Por: Peter Ellerton. 17/04/2025
Hay un titular de Fox News que dice así:
Corredora transgénero que venció a 14.000 mujeres en el maratón de Londres ofrece devolver la medalla
Al leer sobre el evento en otras fuentes, resulta que la atleta también fue superada por miles de personas y que se trataba de una medalla de participación. Si bien el titular de Fox News es cierto, está enmarcado de una manera que potencialmente busca provocar una reacción negativa.
La desinformación está en aumento. Nos dicen que debemos pensar de forma crítica cuando leemos cosas en línea, pero ¿cómo podemos reconocer estas situaciones? Y, en realidad, ¿qué significa pensar críticamente?
¿Qué es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico se basa en la idea de que, si todas las ideas son iguales, entonces todas las ideas carecen de valor. Sin esta premisa, no habría nada sobre lo cual ser crítico.
Cuando pensamos de manera crítica, nos enfocamos en la calidad de nuestro razonamiento y en los factores que pueden influir en él. En otras palabras, pensar críticamente significa, ante todo, ser crítico con el propio pensamiento.
Es importante destacar que el pensamiento crítico no está fuertemente correlacionado con la inteligencia. Aunque algunos creen que la inteligencia es en esencia una capacidad fija (aunque hay debate al respecto), podemos aprender a pensar críticamente.
Si se mantienen constantes otros factores, tampoco hay evidencia de que el pensamiento crítico sea una habilidad innata. De hecho, existen pruebas de que puede desarrollarse como una competencia en sí misma, y que es transferible a otros contextos.
Las herramientas de la argumentación
Muchos factores pueden afectar la calidad de nuestro pensamiento. Entre ellos se incluyen los sesgos cognitivos (errores sistemáticos de pensamiento), las creencias previas, los prejuicios y cosmovisiones, los efectos del encuadre y el nivel de conocimiento que tenemos sobre un tema.
Para entender la calidad de nuestro razonamiento, podemos utilizar los conceptos y el lenguaje de la argumentación.
A menudo, las personas piensan que las «discusiones» o «argumentos» consisten en opiniones enfrentadas. Pero una forma más útil de entender la argumentación es verla como un modo de hacer que nuestro pensamiento sea visible y accesible para los demás.
Los argumentos contienen premisas, es decir, las cosas que consideramos verdaderas sobre el mundo, y conclusiones, que son el punto al que llegamos al pensar. El proceso de pasar de las premisas a las conclusiones se llama inferir, y es la calidad de estas inferencias lo que le interesa al pensamiento crítico.
Por ejemplo, si propongo las siguientes premisas:
P1: Todos los Gronks son verdes
P2: Fred es un Gronk
Entonces ya habrás inferido la conclusión:
C: Fred es verde
Ni siquiera necesitas saber qué es un Gronk para hacer esa inferencia.
Todos nuestros juicios y decisiones racionales están compuestos por cadenas de inferencias. Construir, evaluar e identificar tipos de argumentos es la esencia misma del pensamiento crítico.
¿Cómo podemos mejorar nuestras habilidades de pensamiento crítico?
Para ayudarnos a mejorar, podemos entender el pensamiento crítico de tres maneras principales.
Primero, podemos ver el pensamiento crítico como una materia que se puede aprender. En esta materia, estudiamos cómo funcionan los argumentos y cómo nuestro razonamiento puede ser influenciado o mejorado. También aprendemos qué es lo que hace que un pensamiento sea bueno, utilizando criterios como precisión, claridad, relevancia, profundidad, entre otros. Estos son los valores que buscamos en un buen pensamiento. Al aprender esto, comenzamos a pensar sobre cómo pensamos, no solo en qué pensamos.
Segundo, mejoramos nuestro pensamiento crítico al aplicar lo que hemos aprendido en situaciones reales. Esto nos ayuda a desarrollar habilidades importantes como analizar, justificar, evaluar y explicar.
Tercero, también podemos considerar el pensamiento crítico como un hábito o una actitud: algo que elegimos practicar en nuestra vida cotidiana. Esto implica ser curiosos, tener una mente abierta y estar dispuestos a cuestionar las cosas en lugar de aceptarlas sin más. También significa ser conscientes de nuestros propios sesgos e intentar ser justos y honestos en la forma en que pensamos.
Cuando combinamos estas tres dimensiones, nos convertimos en mejores pensadores, no solo en contextos educativos, sino también en la vida.
Pasos prácticos para mejorar el pensamiento crítico
Dado que el pensamiento crítico se centra en dar y recibir razones, practicar este intercambio es un paso fundamental para mejorar. Hay algunas formas útiles de hacerlo.
- Haz del razonamiento —y no de las conclusiones— la base de tus conversaciones con los demás.
Cuando pidas la opinión de alguien, pregúntale por qué piensa eso. Y ofrece tú también tu forma de pensar. Hacer visible nuestro pensamiento conduce a conversaciones profundas y significativas, en las que podemos poner a prueba nuestras ideas y cultivar virtudes como la apertura mental y la curiosidad. - Evalúa siempre la credibilidad de la información en función de su fuente y reflexionando sobre tus propios sesgos.
Los procesos de nuestro pensamiento pueden dar forma a la información tanto como lo hace la fuente que la proporciona. Este ejercicio desarrolla virtudes como el cuidado y la humildad. - Mantén presente la pregunta fundamental de la investigación crítica.
La pregunta más importante en el pensamiento crítico es: «¿Cómo lo sabemos?». Poner a prueba constantemente la calidad de nuestra indagación —y por tanto de nuestro pensamiento— es clave. Enfocarnos en esta pregunta nos entrena en la aplicación de los valores de la investigación y cultiva virtudes como la perseverancia y la resiliencia.
¡No estás solo!
El razonamiento se entiende mejor como una competencia social: razonamos con los demás y en dirección a ellos. De hecho, ser calificado como una persona razonable es un elogio social.
Solo cuando tenemos que pensar junto a otros es que realmente ponemos a prueba la calidad de nuestro pensamiento. Es fácil convencerse a uno mismo de algo, pero cuando entras en la arena del razonamiento público, el nivel de exigencia es mucho más alto.
Así que sé la persona razonable en la sala.
Eso no significa que todos tengan que aceptar tu forma de pensar. Pero sí significa que, gracias a ti, todos estarán un poco más cerca de la verdad.
However, real learning transcends tools. It’s shaped profoundly by the environment and the people who surround you. While AI tools can guide and assist, fostering critical thinking, collaboration, and curiosity remains a human endeavor.— Faruk Guney (@norck.com) 12 January 2025 at 04:20
Utiliza recursos en línea
Existen muchas herramientas accesibles para desarrollar el pensamiento crítico. Kialo (que significa «razón» en esperanto) reúne a personas de todo el mundo en una plataforma amigable (y gratuita) que permite poner a prueba nuestro razonamiento en un entorno bien moderado y respetuoso. Es un excelente lugar para practicar el intercambio de razones y comprender posturas alternativas.
The School of Thought, desarrollada para recopilar recursos gratuitos sobre pensamiento crítico, incluye muchos materiales que suelen utilizarse en contextos educativos.
También hay una gran cantidad de cursos en línea —tanto de universidades australianas como internacionales— que pueden guiar el desarrollo del pensamiento crítico.
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Fotografía: Dialektika. Freepik