Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: CORTOCIRCUITOS. 18/12/2020
A donde irá veloz y fatigada
la golondrina que de aquí se va.
No tiene cielo, te mira angustiada sin
paz ni abrigo que la vio partir
El adiós
Se va… Se va… Se fue Esteban Moctezuma Barragán de la Secretaría de Educación Pública.
Se va el conspicuo tejedor de redes empresariales, académicas, políticas y sindicales. El que desde hace muchísimos años se preocupó por hacer alianzas, proponer rutas, acercar adversarios, retomar estrategias y ponerlas en práctica. Se va el secretario de educación de la IV T, el amigo de AMLO, el amiguis-subordinado de Salinas Pliego, el de los contactos con el SNTE, el de las relaciones con la CNTE, el engarce entre las televisoras, los empresarios, la derecha y el gobierno transformador.
Se va el jefe del nuevo cártel de la reforma educativa. Se va el continuador, el profundizador, el legitimador de la reforma educativa neoliberal. Se va de embajador. A los EUA. Good bye, Mr. Moctezuma Barragán.
Sus logros no son menores. Fue uno de los enlaces de AMLO con la cúpula mediática y empresarial; uno de los facilitadores de las relaciones entre la SEP y el sindicato magisterial, sobre todo, cuando entendió, o le hicieron entender, que la CNTE es un actor político fundamental para la política educativa.
Más aún: logró que los servicios educativos continuaran en medio de la peor pandemia de los tiempos modernos; el que alejó la realidad de la escuela y a la escuela de la realidad; el que llevó la escuela a la casa; el que consiguió dinero para las televisoras; el que hizo que las maestras acondicionaran sus casas para continuar dando clases; el que logró que los maestros acondicionaran sus espacios y pagaran las herramientas, aparatos, electricidad, teléfonos, internet, para comunicarse con sus alumnos; el que garantizó que todo continuara igual, a pesar de todo, incluso de las presiones de su exjefe, el que repudia el confinamiento, para que se abrieran las escuelas.
- Esteban el jefe del cártel;
- Esteban, el que encabezó el gran engaño de la cancelación;
- Esteban el continuador de la reforma educativa neoliberal;
- Esteban, el garante de los servicios educativos en tiempos de pandemia;
- Esteban, el de las transferencias hacia las televisoras y el sindicato;
- Esteban, el youtuber de los Consejos Técnicos Escolares;
- Esteban, el de la lengua afilada para el engaño y la mentira, como aquella de que disminuirían las tareas administrativas del magisterio;
- Esteban, el soberano de Estebanlandia, ese paraíso artificial de la educación mexicana, en el que solo vivían él y sus adictos;
- Esteban, el que ya no podía mas con la incertidumbre, las presiones y las indecisiones para abrir las escuelas;
- Esteban, el de los Centros de Aprendizaje Comunitario, con la participación de los padres y la firma de auto-responsabilidad de las maestras;
- Esteban, el amiguis de Ricardo Salinas Pliego, el que mantiene abierta su escuela y arenga todos los días a sus televidentes a salir, arriesgarse, contagiarse, todo en nombre de la libertad y de la ganancia.
Ese Esteban, todo ese Esteban, se va…se fue.
La pantomima
Quizá ya no sorprenda que en los tiempos de Las Mañaneras la especulación sobre su salida sea tan escasa. Seguro todavía hay comentaristas dedicados a leer entre líneas y a develar los entretelones de los cambios en el gabinete legal y en el ampliado; seguro hay quienes elaboran mil y una teorías sobre las razones del nuevo puesto de Esteban. Seguro hay de todo eso. Es un entretenimiento propio de las sesiones de café con lxs amigxs, de los opinólogos que aprovechando el momento quieren hacerse notar.
