Por: Victor Ortega. 23/11/2024.
José Revueltas (1914-1976) ingresó en agosto de 1930 al Partido Comunista Mexicano (PCM), a los 16 años. El comunismo oficial llama a ese período “período de represión del PCM, 1929-1935”, cuando seguía fielmente a la dirección política internacional de Moscú.
En 1935 al VII Congreso de la Internacional Comunista (IC) asiste la delegación mexicana conformada por José Revueltas, Hernán Laborde, Miguel Ángel Velasco y González, que regresa con la política de “rectificación de posición” contra el “sectarismo” de Laborde y Valentín Campa y el “oportunismo” de militantes de los que solo conocemos los apellidos: Guerra y Lobato.
En 1940, el Congreso Nacional Extraordinario del PCM expulsa a Laborde y a Campa y elige a Dionisio Encinas como secretario general, que combate el “neolabordismo” de otros militantes de los que, nuevamente, sólo se conoce el apellido: Sánchez Cárdenas, Manrique y Fernández Anaya.
En 1943 inicia la lucha interna de la célula de periodistas José Carlos Mariátegui, conformada por Rodolfo Dorantes, Enrique Ramírez y Ramírez, Efraín Huerta, Rogelio Rivera, José Alvarado, Vicente Fuentes Díaz, Antonio Prieto, Carlos Rojas Juanco e Ignacio León, y los miembros del Comité Central, Velasco, Carnero Checa, Ángel Olivo y Luis Torres Ordoñez contra la dirección encinista, que es expulsada.
En 1944 inicia la publicación de El Insurgente, prensa de la oposición expulsada el año anterior. A su vez, se produce la formación del Grupo Marxista El Insurgente y de la Liga Socialista Mexicana (LSM). Ese mismo año se autodisuelve el Grupo Marxista El Insurgente para fusionarse con la LSM.
En 1946 se forma el Círculo Cultural El Insurgente tras fracaso de la LSM, con Leopoldo Méndez, el artista plástico, como presidente.
En 1947 se celebra la Mesa Redonda de Lombardo Toledano en Bellas Artes, con afán de unificación alrededor del nacionalismo revolucionario.
En 1948 se forma el Partido Popular, al que ingresa Revueltas, y se da la expulsión del “neolabordismo” del PCM, que forma inmediatamente el Movimiento Reivindicador del Partido Comunista, que se une a la Acción Socialista Unificada de Campa y Laborde.
En 1950: el MRPC y la ASU forman en Partido Obrero-Campesino Mexicano. De un modo u otro, Revueltas había colaborado con todos los grupúsculos mencionados y en 1955 abandona el Partido Popular. En 1956 Revueltas redacta su Declaración Política de Reingreso al PCM, tras platicar con David Alfaro Siqueiros (en el funeral de Frida Kahlo en febrero), que lo remite a Encinas, quien lo expulsó en 1943.
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En la versión oficial del comunismo en México, el “período de represión 1929-1935” mienta un período en el que la actividad del PCM constaba en un línea dura de confrontación con sus Estados nacionales (“clase contra clase”, diría el estalinismo internacional) que cambia en el VII Congreso de la IC, donde se reformula la línea política hacia una política de “frente popular” y de “colaboración de clases”, acorde al ajedrez geopolítico del Estado bolchevique.
Los 9 artículos de la Primera Parte del Tomo III de la Obra Política (2020), subtitulada Escritos Políticos (El fracaso histórico del partido comunista en México), de José Revueltas, dan cuenta de todas estas mutaciones políticas en su escritura. En mayo de 1959, Revueltas escribe Balance de una lucha interna y las perspectivas de la misma después de la derrota del movimiento ferrocarrilero, en los que formaliza el recorrido de la nueva disidencia interna del PCM desde el pleno de diciembre de 1956.