Por: JOSÉ DE JESÚS TEJADA MAURY. 11/10/2022
Las peripecias para resguardar el valioso ‘oro negro’
Las fábulas y las metáforas las pueden utilizar el historiador o el novelista, pero la academia no puede dogmatizarla e imponerla como literatura científica.
Si bien en publicaciones anteriores en la que se ha hecho referencia a los temas de medio ambiente y de fuentes energéticas dentro de las peripecias y trapisondas tendientes a predicar un dogma metafórico implantado con protocolos para «controlar», no las supuestas emisiones, sino el consumo y por otro lado acentuar de facto el robo y el saqueo del petróleo en algunas regiones estratégicas del planeta.
El predicar deterioro ambiental simultáneamente con políticas consumistas de energéticos respaldados con una literatura científica fraudulenta en lo que es fácilmente detectable lo absurdo de sus argumentaciones, que revisadas consensualmente caen el vacío y las inconsistencias científicas.
Quizás para el ciudadano del común el desconocimiento sobre el tema podría no desconcertarlo y aseverar que todo lo dicho y expresado por «científicos» es indiscutible. Lo que más debería de inquietarnos y preocuparnos a los investigadores es el matiz anticientífico que ha tomado la educación no sólo en Latinoamérica, en Norteamérica , en Europa y en general en todo el globo terrestre, una educación que está salida de su objetivo, la cual es formar al ser en su conocimiento y estructuración y además de ello prepararlo para que sea un elemento dinámico dentro del proceso de transformación de nuestra sociedad; sin embargo, la educación sólo está formando marionetas académicas para diseñar artículos de consumo e incrementar la ganancia capitalista, mientras el ser humano se ahonda en el más profundo abismo de la ignorancia y las condiciones y calidad de vida de los pueblos se ven desmejoradas.
Si bien a los apóstoles del supuesto cambio climático con toda su bazofia literaria que pulula en el seno de la academia y de las más prestigiosas universidades del mundo, tanto dentro de sus especializaciones en postgrados, maestrías y la cantidad de cartulinas y títulos que circulan y exhiben con arrogancia, es vergonzoso que dichos profesionales ignoren los conceptos de ciencias básicas y se hayan dejado conducir al oscurantismo académico y al mentecatismo seudo intelectual.
Se preguntará cualquier ser por muy ingenuo que sea, por qué hoy en día tenemos una educación al servicio de la mentira y que ninguno se atreva a revisar y cuestionar el papel de la academia y el perfil del profesional en lo referente a la formación y la praxis. No existen excusas de ninguna índole, sobre todo cuando se han efectuado cumbres de medio ambiente y se han establecidos pautas a seguir por parte de países con gobiernos depredadores, que irónicamente son los que más manejan este embeleco de los temas ambientales desfasados de toda realidad.
El hecho de que una entidad de prestigio como la NASA u organizaciones geopolíticas con influencia internacional como la ONU o la OEA, sólo se reúnan para tratar asuntos de novelas académicas sin fundamento científico, en donde sólo exhiben metáforas de academia convertidas en fábulas dogmatizadas a fin de servir a sus propios intereses. Por eso la UNESCO como entidad encargada debe revisar toda esta basura literaria que se ha vendido como «literatura científica» en temas de materia ambiental ya que lo que han hecho hasta el presente no se considera como ciencia.
Cuando se analiza todo el trasfondo del asunto se presentan conjeturas que nos llevan a elaborar elementos de juicio que indefectiblemente nos conducen al final de un callejón en donde quedan entre la espada y la pared todas esas instituciones académicas (universidades de más prestigio en el planeta, sin ninguna excepción) y organismos no gubernamentales que se dedican a difundir el engaño, el fraude, la mentira por el hecho de que ellos son los únicos beneficiados (ONU, OEA, etc.). Sin mencionar sus medios corporativos de gran prestigio y sus colaterales como Discovery Chanel, National geographic,etc.
Se está fomentando y difundiendo el mentecatismo académico con unos profesionales en las tinieblas del error o de la ignorancia que se convierten en los pésimos asesores que orientan las propuestas y los trabajos llevados a las cumbres sobre el medio ambiente. Caso que aún se recuerda es el de Colombia el argumento insustancial asesorado por los «sabios y expertos» de la Universidad Nacional de Colombia que llevó el presidente de esa época en el año de 1992 a la cumbre de Río de Janeiro la cual concluía «es a los países industrializados a quienes les corresponde controlar las emisiones de CO2», argumento que sigue como espectro académico a la posteridad, ignorando los ciclos de este gas y su papel dentro del desarrollo de la vida. Ignoran que las plantas que más absorben gas carbónico son las gramíneas por estar a nivel del suelo y, sin embargo; retiran estas plantas para llenar esos espacios de cemento ¿Qué se puede esperar de discípulos de semejantes esperpentos académicos? El mundo académico y científico no puede seguir el sendero del fraude, la ignorancia y el engaño por error de sus pioneros o por estrategia mal diseñada de los que tuvieron a su cargo asesoramiento a quiénes se lo solicitaron, verbigracia La NASA entre una de ellas.
