre y el poder viene de afuera y lo domestica.
En un campo de inmanencia absoluta hay que entender las formas de poder como estratificaciones del deseo, y se explican a partir del deseo. Y solo desde esas dimensiones se puede ir más allá de ciertas estratificaciones. La lógica de las multiplicidades no puede ir separada de las lógicas del deseo.
Lo propio de una sociedad o del deseo es fugar. Y hay que preguntarse cómo fuga de sí misma, de sus estructuras, de sus estadísticas, de sus hábitos, de sus reglas, de lo que hace de Uno, de lo que hace de Poder. Conocernos individual y colectivamente a partir de movimientos que tienden a salirse de los lugares que solemos ocupar. Las líneas de fuga no son solo las románticas. No están condenadas a salir bien. También hay mortuorias. Las drogas son líneas de fuga, pero la sobredosis te mata. La movilización de masas son fuga, pero puede ser Hitler.
La fuga es emancipatoria, rizomática, creativa, y a la vez esta superpuesta con abolición y suicidio. No les quepa romantizarlas, son líneas reales. Modos del deseo.
¿Cómo es el régimen de segmentariedad en sociedades que no son de código, sino de flujo? O sea que la organización es: Estados al servicio del flujo del capital.
Si un Estado se deja de preocupar por el modo de flujo del capital entra en quiebra social. El capitalismo es lo que hay que pensar, no es la última palabra. Es nuestro presente. Lo tenemos que pensar sí o sí. Ninguna filosofía tiene un punto de partida real, sino en función de cómo somos, de quiénes somos. Y el punto de llegada será un desplazamiento del agenciamiento, del deseo.
Poder ver como la multiplicidad es el comienzo de la filosofía significa ver la potencia de anomalía donde parece no haberla.
(Notas redactadas a partir de las discusiones en el grupo Mil Mesetas coordinado por Diego Sztulwark)
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Fotografía: Lobo suelto