Por: Kaos en la red. 07/06/2018
A Iroel Sánchez y los compañeros profesores cubanos Carlos M. García Valdés y Gerardo Gómez Moreno.
“Para el modo de producción capitalista el comunismo de Marx es y permanece el espectro de la crítica radical. Sin embargo, mientras la teoría de Marx se siga interpretando en la vieja lectura obsoleta del marxismo obrero, ese espectro está condenado a ser inofensivo. La ley objetiva del colapso de la substancia fetichista se cumple igualmente sin crítica, pero entonces también sin esperanza”.I.
Robert Kurz
Después de años rehuyendo el enfrentamiento directo, observándose de reojo, midiendo las palabras con que se referían hacia el otro y calibrando cada paso dado a fin de no romper el frágil equilibrio existente, éste parece haberse roto entre los dos grupos cubanos, contradictorios y antagónicos, cuyas tendencias políticas, económicas e ideológicas marcan la realidad cubana hoy en día (por un lado el comunista, y por el otro, una amalgama y mescolanza entrecruzada de socialdemocracia y neoliberalismo), tras la publicación por Iroel Sánchez, en el Blog La pupila Insomne y después reproducido en el oficialista sitio web Cubadebate, posiblemente junto con Granma, órgano oficial del Partido Comunista cubano, la página web más visitada de la Isla en el ciberespacio, de un artículo de títuloII aparentemente inofensivo, pero cuyo contenido constituye una clara denuncia en la que el primer grupo acusa al segundo por sus contubernios y confabulaciones con los círculos de poder y lobbies anticubanos en EE. UU., así como el abrazo que hacen de las doctrinas económicas capitalistas y su empeño de aplicarlas en Cuba, subvirtiendo para ello el actual orden económico, político y constitucional de la Isla.
Hay que decir que de los dos grupos contendientes el menos ambiguo y más claro en exponer hacia el otro sus exigencias ha sido el bando socialdemócrata-neoliberal: pluripartidismo, una mayor generalización de las relaciones de mercado, ampliación de la empresa privada en tamaño y hacia sectores de más peso económico (entiéndase esferas productoras de valor), así como una reforma de calado de la Constitución que selle y certifique las anteriores demandas.
En el caso del grupo comunista el que, sin embargo, ostenta el poder político en la Isla, sus pronunciamientos hacia el otro grupo siempre han sido generalistas, con declaraciones enunciativas, sin entrar a fondo ni mencionar a nadie por su nombre y apellidos, así fuera una web, organización, diario digital, etc, etc (de los que, por cierto, ya hay varios en la Isla), como si de un enemigo abstracto e indefinido se tratara. Uno de los más recientes pronunciamientos de ese tipo ha sido en el discurso de Raúl Castro conmemorando los 55 años de la Revolución Cubana, en Santiago de Cuba, el 1 de enero de 2014; allí sin salirse del guión habitual y actuando como si no tuviera un claro y nítido enemigo interno, más letal y cualitativamente diferente y nuevo (como sí lo tiene ahora), y después de introducir el tema como parte de la “permanente campaña de subversión político-ideológica concebida y dirigida desde los centros del poder global para recolonizar las mentes de los pueblos y anular sus aspiraciones de construir un mundo mejor” expresó:
“En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral”III
El artículo de Iroel Sánchez, enumerando la historia reciente de los tejemanejes y componendas del grupo socialdemócrata/neoliberal con determinados “centros del poder global”, ha sido contestado por Pedro Monreal, uno de los más activos, agresivos e inteligentes portavoces de dicha facción en las páginas de su Blog El Estado como tal al que dedicó dos sendos artículos: Los ciber-inquisidores, el protocolo de la hoguera, y una trompetilla apresurada y seguramente incompletaIV, donde llega a comparar a los comunistas cubanos con el Inquisidor General de la Corona de Aragón durante la segunda mitad del siglo XIV, Nicolás Aymerich, toda unadesvergüenza histórica equiparar a los revolucionarios y comunistas cubanos, que le permiten a su grupo difundir libremente sus ideas en Cuba y andar exento de miedo por sus calles (posiblemente las únicas seguras de América Latina para que un turista las transite a cualquier hora del día, algo que me consta, y donde el último