Por: Egbert Méndez Serrano. 23/03/2025.
A continuación, transcribimos la segunda y última parte de la entrevista que le realizamos al escritor tsotsil Mikel Ruiz. La primera parte se puede leer aquí. Su novela, El origen de la noche, fue reconocida con el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2023. Está ambientada en los sucesos que derivaron en la matanza de Acteal el 22 de diciembre de 1997.
EM: ¿A qué contexto debes que, hasta ahora aparezca una obra como esta, a casi treinta años de ocurridos los sucesos? Perdón por mi desconocimiento, ¿hay otras desde esta perspectiva interna de las comunidades? ¿Afrontando lo trágico, sin dicotomías simples entre bueno/malo?
MR: Bueno, esa es otra historia. Una historia que tampoco está tan separada de la cuestión del levantamiento del EZLN. Recordemos que si bien antes del EZLN ya había grupos culturales que se agrupaban para buscar maneras de expresarse artísticamente, el 94 de algún modo visibilizó todas estas exigencias ante el gobierno, la atención necesaria para las culturas. Sabemos todas estas cosas que se exigían. Y esto, de algún modo, permitió que también se crearan ciertas instituciones para atender esas necesidades artísticas y culturales. En este caso, en este rubro.
En mi situación, por ejemplo, yo estudié literatura en la licenciatura, pero después pude estudiar diplomados, seminarios, en una institución de gobierno que fue creada justamente para atender a los hablantes indígenas y su formación artística, en mi caso literaria. A partir de ahí pude conocer gente, pude tener formación, talleres con escritores, que me permitieron ir planteando esta necesidad de contar nuestras historias, las historias de nuestros pueblos.
Cuando en el transcurso de revisar la literatura del siglo XX, el indigenismo hizo lo que quisieron para mostrar cómo eran las realidades, cómo eran los pueblos indígenas, desde una visión externa, desde luego. En mi caso me tocó maestros que me dijeron, pues es que ahora ustedes tienen que narrar sus realidades, ustedes tienen que confrontar las visiones externas, ustedes tienen que plantear sus propias preocupaciones, ya sea desde su lengua o desde el español, en cualquier idioma en realidad, pero que lo hagan ustedes, los que viven desde dentro, los que de algún modo se habían sentido impelidos de otros discursos, y que ahora ustedes tienen la posibilidad, bueno, hagan uso de la palabra.
Y eso a mí me hizo despertar en esta necesidad de confrontar las realidades que se han construido sobre los pueblos y, por supuesto, sobre mi pueblo y sobre la cultura, sobre mi cultura a la que pertenezco.
Y esto ha hecho que, desde mi necesidad, digamos, claro, tengo que hablar de esto, tengo que narrar esto, tengo que contar esto, y ya desde mi propio estilo, desde mi propia propuesta.
EM: ¿Entonces es un movimiento que se empieza a construir?
MR: Está en construcción, porque no tiene mucho tiempo. La literatura en lenguas originarias, incluso a nivel nacional, lleva no más de treinta años, a lo mejor es un poco exagerado. Podría ser como relativamente muy poco, o podría ser como ya bastante: treinta años. Pero en comparación de más de dos mil años de la literatura occidental, treinta años es nada. Estamos en proceso, en construcción de esta literatura, —como insisto siempre— en los escritores que venimos de pueblos originarios, pero cada vez somos gente que hemos ya asistido a cursos, talleres y creo que somos también lectores, entonces eso hace que nuestro discurso también se modifique y se construya con una gran fuerza.
EM: Y en eso que están construyendo ¿ya hay algunas redes en dónde los podemos encontrar? ¿O cómo podemos acercarnos a lo que están haciendo?
MR: Sí, en bastantes lugares. Mira, en mi caso personal, puedes buscar en Facebook la página del Colectivo de Escritores Tsotsiles Jal K’opetik, es un grupo que yo tengo, es un colectivo que también he tratado de formar con escritores tsotsiles, donde tengo alumnos que ya han ganado premios en cuentos. Y que también están construyendo, desde luego con hombres y mujeres, que me parece que es el momento justo para comenzar a buscar nuestras propias necesidades discursivas para hablar de la realidad que vivimos, o no exactamente actual, sino también puede ser realidades pasadas o realidades imaginadas hacía un futuro, pero que lo hacemos hoy.
EM: Muchas gracias por la entrevista.
Fotografía: Tomás Perez (tomada de las redes del Colectivo de Escritores Tsotsiles Jal K’opetik)