Top Posts
El preocupante corrimiento a la derecha
VENCER EN LA GUERRA COGNITIVA
El relato y la guerra
La situación de la mujer Guineana
EL GOBIERNO DE LA 4D(SÍ, CON D)
W. Robles: En Perú, la represión contra Castillo...
Díaz-Canel: este domingo tuvimos una victoria revolucionaria
REALIZAN ACCIÓN GLOBAL #100 POR LOS 43 DE...
Bolivia. En Ivirgarzama, Arce llama a no temer...
Rosario, Beatriz y Xiomara
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Espacio principalEspacio secundario

Terrorismo y cambio social.

por La Redacción octubre 27, 2017
octubre 27, 2017
Veces que se ha leído este Artículo: 96

Por: Fredes Luis Castro. Shushwap. 27/10/2017

El sábado 12 de agosto una marcha de supremacistas blancos en el municipio de Charlottesville, Estados Unidos, terminó en enfrentamientos que dejaron un muerto, luego que un automotor conducido por un supremacista impactara contra un grupo de manifestantes de signo contrario. El presidente Donald Trump acusó responsabilidades por igual entre víctimas y victimario, lo que fue celebrado por los dirigentes y grupos de extrema derecha.

​Historia y manipulación

El profesor de Justicia Penal de la Universidad Estatal Westfield, George Michael, investigador especializado en la extrema derecha estadounidense, describe al movimiento alt-right (abreviatura de derecha-alternativa) como un colectivo diverso, que contiene un amplio espectro ideológico, con posiciones que van de un radicalismo moderado a los delirios macartistas más agresivos. Descubre sus raíces en organizaciones con décadas de existencia, pero resignadas a un rol marginal, carente de influencia.

Destaca como figura relevante, entre otras, a Andrew Breitbart, fundador de Breitbart News, en particular a la hora de comprender la difusión de la ideología nacionalista en el ciberespacio, y de las batallas culturales que, a juicio de estos nacionalistas, el conservadurismo imperante no estaba dispuesto a promover, con los asuntos relativos a la inmigración en primer orden. El profesor Michael subraya que la cuestión inmigratoria configura la materia prioritaria para el nacionalismo blanco estadounidense, cuyos adherentes juzgan que la tasa de natalidad entre los inmigrantes procedentes de países del tercer mundo amenaza la existencia de la raza blanca a la que orgullosamente pertenecen.

El especialista sugiere que el estrecho margen con el que Trump se impuso en Estados clave, explica su complacencia hacia estos grupos y organizaciones: no puede despreciar ningún apoyo. Por otro lado, estos sujetos se contaron entre los más decididos militantes de su campaña, aspecto nada menor en países en los que el voto no es obligatorio. La victoria del magnate inmobiliario incentivó los encuentros cara a cara de los nacionalistas blancos, aceitando sus aparatos organizativos.

La historiadora Keri Leigh Merritt no niega el apoyo que obtuvo Trump de parte de la clase blanca trabajadora y empobrecida, pero imputa una responsabilidad mayor en la elite blanca cuyo dominio de los sistemas educativos, políticos y mediáticos le permite edificar una manipulación informativa orientada a convencer a los primeros acerca del aprovechamiento abusivo de las políticas de bienestar por parte de las minorías raciales, los afroamericanos en primer término. La elite blanca más poderosa manipula los conocimientos y la agenda pública, promoviendo la apatía política en los sectores populares y usando la ideología de la supremacía blanca para asegurar fragmentaciones en su propio y económico beneficio.

El cambio

Arie Perliger, Director de Estudios en Seguridad y profesor de la Universidad de Massachusetts Lowell, conmina a considerar a las violencias de la extrema derecha norteamericana como actos terroristas, atento a que se despliegan con el objeto de transmitir mensajes atemorizantes a las minorías no blancas y a los colectivos no cristianos. No duda en calificar al terrorismo doméstico como un peligro mayor que cualquiera procedente del exterior, en parte por el mayor número de ataques terroristas autóctonos. Un informe de su autoría, publicado por el Centro de Lucha contra el Terrorismo de West Point identifica cientos de incidentes terroristas domésticos entre los años 2008 y 2012.

Perliger observa que el número de ataques inspirados en la ideología de extrema derecha ha aumentado en el siglo XXI, alcanzando un promedio anual de más de 300 agresiones desde el 2001 (en los años 90 del siglo pasado el promedio era de 70 ataques anuales). Un nuevo salto se produjo desde la elección de Trump como presidente, con 900 incidentes discriminatorios en los primeros 10 días siguientes a su victoria electoral. El experto sugiere una respuesta para explicar estas tendencias:

Más allá del terror experimentado por las víctimas, creo que esta tendencia refleja un cambio social más profundo en la sociedad americana. El modelo del iceberg del extremismo político, originalmente formulado por Ehud Shprinzak, un cientista político israelí, puede iluminar esta dinámica. Los asesinatos y otros ataques perpetrados por los estadounidenses de extrema derecha constituyen la punta visible de un iceberg. El resto del iceberg permanece oculto bajo el agua. Esto incluye cientos de ataques cada año que dañan propiedades e intimidan a las comunidades (…) Es importante recordar que los cambios en las normas sociales suelen reflejarse en los cambios de comportamiento. Por lo tanto, es razonable sospechar que los extremistas realizan estas acciones porque sienten que sus puntos de vista gozan de legitimidad y aceptación social crecientes, lo que los anima a materializar sus prejuicos.

