Por: Gustavo Espinoza M. Rebelión. 15/08/2018
-Compañero Carlos, ¿Cómo valora Ud. lo que está sucediendo actualmente en Nicaragua? ¿Cómo lo califica y cómo lo acredita? ¿Qué opinión tiene respecto al proceso que está viviendo en estos días su país?
Bueno, lo que estamos viviendo en Nicaragua es la aplicación del formato de derrocamiento de gobiernos no afines a los Estados Unidos, que se ha estado aplicando en muchas partes del mundo, en Ucrania, en los países árabes, en Venezuela. Un formato que en cada realidad especifica tiene ciertas características. En el caso nuestro ha tenido diferentes etapas.
La primera de ellas, fue un caos general. Posteriormente, el golpismo combinó convocatorias masivas, y manifestaciones pacíficas con actos violentos de agresiones a sandinistas, y de destrucción de bienes públicos, de casas de personas, también de derribamiento de monumentos simbólicos como los árboles de la vida.
Entonces esa combinación fue el punto de partida para la etapa que llegó posteriormente, que fue la del terror. Ellos preparan políticamente la etapa del terror, luego de aplicar una fórmula, porque en la etapa de combinación de las manifestaciones pacíficas con los actos vandálicos y violentos, ellos desarrollaron una fórmula para crear falsas masacres. Esa fórmula consiste en atacar a los sandinistas con grupos armados, y luego presentar los muertos de ambos bandos sumados, como producto del enfrentamiento que se da por iniciativa de ellos, como si fueran víctimas mortales de una masacre perpetrada por las fuerzas policiales y paramilitares.
Esa es la fórmula que ellos aplicaron para hacer creer al mundo que aquí había un gobierno genocida que mataba civiles. A medida que ha transcurrido el tiempo, se ha logrado ir esclareciendo cada vez con mayor detalle la realidad. Y cada vez más gente ha logrado salir del engaño producto de estas manipulaciones.
Después de esta etapa, vino la del terror, como decía anteriormente, en la cual el modus operandi del golpismo fue la colocación de tranques en las carreteras y de barricadas en las ciudades, y en este último caso contribuyó el papel de los medios de comunicación de la derecha generando histeria colectiva a través de noticias falsas de enfrentamientos ficticios, de ataques ficticios, por lo cual mucha gente, desinformada, levantaba barricadas no porque estuviera en contra del gobierno sino porque quería evitar que en su cuadra entrara, digamos, el enfrentamiento; como una forma de autoprotección.
Entonces los medios de comunicación de la derecha lograron un mayor nivel de teleaudiencia, debido a que, de manera permanente, estaban presentando sus falsas noticias. Entonces, la gente buscaba los medios afines al gobierno y encontraba otras cosas que no eran noticia de lo que estaba sucediendo. Sí había noticias también de lo que estaba sucediendo, pero era en el momento en que sucedía y era la noticia verdadera. Pero en los medios de la derecha era todo el día repitiendo las mismas noticias, en muchos casos falsas. Entonces la gente sentía que si ponía el medio de la derecha, estaba más informada. Es una sensación engañosa de sentirse informado, que es una necesidad natural. Entonces eso le permitió a los medios de la derecha aumentar la cantidad de gente hacia la cual ellos llegaban. Eso contribuyó mucho a la guerra psicológica, mediante la cual a través de la mentira, llevan a la gente al odio, a la culpa, sean opositores o sandinistas, y de ahí al miedo.
Y el miedo, se manifiesta como agresión en el caso de los opositores, y como un estado mental de baja autoestima y toda una serie de cosas, en el caso del sandinismo; al menos ese es el esquema que ellos tienen, que al final no les resultó. Porque por ejemplo en esa etapa del terror, ellos a través de los tranques y las barricadas lograban capturar sandinistas, y los sometían a fuertes torturas, los asesinaban, violaban a las mujeres, además filmaban lo que hacían con el propósito de intimidar al sandinismo como parte de la guerra psicológica. No fue una cuestión espontánea.
