Top Posts
El 68 mexicano: “El tiempo que nos tocó...
México y la batalla comunicacional en tiempos de...
Polonia. Quién es Karol Nawrocki, el nuevo presidente...
Bukele reconoce que le estorban los tratados de...
Ante la ratificación del Director del Colegio Preparatorio...
Con la IA, uno de cada cuatro empleos...
«Ahora nos toca aplicar la democracia directa»
Morir en la tortuosa búsqueda de los 43
Pensamiento Crítico. Bolivia. Rafael Bautista: ¿cómo se oferta...
Meta se va a la guerra
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Sobrevivir en el mundo del yo, yo, yo.

por La Redacción febrero 15, 2017
febrero 15, 2017
2,K

Por: Cristina Galindo. El País. 15/02/2017

Los comportamientos narcisistas nos rodean. El exhibicionismo en las redes sociales, la obsesión por los ‘selfies’ y la propia imagen. Se habla de epidemia, pero ¿es tan preocupante?

Fue el bello y vanidoso Narciso, personaje de la mitología griega incapaz de amar a otras personas que murió por enamorarse de su propia imagen, quien inspiró el término narcisista. El concepto fue luego reinterpretado por Freud, el primero que describió el narcisismo como una patología. Y en los setenta, el sociólogo Christopher Lasch convirtió la enfermedad en norma cultural: determinó que la neurosis y la histeria que caracterizaban a las sociedades de principios del siglo XX habían cedido el paso al culto al individuo y la búsqueda fanática del éxito personal y el dinero. Un nuevo mal dominante. Casi cuatro décadas después ha cobrado fuerza la teoría de que la sociedad occidental actual es, todavía más narcisista.

Este comportamiento parece expandirse como una plaga en la sociedad contemporánea, tanto a nivel individual como colectivo. Y no solo entre los adolescentes y jóvenes que inundan las redes sociales. “El desorden narcisista de la personalidad —un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía— sigue siendo un diagnóstico bastante raro, pero las cualidades narcisistas están ciertamente en alza”, explica la psicóloga Pat MacDonald, autora del trabajo Narcisismo en el mundo moderno. “Basta con observar el consumismo rampante, la autopromoción en las redes sociales, la búsqueda de fama a cualquier precio y el uso de la cirugía para frenar el envejecimiento”, añade.

Las investigaciones realizadas a partir de 2009 por Jean Twenge, de la Universidad Estatal de San Diego, son una de las principales referencias para las hipótesis más catastrofistas. Tras estudiar a miles de estudiantes estadounidenses, la psicóloga proclamó que estos comportamientos habían crecido “al mismo ritmo que la obesidad desde 1980”, que había alcanzado niveles de epidemia. Twenge ha publicado dos libros —Epidemia narcisista, con Keith Campbell, de la Universidad de Georgia, y Generación yo— en los que afirma que los adolescentes del siglo XXI se “creen con derecho a casi todo, pero también son más desgraciados”.

Los rasgos narcisistas no siempre son fáciles de reconocer y, con moderación, no tienen por qué ser un problema. Son comportamientos egoístas, poco empáticos, a veces un tanto exhibicionistas, de personas que quieren ser el centro de atención, ser reconocidas socialmente, que suelen resistirse a admitir sus fallos o mentiras y que se creen extraordinarias (aunque su autoestima, en algunos casos, sea en realidad baja). Un estridente ejemplo, contado por Twenge, es el de una adolescente que, en un reality de la MTV, justificó el corte de una calle para celebrar su fiesta de cumpleaños, a pesar de que había un hospital en medio, al grito de: “¡Mi cumpleaños es más importante!”.

En otras ocasiones este tipo de comportamiento es más sutil, más común y, a veces, más dañino. Es esa persona que exige una atención extrema a sus comentarios y problemas y, si no la consigue, concluye que es diferente de los demás y que nunca recibe el respeto que merece. O un jefe encantador que de repente te hace sentir culpable por un proyecto fracasado que fue idea suya. “Para tapar sus problemas, una persona con alto nivel de narcisismo suele buscar a una o dos víctimas cercanas, no necesita más, pero les puede hacer la vida imposible”, asegura el psicoanalista francés Jean-Charles Bouchoux, autor de Los perversos narcisistas (Arpa), que acaba de ser traducido al español y que ha vendido más de 250.000 ejemplares en Francia. “Hay un incremento del narcisismo, porque ahora la imagen cuenta más que lo que hacemos y queremos alcanzar muchos hitos sin esfuerzo”, opina.