periodista asesinado fue hace 60 años durante la dictadura de Fulgencio Batista) con el genocida Aymerich, que envío a la hoguera a decenas de miles de personas por el simple hecho de que, como Monreal hoy en Cuba, profesaban ideas contrarias al orden y statu quovigente. Monreal ha llegado a tener la desfachatez de, en su rabia e impotencia intelectual, llegar a afirmar que “estos inquisidores (los comunistas cubanos representados en la cronología de Iroel) se quedan muy por debajo de la elegante (¡sic!) racionalidad normativa de Aymerich”V; no sabíamos que “nuestro” inquisidor gerundense era objeto de admiración por su racionalidad normativa en una tierra que después de la llegada a América, a fines del siglo XV, precisamente de los descendientes de Aymerich, los españoles, “a los 32 años de establecidos éstos en la Isla de Cuba, según las fuentes documentales cubanas, sólo quedaban 893 aborígenes”VI. ¡Tamaña y elegante racionalidad normativa Sr. Monreal que en tan sólo tres décadas exterminó una cultura que llevaba diez siglos de evolución en Cuba, para que usted la utilice como argumento en la réplica que con saña y rencor sostiene con “la blogósfera cubana de nuestros días”VII; y no satisfecho aún con el primero, cuatro días después, se aparece con otro, esta vez de título “feminista” Comentando una “coñología”: los hechos y los desechosVIII, sobre el que quisiéramos detenernos, puesto que ha sido el mismo el que nos ha incitado a escribir la presente opinión y, si bien las evoluciones históricas no comienzan ni terminan en un día determinado del calendario, éste post de Monreal por la ferocidad de los epítetos empleados, la dureza de las palabras utilizadas y el belicoso tono usado, nos lleva a pensar que la lucha entre comunistas y socialdemocracia/neoliberalismo en el debate político actual de Cuba ha entrado en una nueva etapa, cualitativamente superior, donde los contrincantes han pasado del conocimiento mutuo y la exploración del adversario al enfrentamiento más directo, donde la diplomacia en el lenguaje, mantenida hasta ahora, da paso a la rudeza y, donde lo comedido y delicado cederá cada vez más su lugar a la aspereza, porque el equilibrio (que ha mantenido hasta ahora la “unidad” de los dos contrarios) nunca es estático, es siempre un equilibrio en movimiento; se ha pasado, por tanto, a una fase de lucha más descarnada.
¿Qué ha dicho Monreal de todo el rosario de conjuras y conciliábulos que Iroel detalla en su cronología, aún así incompleta, del fracaso de las maquinaciones del grupo socialdemócrata/neoliberal de Cuba?
“invento”, “no me pidan que trate con respetabilidad algo que no lo merece” (irrespetable, por tanto), “ejemplo de indigencia intelectual”, “libelo”, “algo no respetable intelectualmente ni en broma”, “garabato”, “palabrería y artimaña”, “no es creíble”, “hay que tener estómago para leerla”, “prontuario con muchas aseveraciones que pueden ser desechadas”, “ciberescombro”,“bodrio”, además de utilizar en nueve ocasiones, para referirse a la Breve e incompleta cronología de un fracaso de Iroel Sánchez en Cubadebate, el “feminista” término COÑOLOGÍAIX, para hacerse sentir aún más prepotente y machista, ¡cuánta razón tenía Roswitha Scholz al decir que “el valor es masculino”! cuando vemos, al cobarde e insolente teórico neoliberal antillano, utilizar la parte externa e íntima del aparato genital de la mujer (de su propia madre) para concentrar toda su exasperación y cólera contra los comunistas cubanos que lo desenmascaran y que, para colmo, ante el cúmulo de hechos consumados los tilda de “infames”, “incultos” y que trabajan por el estómago cuando dice “ya sabemos que de algo tienen que ‘vivir’, aunque se presenten como defensores de ideales”X
Finalmente quisiéramos abordar los componentes estructurales del grupo socialdemocracia/neoliberalismo cubano: quiénes lo integran, cuál es la base social en la que se apoya y cuyos intereses tan afanosamente defienden, qué personajes públicos de Cuba se identifican con él y, para terminar, qué perspectivas de futuro le vemos.
Al abordar someramente el asunto lo primero que debemos advertir es que, como toda realidad social es complejo y sobre todo no es estático, está en constante movimiento, lo que hoy diremos en es una fotografía que está en desarrollo.
