Por: Mateo Aguado. Iberoamérica Social. 26/12/2016
El crecimiento poblacional que los seres humanos estamos experimentando no tiene parangón en la historia de la humanidad. A día de hoy nuestro mundo cuenta ya con unos 7.200 millones de habitantes y, según estudios recientes, esta cifra -lejos de estabilizarse- podría llegar a los 10.900 millones para finales del presente siglo (cada minuto que pasa añadimos al planeta más de 150 personas) 1.
La mayor parte de este acelerado crecimiento demográfico se ha producido (y se está produciendo) sobre los grandes núcleos urbanos de nuestro globo. Tal y como muestran los datos que maneja Naciones Unidas, mientras que a comienzos del pasado siglo tan sólo el 14% de la población mundial vivía en las ciudades, hoy este porcentaje asciende ya al 54% 2. Este espectacular aumento poblacional urbano llegó a su punto clave en 2007 cuando, por vez primera en la historia de la humanidad, el porcentaje de personas viviendo en las áreas urbanas superó al porcentaje de personas del medio rural. Desde entonces y hasta nuestros días somos cada vez más los humanos que vivimos en las ciudades.
Sin embargo, es importante resaltar que este sensacional incremento demográfico urbano no se explica tanto por el crecimiento vegetativo de su población como por el tremendo flujo migratorio que estas áreas han venido experimentando. Actualmente se estima que migran cada año a las ciudades cerca de 77.000 personas en todo el mundo y, con ello, se espera que para el año 2050 más del 65% de la población mundial sea ya urbana (un valor que podría incluso ascender al 86% para el caso de los países de más altos ingresos).
Este peculiar fenómeno migratorio a escala planetaria trae consigo una importante disparidad geográfica en nuestro modo de ocupar el territorio. Así lo revela el hecho de que las ciudades, a pesar de albergar a la mayor parte de la población mundial, representan tan sólo entre el 2 y el 3% de la superficie continental global 3. Un contraste tan acentuado como este conlleva considerables repercusiones sociales y medioambientales que urge resolver.
Las ciudades como epicentros de deterioro ecológico y social
El proceso emergente de urbanización global que actualmente vivimos se ha constituido en torno a unas ciudades conceptualizadas cada día más como focos de crecimiento económico y consumo; unos focos que, a pesar de ocupar una superficie muy reducida, aglutinan ya alrededor del 90% del PIB mundial 4. Este hecho está favoreciendo el asentamiento urbano de un estilo de vida individualista, consumista, contaminante y tecnofílico que fomenta la aparición de una suerte de amnesia ecológica y de desnaturalización civilizatoria a partir de la cual estamos olvidando que nuestro bienestar y nuestra supervivencia dependen de los ecosistemas y de las redes comunitarias y colaborativas que sobre ellos seamos capaces de tejer 5.
Los ritmos de cambio socioeconómico de los núcleos urbanos se han desconectado hasta tal punto de los tiempos “naturales” de los ecosistemas, que amenazan con provocar graves desajustes ecológicos de consecuencias globales. Fenómenos como la contaminación, el cambio climático o la pérdida de biodiversidad dan buena cuenta de ello a la vez que nos alertan sobre la posibilidad que tenemos de acercarnos a un colapso civilizatorio de dimensiones planetarias 6.
El camino hacia la sostenibilidad global comienza por la transformación urbana
El ser humano ha entrado definitivamente en la Era Urbana, un nuevo tiempo en la historia de la humanidad en el que las ciudades se han convertido indiscutiblemente en nuestro “hábitat natural” 7. Este hábitat ha adquirido tal complejidad en las últimas décadas que su estudio y análisis está llamado a convertirse en uno de los temas prioritarios de investigación del recién comenzado siglo XXI. Así, la correcta gobernanza de nuestro urbano planeta requerirá de nuevos y audaces enfoques capaces de comprender los ecosistemas urbanos desde una aproximación sistémica, resiliente y multidimensional.
El metabolismo urbano es hoy tan profundo que controla la dinámica global de todo el planeta, haciendo que la sostenibilidad mundial dependa cada vez más de la sostenibilidad urbana. La batalla por la sostenibilidad y el bienestar global de la civilización humana será por tanto una contienda cuyo futuro se librará y decidirá en las ciudades 8.
Notas:
¹ Gerland, P., et al. (2014). World population stabilization unlikely this century. Science, 346 (6206), 234-237.
² United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2014). World Urbanization Prospects: The 2014 Revision, Highlights (ST/ESA/SER.A/352).
³ Schneider, A., Friedl, M. A., & Potere, D. (2009). A new map of global urban extent from MODIS satellite data. Environmental Research Letters, 4 (4), 044003.
4 Gutman, P. (2007). Ecosystem services: Foundations for a new rural–urban compact. Ecological Economics, 62 (3), 383-387.
5 Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España (2011). Síntesis de resultados. Fundación Biodiversidad. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.
6 Ehrlich, P. R., & Ehrlich, A. H. (2013). Can a collapse of global civilization be avoided? Proceedings of the Royal Society of London B: Biological Sciences, 280 (1754), 20122845.
7 Gleeson, B. (2012). Critical Commentary. The Urban Age Paradox and Prospect. Urban Studies, 49(5), 931-943.
8 Montes C. y Duque M. (2013). Una aproximación al concepto de resiliencia urbana en el Antropoceno. Flora Capital, (13), 7-10.
Para citar este artículo: Aguado, M. (2015). Migración urbana en un planeta abarrotado. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales (IV), 26-27. Recuperado de: http://iberoamericasocial.com/la-migracion-desesperada-una-cruel-necesidad-en-el-mundo-contemporaneo
Fuente: http://iberoamericasocial.com/migracion-urbana-en-un-planeta-abarrotado/
Fotografía: internacional.elpais