La noticia de su salida, al parecer, no es muy interesante, a diferencia de los conversatorios, los webinars y las conferencias que se empiezan a hacer sobre el modo propuesto por AMLO para nombrar al futuro secretario, o secretaria, de educación pública. Un nombramiento que será consultado, dijo ya saben quién. Y ya empezaron las apuestas, sobre los tres posibles candidatos (aún antes de las consultas), entre las que destaca, por su trayectoria, el gobernador de Oaxaca, y otros dos subsecretarios actuales.
Hay quienes proponen que sea una mujer, para que por segunda vez en la historia de México, una mano femenina gobierne la educación; otros elaboran listas de pendientes, de prioridades, de jerarquías, de temas, de problemas. Sobre todo, hay una efervecencia nada habitual, incluso más allá del magisterio, por saber cómo se va a decidir, quién lo hará, con qué criterios, para qué y quien será el afortunado, o la afortunada.
Así se van tejiendo los enredos de la legitimación. Los mismos que durante años se han hecho una y otra vez sobre los foros de participación, las consultas populares, el parlamento abierto y todas esos subterfugios de las decisiones que se toman y todos aquellos y aquellas que creen participar de un modo u otro en ellas. ¡Y se sienten tan felices, tan comprometidas, tan consultados! Constancia de ello son las más de 500 páginas de los dictámenes sobre la reforma constitucional. Pero se sigue la faramalla, quizá no tanto porque se suponga que las opiniones sean consideradas, sino para hacerse presente, para mostrarse, para apoyar…Así ha sido, antes de la IV T y en la IV T: nada nuevo, nada que se transforme y trascienda la narrativa neoliberal sobre la educación. Nada de nada. Nadita de nada.
Los cimientos
En realidad, todos sabemos quién va a decidir; también que la decisión será ratificada donde deba ser ratificada. Aunque todavía no sabemos por quién se decida el gran decididor y sus acólitos. Por eso los seminarios y los conversatorios de investigadorxs, académicxs, maestros y funcionarios de distintos niveles; además, en el nombramiento se tratará de dilucidar el mensaje del presidente, los motivos, las apuestas, los intereses y los encargos que se le hagan. Ese es el espacio de la política menuda, la de las fuerzas, los actores y los intereses personificados.
Sobre ello se puede decir mucho, y se está diciendo mucho, aunque en realidad importe poco. Y esto es lo que quisiéramos recordar:
- el mensaje de AMLO para el sector educativo se hizo hace mucho tiempo, cuando se anunció la participación conceptual de Esteban, uno de los tejedores de la Coalición Ciudadana por la Calidad de la Educación;
- el mensaje se dio con la reforma constitucional y las leyes secundarias, un dispositivo para continuar, legitimar y profundizar la reforma neoliberal del Pacto por México;
- el mensaje se dio junto a la CNTE el 27 de mayo de 2019, con el grito de “Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó”;
- el mensaje se ratificó en las mesas de negociación con la CNTE en Palacio Nacional;
- el mensaje se da todos los dias cuando se ponen a operar instrumentos legales y conceptuales contenidos en la mal llamada cancelación de la reforma.
Ese es el mensaje verdadero de la IV T; un mensaje bien empaquetado, regulado, amarrado, afianzado constitucional, presupuestal, política, conceptual y administrativamente. Ese fue el trabajo de Esteban. Deja todo listo, todo hecho. Bien hecho y bien amarrado. Quien venga no importa mucho, podrá ser cualquiera que tenga dos dedos de frente y sepa cómo operar un dispositivo armado y funcionando. Y aunque siempre hay sorpresas -recuerden nada mas a Alzati-, siempre hay lugar para el o la que sea, nada más hay que preguntarse cómo fue posible que un personaje como el sargento Nuño ocupara la misma oficina de Vasconcelos.
Esteban cumplió. Cambió el dispositivo constitucional de la educación para que siguiera siendo prácticamente el mismo que el de Peña Nieto.
Gracias Esteban, misión cumplida, le dirán sus jefes. Y tendrán razón, con esos logros, bien se puede ir mucho … a la embajada de México en Washington.
Fotografía: cuartoscuro