En sintonía con Perliger, la columnista del Washington Post Catherine Rampell, basada en los datos aportados por un reporte de la comunidad de inteligencia, advierte sobre una preocupante prevalencia de jóvenes (“milenialls”) entre los militantes de la alt-right y los generadores de la violencia supremacista blanca. Rampell sostiene: “Si los jóvenes rebeldes de los años sesenta abrazaron el amor libre, la paz y la igualdad, hoy -al menos entre los anti-anti- Trumpers- se trata de promover el odio y la desigualdad social” [Traducción propia].

La columnista conecta la adhesión de estos jóvenes a las alternativas de extrema derecha con su temperamento anti establishment, parido por un sistema inequitativo, que con la última crisis financiera “afectó irremediablemente las perspectivas económicas de los millenials”. Es por ello que la periodista no se sorprende por el deseo de algunos de destruir todo el sistema. Como Merrit, enfatiza la clave bajo la cual razonan y comprenden los déficits del sistema: no les molesta que permite a los ricos concentrar mayores riquezas, les perturba que privilegie injustamente a las minorías a expensas de los trabajadores blancos.

Observaciones

Buena parte de las derechas contemporáneas se desenvuelven con soltura en escenarios fragmentados y de polarización social, sólo puede conjeturarse la magnitud del rol que han tenido en su creación, pero es claro que contribuyen a sostenerlo y fortalecerlo, trátese de la oferta más cool de Emmanuel Macron, o de la furiosa y desfachatada de Donald Trump.

La fragmentación promovida por las derechas, su capacidad para manipular voluntades y superar las diferencias internas para imponerse a sus contradictores no son aspectos novedosos. En todo caso, merece mayor atención los éxitos cosechados por algunos de sus líderes, en detrimento de oposiciones internas que cuentan con recursos sólidos y arraigados pero insuficientes para contenerlos y dirigirlos.

También merecen aguda atención los formatos estéticos y discursos desestructurados, coloridos y divertidos, que sin embargo difunden descreimientos y pesimismos en los esquemas representativos. Estos esquemas, cabe señalar, no actualizan sus despliegues operativos, estéticos y discursivos, lo que facilita la difusión mencionada. Hay una grieta entre sus comunicaciones y las nuevas demandas y expectativas ciudadanas-electorales.

Los descreimientos y pesimismos promovidos por las derechas favorecen la apatía y el abstencionismosocial. Este efecto, en ejercicio circular, favorece la promoción de reformas electorales que abanderadas en las innovaciones tecnológicas y las libertades individuales, reducen y desincentivan la participación electoral, cristalizando el fenómeno que alegan combatir.

No hay formas puras, desde ya, existen ensayos que combinan y ordenan preferencias entre los componentes aludidos, y otros que no incluyo, pero el huevo de la serpiente incuba en estas ofertas mixtas. Las nuevas tecnologías informacionales son bien aprovechadas por los impulsores de la división social y las batallas culturales excluyentes y revanchistas. La energía de una ciudadanía lastimada por las políticas económicas neoliberales es perversamente redirigida, con riesgo de habilitar un cambio tan extremo como nefasto.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ.

Fotografía: shushwap

 

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
El deseo de Europa: Más allá del nacionalismo y del neoliberalismo.
noticia siguiente
Breve manual de Derecho Internacional sobre la autodeterminación.

También le podría interesar

El acuerdo sobre submarinos entre EE.UU. y Gran...

marzo 29, 2023

De sol a sol

marzo 28, 2023

Vladimir Putin y Xi Jinping reforzaron su alianza...

marzo 27, 2023

Visitantes en estos momentos:

216 Usuarios En linea
Usuarios: RedaccionA, 46 Invitados, 169 Bots

Te recomendamos leer…

CINE GRATIS EN XALAPA

Unidad de Investigaciones Periodísticas de la UNAM

Para LEER y DIFUNDIR

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Feb    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Bolivia. En Ivirgarzama, Arce llama a no temer al pluralismo de ideas y convoca a fortalecer la unidad ideológica en el MAS

    marzo 30, 2023
  • 2

    Rosario, Beatriz y Xiomara

    marzo 30, 2023
  • 3

    VENCER EN LA GUERRA COGNITIVA

    marzo 30, 2023
  • 4

    Díaz-Canel: este domingo tuvimos una victoria revolucionaria

    marzo 30, 2023
  • 5

    El preocupante corrimiento a la derecha

    marzo 30, 2023
  • 6

    REALIZAN ACCIÓN GLOBAL #100 POR LOS 43 DE AYOTZINAPA

    marzo 30, 2023
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 8

    El relato y la guerra

    marzo 30, 2023
  • 9

    EL GOBIERNO DE LA 4D(SÍ, CON D)

    marzo 30, 2023
  • 10

    Paro en 5 plantes, momento histórico para la UAM; alumnas en resistencia superan a autoridades

    marzo 29, 2023
  • BOURDIEU Y LA SOCIOLOGÍA COMO «CIENCIA QUE MOLESTA»

    julio 10, 2016
  • 12

    UNA REVUELTA ADOLESCENTE EN MORELOS

    marzo 28, 2023
  • 13

    PAOLA, UNA VÍCTIMA DEL PATRIARCADO COMUNITARIO

    marzo 26, 2023
  • 14

    Perdidos, 93% de archivos del Programa «La Escuela es Nuestra»: ASF

    marzo 27, 2023

Vanesa Monserrat. Argentina

Rolando Revagliatti. Argentina

Juan Antonio Guerrero O. México

Raúl Allain. Perú

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

BIBLIOTECA de ÁBACOenRed

Suscríbete

Acepta recibir notificaciones

@2020 - Insurgencia Magisterial

Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

El Pentágono se niega a secuestrar al...

abril 25, 2020

El dragón chino avanza sobre América Latina.

noviembre 6, 2020

¿El T-MEC repite los errores del TLCAN?...

julio 18, 2020