“Cotaxtla, entiende, el agua se defiende”
Jorge Salazar García. 18/03/24
Nuestro cuerpo contiene 75% de agua al nacer, y 60% cuando es adulto. El agua alimenta las células, hidrata los tejidos y retira los desperdicios generados por las funciones orgánicas. Sin ella es imposible vivir. Por esta razón su disponibilidad es un Derecho Humano, esencial, establecido en la Constitución. Lamentablemente el neoliberalismo convirtió en mercancía el vital líquido. Carlos Salinas legalizó su privatización mediante la Ley de Aguas Nacionales (1992), elaborada como requisito para ingresar al Tratado de Libre Comercio (TLC-1994). Desde entonces, privilegiándose el interés privado sobre el colectivo, los señores capitalistas controlan los cuerpos de agua en todo el territorio nacional.
La magnitud del negocio.
Tratar el agua como mercancía ha traído consecuencias fatales; defenderla también. El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos (2020) registró que, entre 1980 y 2018, los desastres hídricos dejaron sin agua a 2 mil millones de personas como efecto de su acaparamiento y especulación mercantil. A partir de 2023, empresarios poseedores de 1233 metros cúbicos en adelante los cotizan en la bolsa de valores, dado que la escasez (propiciada) incrementa exponencialmente su valor. Al respecto el INEGI reportó que el 76% de las familias mexicanas gastan 12 mil millones de pesos trimestralmente (INEGI) comprando agua embotellada o de garrafón. Este dato sitúa a México como el mayor consumidor mundial de agua embotellada per cápita. Se entiende porqué la Coca-Cola (Ciel), Danone (Bonafont) y Pépsico (E-pura) eleven el precio cuando se les antoja. Compañías como la Nestlé, Bimbo, Bachoco, Cemex, Modelo, mineras y bancos monopolizan las concesiones acuíferas. Peña Nieto, antes de irse, le renovó al Grupo México su concesión para explotar 2 millones de metros cúbicos por 30 años más. Es una de las causas por las cuales la 4T no puede garantizar el servicio de agua a la población. Las ganancias son descomunales. Por eso matan activistas, compran autoridades, despojan a los pueblos y destruyen el medio ambiente.

¡El agua no se vende, el agua se defiende!
El título y epígrafe de esta nota, son algunas de las consignas coreadas por pobladores de la región del río Cotaxtla durante la marcha-mitin realizada en la capital veracruzana el pasado viernes (15/03/24). Su propósito es evitar que el Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (MAS) saqueé el agua de su río. Lo han exigido desde su plantón permanente en “La Esperanza”, pero al ser ignorados por las autoridades, vinieron a recordarle a Cuitláhuac que desde 2012, el artículo 4 constitucional, párrafo sexto, le obliga garantizar el “acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”. Alejandrina Morales, integrante del Comité de Defensa del Rio Cotaxtla informa lo siguiente:
-El grupo MAS quiere trasvasar agua del río Cotaxtla al río Jamapa para dar servicio a Medellín, Boca del Río y Veracruz. Nos van a dejar sin ella a quienes vivimos en los márgenes. Serán más de 30 comunidades afectadas, entre las cuales están La Esperanza, Potrerillo, Infiernillo, La Bocana, Loma de Guerrero, Rincón de Pérez, El Haya, La Candelaria, Paso Colorado, La Providencia. Actualmente el río esta en un nivel muy bajo y se espera que baje muchísimo más. Algunos pozos artesanales tienen muy poca agua y otros casi se secaron. Una causa es la deforestación en la zona del glaciar Jamapa (expertos calcularon desparecerá en 2060). La otra lo es el saqueo que múltiples empresas hacen en el río para regar cultivos de grandes empresarios.
Al respecto, el Secretario del Comité, Raúl Rodríguez, complementa:
-La empresa MAS, supuestamente tiene una concesión otorgada por Javier Duarte en 2015 para prestar sus servicios por 30 años a los municipios mencionados. Hemos solicitado información a Conagua, la Secretaria de Medio Ambiente y a la Procuraduría del Medio Ambiente; unas, no responden, otras, no reciben nuestros oficios. Mientras tanto el grupo MAS amenaza con iniciar los trabajos de trasvase, a pesar de que, sabemos, no tiene los permisos correspondientes. Por eso pedimos a las autoridades nos den a conocer, en caso de tenerlo, el estudio de impacto ambiental.