Los 20 'selfies' más icónidos de 2016, según la revista 'Icon'.
Los 20 ‘selfies’ más icónidos de 2016, según la revista ‘Icon’.

Abundan los casos en política —es difícil navegar por Internet sin ver el nombre de Donald Trump asociado al narcisismo— y en televisión. El tema fascina, como muestran los índices de audiencia de los realities. Quizá la principal novedad son las redes sociales, lugar donde millennials (nacidos entre 1980 y 1997) y no tan millennials, famosos y no tan famosos, transforman lo mundano en extraordinario. Cada día se suben a Instagram 80 millones de fotografías, con más de 3.500 millones de likes: “Yo, comiendo”, “Yo, con mi mejor amiga”. “Yo, en un nuevo bar”. En Facebook, millones de usuarios ofrecen detalles de su vida al mundo. ¿Nos está convirtiendo Internet, no solo en espectadores pasivos, sino en narcisistas ávidos de notoriedad fácil, obsesionados por conseguir amigos virtuales y por el impacto de nuestros posts?

Atención a las autofotos. No todos los que se hacen un selfie son narcisistas, pero un estudio realizado por Daniel Halpern y Sebastián Valenzuela, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, concluye que los individuos que se sacaron más fotos durante el primer año de la investigación mostraron un alza del 5% del nivel de narcisismo el segundo año. “Las redes sociales pueden modificar la personalidad. Autorretratarse, cuando uno es narcisista, alimenta ese comportamiento”, explica por teléfono Halpern. “En las redes, podemos mostrarnos como queremos que nos vean. Esa imagen perfecta que creemos que los demás tienen de nosotros puede alterar la que tenemos nosotros de nosotros mismos”, advierte. Tener impacto en las redes puede generar dependencia y también temor (el miedo a no ser el centro, al vacío de un post sin apenas me gusta).

La psicóloga Jean Twenge dice que los adolescentes se creen con derecho a todo y son más desgraciados

Además, el narcisismo creciente mueve dinero. Un reciente informe de Bank of America Merrill Lynch calcula que el consumo relacionado con los productos que nos hacen sentir mejory hacen posible un aspecto a prueba de selfies —lo llaman vanity capital— mueve en el mundo 3,7 billones de dólares. La firma, en su cálculo, incluye coches y otros artículos de lujo, operaciones estéticas, vinos de calidad, joyas o cosméticos.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? La intrépida carrera de logros personales que se exige a jóvenes y adultos explica parte del ansia narcisista. “La sociedad es hiperdemandante e hi­perexigente. Ahora, por ejemplo, hay que tener muchos amigos, vivimos hiperconectados. Mi padre no tenía amigos, tenía a su familia, y era feliz”, explica Rafael Santandreu, psicólogo y autor de Ser feliz en Alaska (Grijalbo), que vincula el narcisismo —y la frustración que puede generar— con la depresión, la ansiedad y la agresividad.

Hay causas que nacen en la infancia. Las teorías de Twenge han tocado un nervio cultural al culpar a padres y educadores de haber criado a una generación de narcisos diciéndoles lo especiales que son sin importar sus logros. Un estudio europeo publicado en 2015 en la revista PNAS argumenta que el narcisismo está vinculado a una educación parental que sobrevalora por sistema a los hijos. “Se les alaba en exceso y, con el tiempo, los niños se creen únicos”, explica uno de sus autores, Eddie Brummelman, del Instituto de Investigación para el Desarrollo Infantil de la Universidad de Áms­terdam. “Se confunde autoestima con narcisismo. Lo que hay que cultivar es la autoestima, que se consigue con cariño, apoyo, atención y límites”, añade.

'Narciso', de Caravaggio, expuesto en la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma.
‘Narciso’, de Caravaggio, expuesto en la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma.
 ¿Quiere decir que no hay que pensar a lo grande? No exactamente. Cultivar cierto ego saludable es beneficioso. Es lo que defiende Craig Malkin, psicólogo clínico de la Escuela de Medicina de Harvard. “Un poco de narcisismo en la adolescencia ayuda a los jóvenes a sobrellevar la tormenta y el ímpetu de la juventud. Solo la gente que nunca se siente especial o la que se siente siempre especial son una amenaza para ellos mismos o el mundo. El deseo de sentirse especial no es un estado mental reservado a imbéciles o sociópatas”, afirma en Rethinking Narcissism (repensando el narcisismo).