Lo hacían a propósito, porque previamente habían preparado a la opinión pública, para que cuando vieran esos actos de barbarie, la gente pensara que es el pueblo tomando la justicia por su propia mano y castigando a los genocidas, digamos. Pero no resultó así, no intimidaron al sandinismo, sino que lo enardecieron más bien. Y la gente no lo tomó como ellos esperaban, sino que más bien comenzó a darnos el beneficio de la duda. La gente que estaba creyendo que nosotros estábamos asesinando civiles en manifestaciones pacíficas, comenzó a darnos el beneficio de la duda, a partir de la divulgación por ellos mismos de esas imágenes. Una de las mejores demostraciones de la falsedad de las masacres es que, durante la etapa de combinación entre las manifestaciones políticas y la violencia, la burguesía se manifestaba en las rotondas, y lograba convocar grandes cantidades de gente, y nadie los molestaba, la policía estaba acuartelada, a solicitud de ellos mismos. El objetivo era poder pasar después a la etapa del terror.
Con la policía acuartelada, ellos pudieron tomarse varias ciudades, que posteriormente en una etapa siguiente fueron retomadas por la fuerza policial, fueron rescatadas del secuestro en que habían caído por parte de esta fuerza que fue perdiendo capacidad de maniobra, desde todo punto de vista; porque la gente comenzó a abrir los ojos. Alguna gente, por lo menos dándonos el beneficio de la duda; y otra gente desengañándose. Pero la verdad es que es más fácil engañar, que hacer ver el engaño. O sea, es más fácil engañar a la gente que hacerla ver que está siendo engañada, porque si le haces ver que está siendo engañada, estás hiriendo su autoestima. Ese es un proceso que lleva más tiempo, y engañarla en cuestión de minutos, manipulación técnica ya establecida para eso.
Entonces se pasó a la etapa ofensiva, en vista de que a través del dialogo nacional esta gente no mostraba la más mínima disposición para que se normalizara esta situación, ellos comenzaron pidiendo la renuncia del presidente, luego, comenzaron a pedir el adelanto de elecciones, y ahí digamos que se han quedado, porque lo de las reformas de la seguridad social fue un pretexto que se les cayó con la derogación, entonces tuvieron que quitarse la máscara de protesta social y quedar en evidencia como una maniobra política con el objetivo de derrocar al gobierno. También es importante señalar que esta gente, los sectores golpistas, querían convertir el diálogo en un mecanismo de chantaje.
Entonces ellos creaban sus falsas masacres, y les servía de pretexto para suspender el diálogo. ¿A quién? A los falsos mediadores, que eran parte del otro sector y que se destaparon totalmente cuando le pidieron al Presidente de la República que en dos días respondiera al tema del adelanto de las elecciones hasta con fecha. Entonces se vino avanzando luego de que se vivió esta etapa del terror, se logró recuperar las ciudades de tal manera de que ya los golpistas no tenían ciudades bajo su control, ni tranques, ni barricadas, ni gente; porque la gente está resistiéndose. Ya no convocaban la cantidad de gente que convocaban al inicio, cada vez era menos gente la que lograban convocar, precisamente por ese fenómeno de que hay gente que se ha dado cuenta que fue engañada; y otra gente que aunque no había llegado a eso, ya estuvo dudando de si era tan cierto que estábamos nosotros cometiendo el genocidio del que se nos acusaba. Hay otra gente también, de ellos mismos, que siguen creyendo las mentiras, pero que tienen miedo. O sea, el miedo también, los afectó más a ellos.