Este grupo socialdemocracia/neoliberalismo comienza a desplegarse, a ser visible como sujeto social propio, tras las reformas económicas de calado que Cuba ha desplegado aproximadamente desde el 2011, cuando un porcentaje no pequeño de su economía pasó a operar dentro de las relaciones de mercado y bajo la propiedad privada sobre los medios de producción, a lo que se suma una serie de profesiones liberales (artistas, músicos, bailarines, escritores, etc.) y profesionales (profesores, médicos, atletas, etc.) que han trabajado por su cuenta o han sido contratados por Cuba en el exterior, cuyo nivel de ingresos los ha alejado de las clases populares, consciente o inconscientemente, creándose una especie de “clase media” cubana cuya moral, gustos estéticos, estilos de vida, nivel de consumo, etc., va constituyendo un sector social cada vez mejor definido y cuyas aspiraciones, ideales e intereses ya no coinciden con objetivos puramente revolucionarios, lo cual no quiere decir contrarrevolucionarios, pero sí no revolucionarios, es aquí donde se encuentra la base social que nutre y en la que se asienta esa mentalidad socialdemócrata y neoliberal que hoy florece en Cuba y que, como toda fuerza social emergente anhela escalar nuevos peldaños en la escala social es, por tanto, atrevida, temeraria, intrépida; quiere eliminar los obstáculos que impiden su avance, tiene ansias, es optimista y no se a detener en la consecución de nuevos espacios y nivel de vida, aunque tenga que adjurar de su pasado “rebelde”, es decir, osada, dispuesta a correr riesgos y exponerse, decidida a afrontar al adversario, que es lo que ha hecho con determinación y sin titubeos uno de sus más brillantes representantes, el Sr. Pedro Monreal, pero lo mismo puede decirse de Omar Everleny Pérez Villanueva, Pavel Vidal Alejandro, Roberto Veiga, etc., etc., aunque para ello tengan que transgredir la ley y lo que el statu quo vigente considera políticamente correcto.
A este grupo anterior que es neoliberal y que no tiene vergüenza alguna en defender más o menos abiertamente (porque tampoco son unos tontos y advenedizos) la introducción en Cuba de las relaciones de producción capitalistas se suma otro, que podríamos llamar socialdemócratas, unos trasnochados que aún no se han enterado que ese modelo de desarrollo social, o la reforma progresista del capitalismo, si así quieren llamarla, “…solo prosperó en aquellos lugares y momentos en que fue compatible con el proceso de reproducción del capital.[y] Esa compatibilidad no existe hoy, ni en América Latina, ni en ninguna otra región del mundo [ni siquiera en Cuba, donde el capital pudiera aprovechar su “virginidad” como nicho de inversión]. Puede argumentarse que, a raíz del agravamiento de las contradicciones del capitalismo, es imposible que esa compatibilidad vuelva a presentarse…solo una transformación social revolucionaria, cualesquiera que sean las formas de realizarla en el siglo XXI, resolverá los problemas de América Latina [y Cuba]”XI
En ese grupo están acomodadas figuras como Silvio Rodríguez que antaño fueron el paradigma y ejemplo para muchos, y no solo en Cuba, cuando su accionar precisamente captó los latidos de una nueva época que estaba “pariendo un corazón”XII, y Leonardo Padura, otro de esos emblemasXIIIpor solo citar algunas, pero el grupo más neoliberal trata de cooptar personajes de más peso e influencia en la política cubana, como el ex ministro de planificación de Cuba, Humberto Pérez y algún otro economista y politólogo, en su afán de penetrar el férreo y rígido aparato de poder y toma de decisión en Cuba, aunque empíricamente hemos constatado en conversaciones en la Isla que la “contaminación” de los ideales de éste grupo está presente en un gran número de profesores universitarios y militantes del partido comunista, entre los cuales, por ejemplo, predomina la ingenua o consciente concepción de que el capitalismo “tiene algunas cosas buenas y hay que aprovecharlas”.
La acometividad del grupo, pero sobre todo de su facción neoliberal, es tan enérgica porque los sectores y espacios que la reforma económica (o Lineamientos como suele llamársele en Cuba) les ha concedido y a los cuales ellos representan, son pequeños y marginales. Si hasta el 2011, cuando verdaderamente florece, subsistieron en los intersticios de la economía socialista estatal y planificada, abasteciendo el mercado negro con mercancías robadas al sector estatal, corrompiendo y corrompiéndose (el origen primario de los medios de producción que hoy tienen los dueños de negocios con ánimo de lucro en Cuba proviene de fuentes ilegales y adquiridos con anterioridad a la actual fase de reformas) ahora, aunque el soborno y la putrefacción sigan imperando, y de hecho ambos siempre acompañarán la historia económica del capitalismo y de las relaciones de mercado, no están dispuestos a conformarse con las migajas que el Gobierno cubano (sector estatal de la economía y la propiedad) le han dado y ofrecido, quieren no sólo más sectores donde invertir, sino el derecho a tener empresas mayores, donde poder explotar un número más grande y considerable de obreros (los únicos que con su trabajo crean las riquezas y por ende enriquecen a sus dueños), sectores más fuertes económicamente, lo que en lenguaje marxista significa, nichos económicos creadores de bastante valor o capaces de captar valores, representados en el caso de Cuba en empresas con más elevado nivel tecnológico y/o en ramas claves y más estratégicas. Aunque lo niegue, Monreal se ha burlado en más de una ocasión de grupos de trabajadores honestos y humildesXIVque, sin embargo, le sirven de soporte y base social, pero cuya economía y nivel de creación de Producto Interno Bruto no vale para nada ni pesan en las estadísticas.
