Por: CARLOS VILLAGÓMEZ. 26/01/2022
The Nation, el semanario americano progresista, acaba de publicar un reportaje sobre un científico que todos deben conocer: Rob Wallace, biólogo evolutivo y ecólogo, famoso gracias a sus trabajos premonitorios sobre el coronavirus SARSCoV- 2 responsable de la pandemia que continúa asolando el planeta.
Hace poco Wallace era un científico desempleado. Era un investigador que apenas pudo conseguir trabajo como asistente para hacer sándwiches después de ser proscrito por la academia americana. ¿Por qué razón? Pues, por publicar un libro, casi profético, en 2016: Grandes Granjas, Grandes Gripes. En ese texto, Wallace relaciona científicamente el agronegocio del capitalismo salvaje con las pandemias; estudió los efectos de la depredación de los bosques naturales causante de un brutal desequilibrio medioambiental que abre las puertas a los virus más extraños y letales. Afirmaba, cinco años atrás, que existe “una alianza estratégica entre las multinacionales, la agroindustria y las nuevas pandemias globales”. Por tales investigaciones, premonitorias y adelantadas, que afectan al sistema capitalista en sus entrañas, fue excluido de becas o de cualquier investigación en las más prestigiosas universidades americanas. No seamos ilusos, ahí también se cuida la estabilidad del sistema.
Wallace, que viene de una familia científica y de izquierda, declaró: “La industria de la alimentación está empujando las fronteras forestales y eso está incrementando la interfaz entre la fauna silvestre, que acoge algunos de los patógenos más mortales, con el ganado industrial criado en esos bordes, y también con los trabajadores que están a cargo de esos animales”. Ese ciclo ocasiona “un incremento del tráfico de estos nuevos patógenos desde los animales salvajes, a través del ganado y la mano de obra, hacia las ciudades”. Wallace, que viajó a Wuhan para comprobar sus aseveraciones hasta el extremo de contagiarse de COVID-19, no cree en la teoría conspiranoica de un virus creado artificialmente. Al contrario, estudió el actual agronegocio capitalista en China que empujó a los campesinos tradicionales a comerciar especies salvajes que dispararon un proceso llamado propagación zoonótica: “cuando los patógenos que se originan en los animales se cruzan a los humanos y luego mutan para propagarse a otros humanos.”
Wallace devela, científicamente, la causa de la actual pandemia: el sistema capitalista. A ese pernicioso sistema debemos sumarle el cambio climático y sus estragos. Pero, pensar que la tarea global para descarbonizar el planeta es un invento del imperio para fregar al sur es un desvarío ideológico insulso para el tiempo sombrío que vivimos.
Carlos Villagómez es arquitecto.
LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: BBC