La campaña del miedo se les revirtió. No amedrentaron al sandinismo, y terminaron generando miedo en su propia gente. Y más o menos así, pues, se han venido desarrollando las cosas en el caso nuestro de la aplicación del golpe suave que de suave no tiene nada. Ya según el recuento que se ha venido haciendo, está bastante claro de que hay una cantidad similar de muertos en nuestras filas y en las filas de ellos. Esto en parte se explica por el hecho de que nosotros estuvimos a la defensiva durante la mayor parte de lo que duró esta maniobra, porque la orientación al sandinismo fue siempre defenderse pero no atacar, para no contribuir a que se generara la espiral creciente de violencia.
De manera que eso llegó a un límite en la etapa del terror hasta que se tomó la decisión de pasar a la ofensiva porque ya no había manera de sostener la situación que se había creado. Llegaron a cercar a la policía en sus cuarteles, y fue emblemático el caso de Masaya, donde estuvo la policía una buena cantidad de tiempo cercada por los grupos terroristas, y la policía perfectamente con el armamento que tenía y la cantidad de gente que tenía, podía haberse perfectamente abierto paso a sangre y fuego pero no lo hicieron precisamente para evitar muertes que podían ser evitadas.
Entonces más bien ha sido todo lo contrario de lo que se ha querido presentar a nivel de los medios de la derecha. La responsabilidad, el nivel de prudencia, de respeto a la vida, que ha habido por parte del gobierno sandinista, yo creo que no tiene precedentes en la historia; un gobierno que acepta acuartelar a sus fuerzas policiales para evitar pretextos a los contrarios que digan que estamos masacrando a la gente; que cede en todo lo que se le viene pidiendo mientras el adversario no cede absolutamente nada. Ahí está la demostración de un nivel increíble de prudencia, y de responsabilidad y de cuidado a la vida de la gente por parte en este caso del gobierno y de las fuerzas policiales.
-Los daños inferidos contra el país por parte de estos grupos terroristas son inconmensurables. ¿Ustedes nunca sospecharon que se estaba preparando una acción de este tipo? ¿Nunca pensaron en la posibilidad de preparar a la población para enfrentar acciones de este tipo? ¿O se confiaron en que eso no ocurriría nunca, porque el sandinismo había hecho suficientes méritos ante el pueblo para encontrar siempre acogida y apoyo?
Bueno, para entender el efecto que puede producir la capacidad de manipulación aplicando las técnicas mediante la guerra psicológica como parte de este tipo de guerra que se nos impuso, una cosa es estar claro que está ese plan listo a ser aplicado a la primera, y otra cosa es ya enfrentarse a los hechos concretos, de manera pues, que, nosotros, aunque sabíamos que el enemigo imperialista y que las fuerzas subordinadas a él o las fuerzas con las que cuenta ese enemigo dentro de nuestro país estaban preparados para aplicar este tipo de maniobra para el derrocamiento del gobierno, es hasta el momento en que estos implementan, es que nosotros logramos ser capaces de ir respondiendo a esta situación.
Hay algo importante que tomar en cuenta: una cosa es el respaldo al gobierno, o mejor dicho, la cantidad de gente que se muestra de acuerdo con el gobierno, que está contenta con el gobierno, que le parece que el gobierno está haciendo las cosas bien, y otra cosa es la gente que respalda al gobierno porque se identifica con el proyecto social, económico, político, en marcha, lo siente suyo; esa es siempre una cantidad de gente obviamente menor que la cantidad de gente que se puede mostrar contenta con el gobierno.
Pero la gente que se muestra contenta con el gobierno, en muchísimos casos, no tiene el suficiente nivel de información, ni está preparada psicológicamente para lograr resistir una ofensiva de guerra psicológica como la que se ha implementado en Nicaragua. Entonces, fácilmente cambia su opinión y se puede volver en contra del gobierno de un momento a otro producto de una manipulación como la que se presentó en este caso. Por otra parte, realmente nosotros, con esta situación, no hemos logrado desarrollar anticuerpos frente a este tipo de guerra, porque es muy nuevo y al que es muy difícil enfrentarse si no se ha hecho previamente. Entonces al haber enfrentado esto, nosotros ya tenemos desarrollados los mecanismos de enfrentamiento, que no los teníamos cuando esto empezó.