Forma parte Craig del grupo que considera que la mayoría de los estudios sobre narcisismo no han sido justos con los jóvenes y que los que hablan de epidemia exageran. El Inventario de la Personalidad Narcisista, un cuestionario básico para los investigadores de todo el mundo, incluida Twenge, es defectuoso, sostiene Craig. Entre otras cosas, esta herramienta considera negativo querer ser un líder o decir que eres decidido. “Las personas que disfrutan diciendo lo que piensan o que quieren liderar son claramente diferentes de los narcisistas que suelen recurrir a la manipulación y la mentira”.

“La imagen cuenta más que lo que hacemos y queremos alcanzar muchos hitos sin esfuerzo”, opina el psicoanalista J.-C. Bouchoux

Un exhaustivo estudio publicado en 2010 en Perspectives on Psychological Science intenta refutar la teoría de la epidemia. Realizado entre un millón de adolescentes en EE UU entre 1976 y 2006, los investigadores encontraron poca o ninguna diferencia psicológica entre los millennials y las generaciones anteriores, aparte de más autoestima. En un intento de relativizar el problema, encabeza ese trabajo una cita de Sócrates: “Los niños de hoy día [siglo V a. de C.] son unos tiranos. Contradicen a sus padres, engullen la comida y tiranizan a sus maestros”.

De un lado y otro del debate, de lo que no parece haber duda es de que es recomendable huir de las personas con altos niveles de narcisismo. Lo resume muy bien Kristin Dombek en The Selfishness of Others (el egoísmo de los otros), ensayo en el que analiza la abundancia en el mundo virtual anglosajón (y cada vez más en el español) de información relacionada con los narcisistas, sobre cómo reconocerlos y hacerles frente: “Uno de esos blogueros decía: ¿qué debe hacer uno cuando conoce a un narcisista? Ponerse las zapatillas y salir corriendo de inmediato”.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/02/03/ciencia/1486128718_178172.html

Fotografía: El País

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
«No éramos negros hasta que entramos en contacto con los europeos, éramos sólo personas»
noticia siguiente
46 museos y bibliotecas que han digitalizado todo su conocimiento y lo ofrecen gratis en internet.

También le podría interesar

“Cuando el silencio indiferente es cómplice del mal”

junio 1, 2025

La imaginación social en tiempos de pánico moral

junio 1, 2025

La criminalización de la protesta social como “nuevo...

mayo 23, 2025

Visitantes en este momento:

1.226 Usuarios En linea
Usuarios: RedaccionEM,619 Invitados,606 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    AFORES: un robo para los trabajadores. ¿Quiénes son y cuántas cuentas controlan?

    mayo 25, 2025
  • 2

    Banco Azteca es premiado con 25 % de las AFORES: Pedro Hernández de la CNTE

    mayo 30, 2025
  • 3

    EL PROBLEMA DE LA USICAMM ES… ¡TODO!

    mayo 31, 2025
  • 4

    La CNTE, la 4T y el fantasma de la irreformabilidad del neoliberalismo

    mayo 29, 2025
  • 5

    La primavera no se alquila: dignidad magisterial y respeto a la historia

    mayo 30, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 7

    CLAUDIA NO ES CÁRDENAS (obvio, no es una cuestión de género)

    mayo 28, 2025
  • 8

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (1/3)

    mayo 31, 2025
  • 9

    Y sin embargo obedecen. El cerco mediático contra el magisterio rebelde

    mayo 28, 2025
  • 10

    Nueva ley de transparencia menoscaba la democracia y rendición de cuentas

    mayo 30, 2025
  • 11

    Educación capitalista. Mercantilización, violencia y sometimiento tecnológico. Una lectura de la reciente obra educativa y pedagógica del profesor Renán Vega Cantor1

    mayo 30, 2025
  • 12

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (2/3)

    junio 1, 2025
  • 13

    Más de 2 mil personas resisten frente a Equinox Gold y desmienten a funcionario

    mayo 29, 2025
  • 14

    Nuevo León convierte a maestros en servidores públicos para quitarles derechos

    mayo 22, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Más de 32.000 desaparecidos en México: un...

febrero 5, 2018

La mentira permanente, nuestra amenaza más mortífera.

enero 4, 2018

La rebelión del México profundo.

julio 12, 2018