Por: Claudio Escobedo. Educador de Coahuila. 08/12/2019
El pasado primero de diciembre se cumplió un año de la gestión del gobierno federal de la 4T de Andrés Manuel López Obrador. 12 meses de cuestionamientos incesantes de parte de la derecha y los grupos conservadores que no han podido digerir de que el poder político de este país ya no les pertenece.
Un tiempo todavía muy corto para valorar correctamente los alcances que ha logrado conseguir el nuevo gobierno, sobre todo si consideramos la gran cantidad de truculentos negocios, desviaciones y privilegios ilícitos que dejaron de herencia las anteriores administraciones prianistas que saquearon y endeudaron terriblemente el país.
Hay dos ejemplos muy ilustrativos de este desaseo gubernamental, el primero es sin duda la descomunal deuda pública que llevamos en la espalda todos los mexicanos, donde de acuerdo al comunicado No. 101 de la Secretaria de Hacienda fechado el 29 de noviembre de 2019, entre la deuda interna y externa, nuestro país acumula una gigantesca cantidad de cerca de 10 billones de pesos, una inmensa deuda por la que se pagó en 2019 cerca de 600 mil millones de pesos solamente para cubrir los intereses.
El segundo ejemplo es el grandísimo sistema de seguridad social, el cual se embolsó aproximadamente 800 mil millones de pesos en 2019 para satisfacer sus compromisos de pensiones. Estamos hablando del 12 % del presupuesto nacional, de los cuales, el 7% de los pensionados recibe mensualidades entre 80 y 100 mil pesos, pensiones muy altas que tienen un dudoso mérito laboral.
Estamos ante dos compromisos financieros que absorbieron 1.4 billones de pesos, casi una cuarta parte del presupuesto nacional, lo que deja al nuevo gobierno con un margen de maniobra muy limitado para generar nuevos proyectos económicos y de inversión pública; los dineros del presupuesto público prácticamente ya estaban comprometidos y etiquetados para 2019.
Aún y todo esto, el gobierno de López Obrador en este primer año hizo muchos esfuerzos para eficientar los dineros del erario público, impulsó una serie de acciones que han cambiado el rostro de la política de gobierno, medidas que si bien no son suficientes, sí representan el inicio de una transformación que estábamos ya anhelando muchos millones de mexicanos.
1.- Se reorientó una parte del presupuesto al gasto social, de 50 mil millones de pesos que en promedio se programaba en los sexenios anteriores a este rubro, pasó a 250 mil millones de pesos en 2019. La pensión universal a adultos mayores, las becas a jóvenes estudiantes y el apoyo a personas con capacidades diferentes son algunos de los programas que se impulsaron inmediatamente.
2.- Se empezó un combate frontal al huachicoleo de combustibles, acción que le ha ahorrado al gobierno federal la nada despreciable cantidad de 50 mil millones de pesos, lo que le dio algo de solvencia y dinero fresco para sostener sus proyectos.
3.- Se inició una firme y contundente campaña contra el viejo sistema de corrupción gubernamental, donde se han eliminado moches y favores para reorientar dineros públicos a estados y municipios, los cuales gastaban los recursos financieros en la más entera discrecionalidad y falta de transparencia.
4.- Se modificó el sistema tributario que evadía y condonaba impuestos. Un ejemplo de esta gran evasión es la baja recaudación fiscal de nuestro país, mientras el promedio de los países de la OCDE es de 34.2%, en México esta recaudación apenas llega al 16%. Un sistema tributario con infinidad de fugas gracias a complicidades y trampas entre el gobierno y miles de contribuyentes inmorales; con la creación de la nueva ley anti factureros se da un gran avance para curar este cáncer de la evasión fiscal.
5.- Se implementó el programa de austeridad republicana, donde se ahorró mucho dinero público que se despilfarraba en las dependencias federales, así también se creó la nueva ley de remuneraciones que gradualmente está terminando con los exorbitantes salarios de la alta burocracia mexicana.
6.- Se inició un cauteloso y ordenado manejo de las finanzas públicas, en este primer año no se incrementó la deuda pública, el gobierno ha conservado finanzas públicas sanas y transparentes, el gasto corriente se ha hecho con disciplina y responsabilidad.
7.- Se paró el incremento contínuo y sistemático de los precios a los combustibles, no hubo alzas en 2019, las tendencias de incremento que se venían dando año con año desde 2006 hasta 2018 se logró contener en este primer año de gobierno de AMLO.
8.- Se trabajó para mantener el nivel de inflación en 3.2% según datos del Banco de México, es el nivel de inflación más bajo en los últimos 10 años.
9.- Se mantuvo la estabilidad en los precios de las divisas, el tipo de cambio del dólar con respecto al peso mexicano también se logró contener, incluso bajo unos centavos, lo que ayudó a mantener los mismos precios en muchos productos de consumo del mercado nacional.
10.- Se logró una inversión pública importante de caminos rurales en el sureste mexicano, donde la red de caminos y puentes era muy deficiente, además se empezó a invertir en proyectos estratégicos para el país como la refinería de dos bocas y la remodelación y mantenimiento de las otras refinerías ya existentes, las cuales estaban en el total y absoluto abandono.
Estamos ante 10 acciones del nuevo gobierno que muestran con claridad una diferencia notable en la forma de hacer gobierno con respecto a otras administraciones, el gasto corriente se enfocó a atender necesidades urgentes y por supuesto a apoyar a los grupos más vulnerables y pobres del país.
Es cierto que hay dos asignaturas muy importantes que todavía no han tenido los resultados esperados, sobre todo por lo delicado y complejo del tema. La violencia que se disparó y seguramente alcanzará cifras record, siendo el 2019 el año más violento en la historia del país. El otro es el nulo crecimiento económico, 2 temas que han empañado la gestión de la 4T. Dos asignaturas en las que se debe tener urgentemente mayor eficacia, puesto que la derecha y los grupos de privilegiados del pasado aprovecharan al máximo esta dos debilidades para fustigar y desacreditar los esfuerzos de transformación que está impulsando el Presidente López Obrador.
Tenemos 10 logros indudables del Presidente, la gestión de gobierno es distinta, es más limpia y transparente, no en vano ya ha generado la confianza de la inversión directa extranjera, que este primer año alcanzó la cifra record de los 37 mil millones de dólares, hay una confianza en la política del nuevo gobierno que no se veía en muchos años. El plan de infraestructura anunciado en días pasados por el gobierno de la 4T ya genera muchas simpatías y aceptaciones entre los grupos financieros, lo que se traducirá en la inversión privada y pública de un billón de pesos en los próximos 5 años.
Todo ello por supuesto genera confianza hacia nuestro país, ven en el nuevo gobierno estabilidad, responsabilidad y firmeza de hacer bien las cosas, pero sobre todo, de una política de cero tolerancia a la corrupción y la impunidad.
Sin duda el 2020 pinta mejor para la 4T, los cimientos del cambio están en proceso de construcción, los nuevos vientos soplan ya en una nueva dirección, el renacimiento de nuestro país cada día esta más cerca, de eso, no hay la más remota duda.
Fotografía: proporcionadaporelautor