Por otra parte, esto también sirve para que tomemos conciencia de la necesidad de fortalecer el modelo político de participación popular en las tomas de decisión del gobierno, porque sin ese mecanismo que nosotros hemos creado ese modelo falla. Si ese modelo político lo hubiéramos logrado desarrollar previamente, institucionalizar y profundizar, esta situación no se hubiera presentado. Porque las reformas a la seguridad social por ejemplo habrían sido un producto de la participación popular y la gente las habría sentido propias, y hubiera estado suficientemente informada, ya no digamos lo que son las estructuras orgánicas del frente sandinista, hubieran estado totalmente apropiadas de le necesidad de hacer esas reformas, entonces no se hubiera podido dar esa manipulación que se dio, presentando las reformas como lo contrario de lo que realmente eran. Pero se presentaron al revés, tomando algunos elementos de las reformas que eran manipulables para lograr ese objetivo. Y como la gente estaba desinformada, entonces se dio la situación perfecta, y se logró tener el espacio por parte de la derecha para crear las primeras confrontaciones, y a través de una serie de maniobras, presentar una situación en la que se nos ponía como que estábamos masacrando estudiantes, lo cual es absolutamente falso, pero fue lo que se creyó en un primer momento por parte de una cantidad de gente, que desencadenó la crisis en la que luego nos vimos todos afectados.
Entonces lo otro, es la necesidad de fortalecer el contenido de trabajo político de nuestras estructuras orgánicas del FSLN como partido. Esta es otra necesidad que se plantea. Y este tipo de situaciones nos hacen tomar conciencia de la necesidad de implementar métodos de conducción política y estilos de trabajo que nos permitan tener la fortaleza política suficiente en nuestras filas para lograr el objetivo de fortalecer ese modelo político de protagonismo popular en las tomas de decisiones del gobierno que impida que se presenten situaciones que le den la oportunidad al enemigo para realizar este tipo de maniobras, de generar este tipo de crisis, para impedir que ellos logren desarrollar ese formato de derrocamiento de gobiernos.
–En función de la perspectiva, digamos lo que el enemigo hubiera querido es crear una crisis política en Nicaragua y derribar al gobierno. No va a lograr eso, pero no va a ceder, el imperialismo, en la idea de liquidar el proceso sandinista. Van a venir fenómenos, que están más o menos anunciados. Uno va a ser la presión exterior, la resolución de la OEA es un paso en ese sentido, el grupo de Lima se ha pronunciado demandando sanciones de Nicaragua. Algunos gobiernos de la región, van a actuar en consecuencias con eso. La presión exterior se va a sentir, en diversos niveles. El segundo aspecto de la ofensiva va a ser el cerco económico. Es decir, van a tratar de bloquear ayuda crediticia, inversión extranjera, para tratar de promover el desabastecimiento, generar una crisis económica que pueda conducir a una conmoción, y después van a hablar de que en Nicaragua hay una crisis humanitaria, para ver si pueden generar una mayor intervención. Un tercer elemento, me parece que va a venir de tratar de alentar las convulsiones internas, las convulsiones sociales, porque hay conflictos internos que siempre se dan y que no son fáciles de resolver; sobre todo en asuntos de salarios de los trabajadores, o enfrentamientos de clase. Entiendo por ejemplo que la organización sindical de los trabajadores de Nicaragua es débil. Entonces eso les da a los patrones la posibilidad de agredir más fácilmente a los trabajadores, y eso podría a su vez generar una respuesta sindical o de los trabajadores contra los empresarios, y eso da lugar a enfrentamientos de clase más agudos. ¿Cómo piensas que hay que enfrentar esos retos?
