Por: Comité cerezo. 11/09/2024
El domingo pasado fue el último informe del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que en un mes será ya historia, no vamos a aplaudir lo que si hizo bien; uno, por que es su obligación y dos, por que lo que se hizo bien es, todavía, insuficiente para que los y las mexicanas gocen de una vida digna.
Lo que si vamos a hacer es, señalar que fue un día más de cuentas alegres, todo estuvo bien, no hay ni por asomo o error involuntario nada mal en seis años, es decir, ese pensamiento de que lo que se hizo fue lo posible hacer y que en seis años no se puede componer lo que en 38 años de neoliberalismo se realizó, sólo ha servido para justificar ese miedo terrible de la socialdemocracia a realizar una verdadera transformación.
Dentro del discurso triunfalista, digno del club de los optimistas y siguiendo las reglas de hablar en positivo, para que las chacras, el aura o el destino nos ayuden, AMLO dijo que : “Mientras en los sexenios de Calderón y Peña Nieto cada mes se empobrecían 100 mil personas, en nuestro gobierno, por el contrario, cada mes salen de la pobreza 100 mil mexicanos. De 2018 a 2022, según el Inegi, salieron de la pobreza cinco millones 100 mil personas, es decir, el 5.6 por ciento, algo que no sucedía en más de 30 años.
Inclusive, hace unos meses, el Banco Mundial dio a conocer que, del 2018 al 2023, la pobreza en México pasó de 34.3 millones de personas a 24.7, es decir, en cinco años, 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza.”
Acá debemos decir que hablar en positivo sólo sirve para ocultar una realidad, y esta nos indica que según las cifras maquilladas de la pobreza, aún 24.7 millones de mexicanos siguen siendo pobres, la realidad es que si el 75% de la población en el 2018 era pobre y 9.5 millones de mexicanos dejaron de serlo, en 5 años, quiere decir, hablando en cifras no optimistas, que se necesitan 60 años para que todos los mexicanos dejen de ser pobres, eso contando con que las condiciones económicas no cambien y los nuevos gobiernos, que ya dan visos de aflojar la transformación a favor de los millonarios y en contra del pueblo, mantuvieran el mismo ritmo de aumento al salario mínimo en más de un 150%, aunque como ya vimos, la próxima presidenta, ya declaró que sólo se incrementará un 50%, por lo que de entrada serían más de 60 años, como decía Bolvitnik, serían 150 años y eso no es transformación, eso es simple evolución y dadas las crisis económicas recurrentes, quiere decir que nunca, bajo este sistema social, capitalista, por muy bonito que sea, dejaran de haber pobres en México.
Todavía, AMLO, desbordado de optimismo nos asegura que: “En tiempos de Calderón, según cifras oficiales, un rico ganaba en promedio 35 veces más que un pobre; ahora la diferencia ha disminuido a 15 veces.” Lo que no dice, ya que está positivamente Decretando abundancia, es que viéndolo así, en promedio, puede parecer hermoso, pero si les decimos a quienes ganan un salario mínimo o incluso 10, que la riqueza de los 5 mexicanos más millonarios del país creció en promedio 226 por ciento, tan solo Larrea en seis años aumentó su riqueza en 33 mil millones de dólares, mientras que el mexicano más pobre, según AMLO gana 15 veces menos, en promedio, ganando un salario mínimo, ganó la fabulosa cantidad de 2 mil 257 dólares en seis años.
Incluso AMLO lo dice y se jacta de ello, que: “En 2023, los banqueros obtuvieron utilidades récord por 272 mil millones de pesos, 73 por ciento más que en 2018. Asimismo, el índice de la bolsa de valores creció en 25 por ciento.“
Y todos aplauden, cuando decir utilidades es igual a decir cuantos millones esos banqueros le roban a los trabajadores del país, si eso que aumentaron su inmensa fortuna en 2 mil 257 dólares en seis años.
Luego sigue una lista inmensa de todos los programas sociales o “migajas” y les llamamos así, si comparamos lo que recibe cada mexicano beneficiado con un programa social, con lo que ganaron Slim, Larrea y hasta el nefasto dueño de Tv Azteca, aunque AMLO los felicite por cumplir con su obligación de pagar impuestos, es decir que devuelvan al Estado una mísera parte de todo lo que se roban.
Y dónde quedó la democracia, es el título de este análisis, si podemos ver, todos los partidos, la socialdemocracia o la ultraderecha habla de ella y todos concuerdan que cuando están en el poder hay democracia, incluso AMLO habla de su origen etimológico jugando con los vocablos Kratos y Demos e incluso, la gran mayoría del pueblo también anhela esa famosa Democracia, pero como ya lo dijo un viejito barbón hace ya más de 200 años.
“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. […] Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época.”
Para comprender fácilmente, quiere decir que incluso lo que pensamos es producto de las ideas que nos vende quién tiene el poder económico de una sociedad y esté el PRI, el PAN o MORENA, cuando dicen democracia quieren decir que quienes mandan son los millonarios que garantizan seguir robándole democráticamente a los trabajadores, con lo cual, podemos asegurar como lo hace AMLO que si vivimos en una democracia, ya vimos cuánto nos roban los 5 más millonarios de México.