Esta naciente burguesía le asusta y avergüenza negocios y categorías económicas y laborales como las de ‘forrador de botones’, ‘pelador de frutas naturales’, ‘animador de fiestas, payasos y magos’; ‘cochero’; ‘criador-vendedor de animales afectivos’; ‘peluquero de animales domésticos’; ‘productor-recolector’; ‘vendedor de hierbas para alimento medicinal o de hierbas medicinales’; ‘reparador de colchones’; o ‘servicio de coche infantil tirado por animales’, éstos son unos “pordioseros” para el Sr. Monreal y no quiere oír hablar de ellas, las palabras que quiere escuchar y para las que batallará y trabajará con ahínco (¡sépanlo bien los revolucionarios cubanos! que aún quedan) y la letra y el espíritu de Comentando una “coñología”: los hechos y los desechos así lo demuestra son: pequeña y mediana empresa, acceso sin trabas al mercado exterior para vender y adquirir insumos y materias primas, pluralidad de partidos políticos (o por lo menos alguno más que el único existente hoy en día, el Comunista) a fin de moldearse un aparato estatal, provincial y municipal con unos representantes y unas instituciones legislativas serviles y leales, fácilmente manejables y corrompibles en un país con un salario medio de 30 dólaresXV, que le allanen el camino hacia la acumulación incesante de capital, cambiando para todo ello la “anticuada” Constitución Socialista madre y padre de todas trabas que obstaculizan el libre desenvolvimiento de su accionar. Eso lo saben Monreal y todo su cohorte de compinches y plataformas que les acompañan y financian, es preocupante que aún los revolucionarios cubanos no hayan salido a hacerle frente, por eso es encomiable y de agradecer que el bloguero Iroel Sánchez haya decidido tirar el pistoletazo de salida.
¿Pude considerarse al grupo socialdemócrata/neoliberal cubano en reglas generales unos disidentes, al estilo de los que en años anteriores recibieron en Cuba esa denostada denominación?
Pues sí, pero con unas características y perfiles distintos a los de antaño; éstos ni de broma pueden homologarse a los Payá, Soler o Elizardo Sánchez que fueron una creación de los poderes mediáticos de EE. UU. y de los “centros del poder global”; estos disidentes de ahora son más cultos, están mejor preparados, son paradójicamente el resultado de la obra de la Revolución en el campo de la educaciónXVI, mucho de los cuales los planificadores del sistema capitalista les han conferido becas en el exterior para que, en las universidades donde se forma la élite burguesa, completen su formación en los principios del capitalismo; los disidentes del pasado los movía más las ansias de alcanzar el sueño americano que cambiar el sistema sociopolítico y económico de Cuba, tener un abultado expediente conspirativo contra el gobierno cubano era la mejor carta de presentación para ser admitido en EE. UU., con todas las prebendas y ayudas subsiguientes; los de hoy en día no necesitan llenar esa imperativa hoja de servicios de complots y conjuras en contra del gobierno para poder salir de Cuba, puesto que en su inmensa mayoría salen y entran, residen con intermitencia dentro y fuera, viven holgadamente, rodeados de todo tipo de artilugios que el tecnoconsumismo banal de masas del capitalismo desarrollado ha sido capaz de crear; los antiguamente disidentes salieron de los márgenes sociales que también hay en la sociedad socialista, los de ahora no solo han salido de las universidades cubanas, sino que muchos, declarados o no, están dentro de las universidades; los de ayer sí llegaron a militar en el Partido Comunista aborrecieron de él, su idea era cambiar el sistema, pero contando con un empujón de afuera; los disidentes socialdemócratas/neoliberales del presente no ven ninguna contradicción en ser militantes del Partido Comunista, como ya dijimos no son unos contrarrevolucionarios como los que le precedieron, a tal punto que, una de sus grandes banderas y exigencias a los comunistas cubanos es el cumplimiento de las promesas enmarcadas en los llamados LineamientosXVII para los que los mismos son sus políticas, aunque insuficientes, incompleta, escasa y exigua. Esa segunda economía que surge amparada en los Lineamientos es la base material sobre las que se erigen las estructuras sociales y manifestaciones ideológicas contrarias y en controversia con el socialismo.
Compañeros revolucionarios cubanos les termino con esas palabras que tanto ánimo han dado a los revolucionarios cada vez que se han encontrado ante encrucijadas peligrosas y decisivas como ésta, que marcan época y deciden batallas: la lucha continúa, la victoria será nuestra.
LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ.
Fotografía: Kaos en la red