Bueno, como te decía anteriormente, la mejor manera de estar preparados para los nuevos intentos de desestabilización, es la profundización del modelo de participación popular en las tomas de decisiones del gobierno, el fortalecimiento de nuestras estructuras orgánicas como Frente Sandinista, y eso nos va a permitir estar en capacidad para implementar cosas que no hicimos. Por ejemplo, cuando se decidió la reforma a la seguridad social, el COSEP, representante de la empresa privada, se mostró totalmente en contra, y esto significó la ruptura del modelo de consenso que nosotros habíamos estado promoviendo exitosamente durante 10 años, entre trabajadores, empresarios, y gobierno. Producto de este modelo, nosotros habíamos logrado un aumento en el salario mínimo muchas veces superior al aumento en el salario mínimo que se había dado antes de nuestro gobierno, durante una cantidad mayor de tiempo. De manera pues que este consenso era beneficioso para los trabajadores, y las cosas que resultaban de él eran cosas que también contaban con el respaldo de los empresarios. Al romper los empresarios con ese consenso, al ser previsible que podía pasar algo porque nunca antes se había tomado una decisión que provocara este tipo de ruptura, debíamos tener un plan de enfrentamiento, político, organizativo, desde todo punto de vista… asambleas populares, toda una serie de cosas que nos hubieran permitido estar en condiciones políticas y organizativas más adecuadas para enfrentar este tipo de situación.
Como ya nos alertaron, como ya hicieron que se desarrollaran en nosotros los anticuerpos, los mecanismos de defensa frente a este tipo de situaciones, eso que ellos efectivamente (estoy totalmente de acuerdo) van a hacer ahora para continuar tratando de desestabilizar el país, va a tener que verse enfrentado con una mucho mayor capacidad política del sandinismo que, pese a las debilidades que señalé fue capaz de enfrentar exitosamente un intento de golpe que el mismo presidente Nicolás Maduro dice que es peor que el que se les aplicó a ellos.
Y, efectivamente, los niveles de violencia, de crueldad, la versatilidad del modelo, las maneras que, incluso de modo simultáneo, se aplicó aquí, lo hizo el modelo quizás mejor aplicado de derrocamiento de gobiernos que ha habido hasta la fecha. Y, sin embargo, nosotros fuimos capaces de enfrentar y derrotar el intento de derrocamiento. Como te decía antes, primero querían el derrocamiento inmediato, y luego pasaron a la fase de pedir el adelanto de las elecciones. ¿Qué pasa? Este tipo de maniobra está diseñado para un corto plazo. Si, a corto plazo no se logra, eso ya no se va a lograr.
Pero, ellos apuestan a que, aunque no se logró el objetivo a corto plazo, sí se logró golpear y desgastar políticamente al Sandinismo como para que ahora sea posible que las elecciones no nos resulten favorables. Y por eso, ellos plantean el adelanto de las elecciones. Piensan que mientras más pronto sean, mejor; porque no le dará tiempo al Sandinismo de recomponerse y revertir el evidente desgaste que ha significado toda esta situación. Pero, mientras más tiempo pase, va a quedar más en evidencia lo que ellos realmente hicieron. Y eso aumenta las posibilidades nuestras de ganar las próximas elecciones.
Pero ellos apuestan entonces que el golpe fue suficientemente fuerte desde el punto de vista político como para impedir que el Frente gane en las próximas elecciones. Y, claro, ellos para lograr ese objetivo, van a continuar promoviendo la desestabilización a través de toda una serie de cosas como las que vos señalabas acertadamente.
Frente a eso, nosotros ahora estamos mucho más preparados ahora que antes de esta crisis. De manera que, por ejemplo, ese tipo de cosas ellos de todas maneras ellos ya las estaban promoviendo. Es decir, lo que ahora ellos van a promover, como el caso de la NICA Act y todo eso, eso ya lo estaban promoviendo. Pero nosotros ahora estábamos incluso menos preparados para eso que como estamos ahora. Es decir que ahora no solo estamos preparados frente a la aplicación de este formato de derrocamiento, sino que también estamos más preparados para enfrentar más exitosamente lo que ya ellos desde antes venían preparando contra nosotros, y que ahora, claro, se va a intensificar porque han logrado un mayor espacio internacional y hay una serie de situaciones, han golpeado la economía, entonces tienen condiciones más favorables para aplicar con una mayor efectividad esa política de desgaste que ellos ya venían aplicando anteriormente, pero igualmente nosotros estamos más preparados para enfrentar exitosamente esa estrategia.
