“La Educación debe ajustarse a los contenidos de la televisión”[1]
Jorge Salazar García. 20/01/2020
“Hoy es el día” dijo José Ángel al llegar a su escuela el pasado 11 de enero. Con esas palabras, casi festivas anunciaban la tragedia que provocaría esa mañana. Por las positivas características que como alumno tenía ese adolescente de 11 años de edad, nadie pudo advertir lo que ocurriría a las 8:41. Vestido igual que Erik Harris de Columbine[1] (pantalón negro y camiseta blanca) en tres minutos hirió a 5 compañeros, un maestro y asesinó a una maestra; después se pegó un balazo en la frente. Es el segundo caso de esa naturaleza ocurrido en México; el primero tuvo lugar en el Colegio Americano del Sureste, Monterrey, el 18 de enero del 2017. Ambos tiroteos sucedieron en escuelas privadas donde generalmente se educa conforme a los “valores” estadunidenses. Los actores fueron jóvenes de clase media formados por un sistema diseñado para tener y consumir, no para Ser. Primero los cosifican repitiéndoles hasta la saciedad que sólo con dinero pueden ser felices y ¡EXITOSOS! Por último les despojan de su sentido de pertenencia y los vacían.
Vaciamiento del Sentido Existencial
Para mantenerse con vida basta satisfacer las necesidades materiales; ir más allá dándole SENTIDO requiere de un propósito cualquiera que no implique dañar a otros. La actividad libremente asumida como un deber, arraiga; si esta es reconocida y aceptada socialmente entonces la existencia adquiere sentido y se ama la Vida por la vida misma. La educación es formativa cuando el trabajo, la cooperación, la gratitud, el respeto y la honestidad rigen como valores. Por ello fue un crimen haber permitido la intromisión privilegiada del sector privado en la elaboración de los programas de educación básica; su interés es el NEGOCIO no el bien de nadie. Su objetivo es fabricar “Emprendedores” de “Calidad” fanáticos de la “american way of life”. Eso se viene haciendo desde hace 36 años, sus frutos ya los conocemos: violencia, racismo e INDOLENCIA por la vida. En las expresiones de José y Dylan hay una similitud aterradora. Después de haber empezado la balacera, Dylan le sugirió a su compañero: “Tal vez deberíamos empezar a acuchillar a la gente, eso podría ser más divertido” y José, por su lado, despreocupado avisó: “Hoy es el día” Para ellos, ¡aquello era un paseo!
A pesar de la resistencia de los maestros de la CNTE, las directrices empresariales en la educación siguen estando presentes. Lograron convertir a los hogares en archipiélagos donde cada hijo vive como zombis atado al celular, ordenador, IPAD o viendo la televisión, consumiendo contenidos saturados de violencia y racismo. Los video juegos de temas bélicos tienen un poder hipnótico, son adictivos como las drogas y la comida chatarra. Miles de imágenes de sangre y cuerpos despedazado son captados por la inmadura mente infantil Tales escenas, condicionan (como a los perros de Pavlov) el comportamiento futuro de los niños. La sobre estimulación convierte al sujeto en autómata y con el paso del tiempo los chicos se quedan emocionalmente huecos; sólo el interés morboso por lo extremo (sangre, sexo y drogas) los hacen reaccionar.
En cuanto a sus exigencias, si no obtiene lo que cree merecer, entonces caerá presa de la depresión, la confusión y la rabia. El joven descubre que el mundo feliz, gratuito y perfecto que le vendieron desde el pre escolar no existe. A cada capricho no satisfecho corresponde un pensamiento destructivo (suicidio-homicidio) y en cuanto tenga oportunidad se vengará destruyendo vidas como a él se la destruyeron. Eso denota la respuesta que Dylan dio cuando le preguntaron qué hacía y contestó: “Oh, sólo matando gente”.Con igual desdén, como si de matar moscas se tratara, actuó también el niño mexicano José ángel.
No se necesita ser un psicólogo social para prever más hechos de ese tipo; las condiciones están dadas. Evitarlos es una corresponsabilidad de padres, tutores y maestros. Pero es el Estado el obligado a crear las condiciones inmediatas para ello. Mientras en las escuelas haya grupos con más de 25 chicos, continúe la sobre carga laboral de los maestros y se excluya a la comunidad escolar en la toma de decisiones, los programas mochila segura, escuela segura, prevención de adiciones, antibullying, seguirán siendo medidas paliativas dispersas, improvisadas y unilaterales. A José Ángel lo perdimos de la misma manera que a miles de jóvenes dedicados al sicariato, secuestro, robo, extorsión, venta y consumo de drogas. Una cosa es segura: la solución no está en criminalizar a la niñez ni convertir a las escuelas en reclusorios sino en el CAMBIO de modelo.
Hasta el 2018 la Secretaría cumplió el sueño de Emilio Azcárraga Milmo (presumió ser soldado del PRI): los planes y programas educativos se ajustaron subliminalmente a los idiotizantes contenidos de la televisión; es tiempo de exigir su revisión.
[1] Erik Harris y Dylan Klebold alumnos de una secundaria masacre a 12 compañeros y un maestro, en Columbine Denver 1999
[1] Emilio Azcárraga Milmo (1998), dueño de televisa que se proclamo soldado del PRI.