Cómo es posible que ninguna entidad académica a nivel mundial se haya detenido a discernir y validar las características del petróleo y argumentar con elementos de juicio que el petróleo no es un fósil ,es un combustible biológico, conformado por hidrogeno y carbono, totalmente renovable si se analiza a profundidad la forma tan natural como se produce a través de la fermentación de ácidos grasos y con fermentación que produce un gas llamado metano , además ignorar que el petróleo se produce en presencia de la Bacteria Bacillus Perfringens. Perfringens y que si la academia hubiera tenido aserto no habría de qué preocuparse por el «agotamiento» de este combustible biológico y natural. En publicaciones anteriores se sugirió no vaciar los pozos petroleros, sino dejar al menos un 30 por ciento de su nivel y volverlos a sellar para confirmar mediante experiencia práctica que efectivamente se puede repoblar.
Cómo es posible que ninguna entidad académica a nivel mundial se pronuncie con respecto al único y verdadero gas de invernadero que es el vapor de agua ya que evita que el suelo se enfríe tan pronto se oculta el Sol ya que la temperatura se mide en grados centígrados y para tener referencia se toma la caloría como la cantidad de calor que se requiere para elevar la temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado. La caloría no toma como referencia al gas carbónico o al gas metano, pero sí pretenden utilizar al hidrógeno derivado de una materia prima como es el agua (el agua es el combustible de los depredadores) con la quema del hidrógeno se producirá vapor de agua (único gas de invernadero). Son conceptos elementales que han ignorado nuestros especialistas, pero sobre todo los «sabios» que asesoran a La NASA y los «científicos» de las más prestigiosas universidades del planeta.
Resulta hasta ingenuo pensar que tan mal asesorados han estado, porque han caído en la desinformación perversa que hasta las ideas más necias se han concebido para sostener sus fiascos académicos, llevando a la humanidad a tener un sistema educativo falseado, asunto de extrema gravedad, que requiere de una atención minuciosa y especial.
Washington con paroxismo mental crisis de insomnio y angustia económica por satisfacer su sed de petróleo, pensando en que sus reservas se agotan tratando de ignorar que en el mundo existen países cuyas reservas cuentan para más trescientos años, infortunadamente para ellos la naturaleza no ha sido benévola con sus reservas. Hasta el día de hoy sus reservas estratégicas de petróleo están en 434,1 millones de barriles, sin embargo; tratan de no tocarlas a la par que desatan por el mundo una guerra para obtenerlo a como dé lugar, pensarán que si se agota en los otros países ellos se quedarán sin sangre para sus maquinarias. Es en este punto en donde muy posiblemente se han diseñado todas estas estrategias sobre el «cambio climático», el «calentamiento global» para tratar de detener el consumo y que esas reservas en el mundo le estén disponibles, situación que ahora les cambia, pues; no previeron el cambio geopolítico del orden mundial, situación que se les sale de sus manos, quisieron pisotear la dignidad de muchas naciones e impedir su desarrollo violentando sus soberanías, matando y asesinando personas inocentes para imponer ese sistema de democracia y libertad que sólo ha traído miseria, desolación y ruina en los lugares en donde la han aplicado.
Mientras Argentina, Bolivia y Nicaragua se piensan embarcar en la loca aventura de la peligrosa y contaminante energía nuclear que ahora para los depredadores del planeta es una «energía verde», Colombia se mide al atraso ingenuo de las contingencias de los paneles solares y los aerogeneradores, situación que no le ha interesado a ningún otro país, ya que si esa fuera una solución ya el asunto estaría arreglado de una forma tan sencilla. Cualquier ser por ingenuo se percata de que este es una sistema y estrategia neoliberal y de sumisión, ya que dejaría al país con un sistema eléctrico de mucha fragilidad y dependiendo de la importación de insumos y ello implicaría seguir sometido a los poderosos. No habría soberanía energética y el sistema caería en incompetencia técnica.