Incluso ese viejo barbón, que, de niño, yo confundía con Santa Claus dijo que: “Puede incluso ocurrir que, en el seno de esta clase [habla de la clase económicamente dominante], llegue a desarrollarse en términos de cierta hostilidad y de cierto encono entre ambas partes, [como la pelea entre fifís y chairos de alcurnia, no habla del pueblo trabajador] pero esta hostilidad desaparece por sí misma tan pronto como surge cualquier colisión práctica susceptible de poner en peligro a la clase misma, ocasión en que desaparece, asimismo, la apariencia de que las ideas dominantes no son las de la clase dominante […]”
Así, cuando AMLO dice: “Ahora, afortunadamente, estamos viviendo en una auténtica democracia, construyendo una patria nueva, enaltecida, fraterna.”, está hablando de la idea liberal o burguesa de democracia, en la cual efectivamente si vivimos, pero este significado es totalmente opuesto al concepto que persigue el pueblo, que es la democracia popular, dónde la mayoría, de manera directa ejerza el poder a favor del pueblo y no a través de la mediación de representantes que no son del pueblo, pero que hablan a nombre de él, como actualmente sucede.
Incluso Marx, nos dice que: “[…] cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de la que dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a imprimir a sus ideas la forma de la universalidad, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta.” como los término de democracia, seguridad, justicia social, derechos humanos, y muchos más que parecen universales, pero que en realidad son para que se beneficie sólo la clase económicamente poderosa.
Así que, cuando AMLO habla y dice que: “Ha quedado de manifiesto, entre otras cosas, la imperiosa necesidad de separar el poder económico del poder político y de que el gobierno represente a todas y a todos, a ricos y a pobres, a la gente del campo y de la ciudad, a creyentes y no creyentes. Necesitamos, eso no hay que olvidarlo, necesitamos continuar con esa política, una auténtica democracia, no una simulación, no una oligarquía con fachada de democracia, democracia verdadera, poder del pueblo.
Queremos kratos con demos. Democracia —lo hemos dicho varias veces— se compone de dos partes: demos es pueblo, kratos es poder, la democracia es el poder del pueblo. Lo que quieren los oligarcas es kratos sin demos, quieren poder sin pueblo. Al carajo con eso.” es un discurso que como dice Marx representa la universalidad del término de democracia burguesa, como si no existiera otro tipo de democracia.
Además dijo que: “Hemos sostenido y comprobado que funciona el principio de que: por el bien de todos, primero los pobres.“ pero ya en un análisis anterior decíamos que la ganancia de los 5 más millonarios mexicanos indica que primero fueron los ricos.
“Ha quedado demostrado que se puede gobernar en beneficio de todos los mexicanos sin aceptar recetas, modelos o agendas impuestas por organismos financieros internacionales, o por poderes hegemónicos de cualquier signo político o ideológico.”, pero omite decir que sea cual sea la forma en que se ha gobernado en México desde la Revolución mexicana es el sistema económico, político, ideológico capitalista, receta, modelo o agenda de la burguesía transnacional, de ninguna manera es una receta Azteca, Maya, Purépecha o Chichimeca, acá si es sólo, como lo ha dicho él mismo, pura palabrería.
Lo que si es una mentira o verdad a medias es lo que dijo AMLO sobre que: “A diferencia de lo que sucedía en los gobiernos neoliberales, ahora no se reprime al pueblo, no se ejecutan masacres, no se tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación de los derechos humanos y tampoco existe un narco-Estado como el que se configuró en el sexenio de antepasado.” y ahí si, pudo decir la verdad, que no con la frecuencia e intensidad que antes, pero negar lo que parte del pueblo sigue padeciendo es, ni más ni menos que una mentira y con ello, AMLO viola lo que decía era uno de sus principios, no robar, no traicionar y no mentir.
Y para muestra basta un botón, recordemos que el dirigente náhuatl Higinio Bustos Navarro es un preso por motivos políticos que en este sexenio fue detenido y sentenciado injustamente a 20 años de prisión.
Así que, es necesario reflexionar aún más, para poder entender que: uno, la separación del poder económico y el poder político es imposible en el Capitalismo, el segundo está subordinado al primero innegablemente; y dos, que la democracia a la que se apela es también una democracia liberal o burguesa y no es más demos que kratos, sino más kratos que demos en diferente medida.
Pero ¿Qué nos queda?, la desesperanza que ya invade a quiénes soñaron con un México mejor y aunque aceptan una mejora en general, ven que el término democracia no los incluye, como a millones de mexicanos, creemos que no, si bien no podemos decir, como lo dice la derecha y parte de una izquierda infantil, que AMLO es peor que la ultraderecha del PAN y el PRI, tampoco podemos aplaudir una transformación que a paso de evolución ha mejorado un 1% las condiciones miserables del pueblo mexicano en general.
Así que, a seguir organizados y en lucha, no queda de otra o regresará la ultraderecha y mientras la casta dorada de la izquierda se ira a escribir libros sobre su gran lucha en el exilio, también dorado, nosotros, el pueblo, nos quedaremos a seguir enfrentando a una ultraderecha que, ya no esta muy lejos, regresará e impondrá nuevamente sus objetivos a sangre y fuego.
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Fotografía: Contra línea