Alejandrina y Raúl recomiendan a la población sumarse a las protestas, no sólo por el río Cotaxtla sino por todos lo ríos que están pasando por situaciones parecidas. Alertan que las consecuencia a futuro serán desastrosas para los seres humanos, el medio ambiente y la biodiversidad. Aclaran que vinieron con recursos propios y gracias a la solidaridad que reciben, generalmente en especie, de las otras comunidades afectadas. (Cel: 2291706050).
¿Se acaba el agua?
Básicamente el 75% del planeta es líquido, pero sólo 3% es agua dulce y, de este porcentaje, únicamente un tercio es disponible para el uso humano. Pareciera poca; no obstante, bien distribuida y usada racionalmente alcanzaría para todos. Nadie debiera tener de sobra, mientras otros carezcan de ella. Es criminal que los clubes de golf, las cerveceras y mineras la desperdicien y contaminen. Producir, por ejemplo, un litro de cerveza requiere 3 litros de agua y el fracking[1] consume entre 4 y 20 millones de litros por pozo perforado. Comparando, una familia de 4 integrantes, consumiendo diariamente 100 litros de agua por persona (aseo personal, inodoro, comida, limpieza) lo gastado en el pozo le alcanzaría para ¡136 años! Bueno, una mina gasta en una hora lo que esa familia consumiría en ¡20 años! La conclusión lógica es que el agua no se acaba, ¡la están saqueando y contaminando!
Ríos Mexicanos.
Greenpeace internacional alertó en su informe “Ríos Mexicanos, Ríos Tóxicos” que el 70% de los cuerpos de agua en el país están contaminados con mercurio, plomo, cromo, tolveno y benceno; sustancias altamente cancerígenas arrojadas por la industria. Definitivamente, la escasez de agua ha sido provocada por los acaparadores para hacer lucrativos negocios. Así funciona el capitalismo.
Responsables del desastre
Los culpables son quienes gobernaron desde 1988 hasta 2018 en México. Lamentablemente Morena, también lo será por omisión, compromisos e impotencia. En la ciudad de Xalapa, por ejemplo, la Fundación Salvemos el Agua informó que en diez años (2007-2017) su costo se incrementó cerca del 300 por ciento (de 7.8 pesos el metro cúbico pasó a valer 23.8) convirtiéndola en la 7ª más cara del país. Cosa absurda, tomando en cuenta que es un “lugar de manantiales”. El Organismo Municipal de Agua y Saneamiento, generalmente padece una cartera vencida de decenas de millones de pesos, haciendo imposible garantizar lo establecido en el artículo 4 Constitucional. Cada alcalde se queja del anterior para justificar el aumento de las tarifas. El actual, Ricardo Ahued, congruente con su formación empresarial, además de incrementar las tarifas, en breve concesionará la perforación del primer pozo. De ese modo se vuelve a posponer la solución de fondo que es la mercantilización del agua y la impunidad para contaminarla de los tiburones empresariales a quienes les sale casi gratis. A los gobernados se les cobra cara y además pagan un impuesto del 16%, como si el agua fuera un artículo de lujo.
Urge presionar a los diputados para que aprueben la ley Harp, con la cual se reconoce el derecho de propiedad colectiva, y se descongele la Ley General de Aguas. Ambas limitarían la voracidad empresarial. De paso, recordarle al gobernador que un grupo de veracruzanos recurrieron al Amparo para desbloquear la Ley General de Aguas. La Suprema Corte lo concedió ordenando al legislativo retomar el asunto. El poder legislativo cumple 12 años en desacato, pues la iniciativa de ley reglamentaria sigue congelada.
[1] Es una técnica de perforación horizontal para extraer gas y petróleo atrapados en las rocas poco permeables, conocidas como lutitas, situadas a profundidades de entre mil y 5 mil metros.