-Bueno, Ud. ha estado, compañero, en el Perú, ha visitado la Casa Mariátegui, conoce lo que Mariátegui opinó sobre Sandino y su lucha en su momento. ¿Qué mensaje podría darle al pueblo peruano, que recibe la información del enemigo a través de los grandes medios de comunicación, y que tiene una visión deformada de los acontecimientos en Nicaragua, que contrasta un poco con el esfuerzo que nosotros desplegamos para informar mejor; qué ideas podría transmitirles a los peruanos en esta coyuntura?
Bueno, nosotros consideramos que es fundamental plantear la necesidad de la solidaridad que para nosotros es vital. Y en la búsqueda de este objetivo de lograr una solidaridad cada vez mayor con la Revolución Sandinista frente a estos intentos de derrocamiento, fraguados por el imperialismo norteamericano.
Es fundamental que logremos rescatar el sentido común, porque es una de las primeras víctimas de la guerra psicológica: el sentido común.
Por ejemplo, nosotros aquí vemos situaciones como, cuando el diálogo estaba siendo utilizado por nuestros adversarios para chantajear políticamente al gobierno, a duras penas lográbamos que el diálogo se reactivara; y cuando ya lográbamos ese objetivo, y a veces incluso hubo una ocasión en que no solamente logramos que el diálogo se reactivara, sino que también logramos que en el diálogo se aceptara la necesidad de quitar los tranques; entonces los mediadores suspendiendo el diálogo. Y cada vez que lográbamos que se reactivara el diálogo, ellos presentaban una acción nuestra violenta de masacre hacia la gente.
El sentido común te permite saber que eso es absurdo. Es absurdo, pues, que nosotros, después de haber logrado a través del diálogo un avance significativo, a las pocas horas lleguemos y ametrallemos una manifestación, o quememos la casa de alguien… Es absurdo, pues. Porque la pregunta que uno se hace cuando va a investigar un acto delictivo, o un crimen, es: ¿a quién beneficia? Y, en este caso, por supuesto, los beneficiados eran ellos. Entonces es ridículo pensar que nosotros… Que si algo el enemigo tiene que reconocer es que no nos caracterizamos por ser torpes… Y no vamos a cometer semejante acto de torpeza.
El sentido común te dice eso, pero cuando hay una guerra psicológica desaparece el sentido común. Entonces, en este caso, a nivel internacional, hay algo que tiene que ver con el sentido común, y es lo siguiente: Tómense el trabajo, quienes creen que es verdad que estamos masacrando a la gente y todas esas barbaridades, de escucharnos… De darnos el beneficio de la duda y escuchar la otra versión. Porque, además, en ese caso, ¿por qué se cree lo que dicen de nosotros los medios de comunicación de la derecha, que nos adversan? Hombre, porque quienes lo están diciendo son nuestros adversarios. Entonces, si vos escuchás algo de alguien dicho por su enemigo, no es exactamente una información que la podás considerar objetiva, ¿no? Entonces, es importante escuchar lo qué tiene que decir la otra parte, la que está siendo acusada.
Entonces en ese sentido para nosotros es muy importante la divulgación, por ejemplo, los videos de las torturas, de las cosas que ellos hicieron. Ellos mismos se encargaron de dejar pruebas de las barbaridades que hicieron, de la verdadera naturaleza de sus acciones. Y eso también, pues, nos ha permitido, que mucha gente logre darse cuenta de la realidad que hemos estado atravesando. Muchas gracias y un fuerte y afectuoso abrazo a los peruanos.
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Fotografía: Insurgente