Nos retrotraen ahora el término decrecimiento económico o bioeconomía como la última estratagema que, lo que busca es el cuidado y la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, desconociendo que la protección del medio ambiente es un asunto ético, de dignidad y de soberanía nacional.
Es un asunto que se debe ventilar a alto nivel sobre la «mala calidad» de la educación a nivel global por la ignorancia de los «sabios y científicos» que diseñan la «literatura científica» que se imparte en «universidades», escuelas, colegios y a nivel de especializaciones en materia de ciencias naturales o de educación ambiental. Ya a esto se le había dado la denominación de «Mitociencia» dado que no sólo se hace en esta materia, sino que sigue una pauta general en otros terrenos del saber cómo lo son en el campo de la salud y la medicina. Lo más grave del asunto es que hasta con premios nobeles de paz (Al Gore) y de física (el nobel de física 2021 ha sido para dos expertos en «modelos físicos de cambio climático», los «hallazgos» de los tres científicos están relacionados y «aportan» mucho para comprender el clima y «predecir el cambio climático») han galardonado esta mentira. Deja muchas dudas la idoneidad no sólo del comité de selección a estos premios, sino también el calificador y otorgante.
El vampiro petrolero podrá sufrir un ataque de rabia ante su necesidad de demanda y se aliará hasta con el mismo demonio para obtener el petróleo o lo hará a través de la violencia y saqueo como está acostumbrado a hacerlo.
La única y verdadera alternativa de generación eléctrica (o energía alternativa para el mundo académico y científico) será la de autoinducción y cogeneración simultánea por ser cero emisiones, no depredadora ya que en ninguna circunstancia utiliza el agua como iniciador, complemento o suplemento.
Conclusiones
Esto de la transición energética es una farsa ideada por las marionetas de la NASA y acolitada por el servilismo intelectual con la ignorancia profesional a nivel académico global. Se denota la falta de creatividad y de discernimiento de nuestros sabios y especialistas que se arrodillan ante la mentira orquestada para evitar que las reservas estratégicas de Estados Unidos de Norteamérica que seguirán disminuyendo si no se deciden en repoblarlo mediante sugerencias hechas en párrafos anteriores, para que los diferentes depósitos del mundo se conviertan en sus reservas alternativas porque las de ellos se están agotando.
Se dice y se refrenda que es una farsa y que debe despertar una alerta máxima a los países con mayores reservas de petróleo del mundo como es el caso de la Federación Rusa y de la República Bolivariana de Venezuela y se reitera por qué toda la movilización en contra de la Federación Rusa que busca doblegarla para someterla y apropiarse de una de las mayores reservas del mundo para después perfilarse hacia el país con la mayor reserva de petróleo del mundo (Venezuela). Todo esto se infiere gracias al sencillo argumento que se ignoró de parte de los sabios y especialistas del mundo académico y científico de que el gas carbónico (CO2) cumple un ciclo en la naturaleza que las plantas a través de la fotosíntesis absorben el gas carbónico y que los excesos de dicho gas son disueltos por los océanos formando el carbonato de calcio y este en su decantación conduce a la formación de políperos calcáreos, algas (actinia) y corales, por consiguiente, este gas bondadoso es un benefactor del ecosistema y materia prima para la continuidad y perpetuidad de la vida en el planeta tierra. ¿Qué les sucedió a los sabios de las más prestigiosas academias, universidades y centros de investigación del planeta? ¿Podrán seguir la retórica de que las fuentes energéticas del planeta se están agotando, cuando son las de ellos y no las del planeta?
El mundo académico y científico tienen la palabra…
Notas
Ecologismo de antifaz.
El enfriamiento global es una realidad científica.
No es una crisis climática.
El uso del hidrógeno: otro fiasco universal.
El fracaso de la industrialización del hidrógeno.
El mito del calentamiento global.
Por qué no habrá más glaciaciones.
Acerca del «efecto invernadero».
El petróleo no es un fósil.
La academia ha sepultado a la epistemología.
Energía del futuro para un mundo más humano y en paz.
El indignante comité del Instituto Karolinska.
Investigador científico. Estoy muy interesado en que la academia no siga la senda del oscurantismo en la que se halla inmersa en la actualidad, además el perfil de la academia debe ser científico y no dogmático, impuesto por sugestión de autoridad. Hacer énfasis en el estudio práctico de la epistemología como la herramienta principal de los investigadores. En mi obra «La enfermedad, un gran negocio. La salud, una costosa mercancía» introduzco conceptos innovadores y busco reorientar la medicina por un cauce más científico y humano.
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Fotografía: Meer