Por: José Yorg. 18/09/2024
“No te des por vencido, ni aún vencido; No te sientas esclavo, ni aún esclavo. Trémulo de pavor siéntete bravo. Y arremete feroz, ya malherido”. Almafuerte.
“La libertad es un cuento si no se lucha por ella no solo por las estrellas tiene luz el firmamento”. José Larralde.
“No estoy para nada de acuerdo con los que se van del país. Si tu mamá está enferma, ¿Vos te vas a ir y vas a volver cuando esté mejor y te pueda preparar tortas fritas y el mate? No viejo, acá hay que quedarse y laburar entre todos para sacar a los chorros de donde están. Si te vas, les estás dando la razón y nos van a seguir afanando. Hay que quedarse porque es la única manera de salir del pozo”. José Larralde.
El cooperativismo es un movimiento socio-económico surgido como reacción ante las desgracias humanas que implicó el desarrollo del capitalismo industrial allá en la Inglaterra del siglo XIX y desde entonces recorre caminos que a veces lo desvían de su derrotero principal, de su principal bandera, sin embargo, la principal la bandera del cooperativismo sigue siendo “transformar las estructuras socio-económica del mundo por sus propios medios” , principio Rochdeliano, aún vigente, a pesar de todo, diría por la fuerza de la realidad dolorosa.
El hambre campea en Inglaterra y el cooperativismo renueva entonces su compromiso transformador ante tal humillación social.
En efecto, y es posible deducir las causales y las soluciones, por ejemplo, hace unos días nomas recibí un correo enviado por el Sr. Paul Waugh, primer Diputado laborista y cooperativista de Rochdale, exponiéndome situaciones difíciles para el pueblo derivados de la aplicación de políticas neoliberales.
En principio Waugh rememoró episodios históricos: “mi circunscripción de Rochdale tiene una orgullosa historia y una conexión con el movimiento cooperativo, desde 1844, cuando los pioneros de Rochdale establecieron allí la primera cooperativa moderna…”
Y continuó “Los pioneros de Rochdale vieron la desigualdad en su área local y decidieron unirse y tomar las medidas necesarias para crear una comunidad y una sociedad más justas, incluida la creación de los Principios de Rochdale, un conjunto de ideales que preveían la membresía abierta de las empresas, un mayor control democrático y la prioridad de las preocupaciones de la comunidad”.
“Muchos de los problemas actuales, al igual que en 1844, requieren soluciones cooperativas”.
“Ya se trate de empoderar a nuestras comunidades locales para que tengan más voz y voto sobre el futuro de los edificios y locales de sus barrios, abogar por la expansión del acceso a los planes de energía comunitaria o aumentar las protecciones para nuestros trabajadores de comercios y tiendas minoristas. Los cooperativistas tienen un plan para todo eso, pero para hacerlo realidad necesitamos el apoyo de nuestros miembros del Partido Cooperativo”.
Este testimonio que da un europeo de uno de los países más desarrollado capitalistamente nos brinda sobradamente luz sobre la necesidad de transformar socio-económicamente el actual mundo. Por tanto, la principal bandera del cooperativismo sigue siendo transformar todo lo que debe ser transformado para construir un mundo mejor.
Ahora el cooperativismo puede dilucidar científicamente la esencia de la desigualdad social bajo el capitalismo financiero, última etapa del capitalismo, por eso en Davos tratan en vano de resetear o reiniciar el capitalismo. Hoy están expuestos las leyes que rigen al capitalismo, de su derrotero agotado. El cooperativismo puede, si está dispuesto a ello, hallar la manera de construir poder político cooperativo y ser entonces, capaz de ser la avanzada creadora del nuevo mundo, de nuevas sociedades justas y equitativas.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: José Yorg