Por: Profa. Angélica Jiménez. Contratiempo. 18/01/2016
La contra reforma actual a la educación pública incluye y afecta a la educación especial, ya que se presenta una desaparición hormiga de los servicios de educación especial, y/o su “reorganización” como le han llamado las autoridades. Esta situación tiene un trasfondo económico y político como parte del proyecto de adelgazamiento del Estado que el neoliberalismo implementa para dejar los servicios públicos a merced del mejor postor durante y luego de privatizarlos.
Desde el 2010 el columnista Luis Hernández Navarro, en su artículo El asalto a la educación pública menciona: “La educación pública y sus maestros están bajo ataque. Organismos empresariales, sus intelectuales y funcionarios del sector educativo disparan a mansalva contra ellos. La educación se ha vuelto un obstáculo, para el avance del país, dice un periodista. El magisterio no puede ser una actividad de quienes no pueden destacar en otras actividades, asegura otro. Los maestros son corruptos, afirma uno más. La mayoría de los maestros son burros, advierte un canal de televisión. Ya no hacen falta más maestros; sentencia una autoridad”.
Esta advertencia ahora es una realidad. Los poderes económicos que están representados en los medios de comunicación golpean con todas sus armas a la educación pública, la cual no ven como redituable a sus intereses y por el contrario les urge su desaparición para hacer negocio; incluida desde luego la educación especial.
El negocio es redondo, desprestigian la escuela pública y abren por ejemplo el Teletón, desviando recursos del Estado para el negocio de un particular. Capacitan y dan educación para atender a población con discapacidad en los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT´s), mientras reformaron los planes y programas de la Licenciatura en educación especial, eliminando el estudio clínico y hasta prohibiéndolo la atención clínica en las escuelas a los docentes ya en activo. Las familias tienen que buscar, si está en sus posibilidades, atención en otros espacios para terapia y/o educación.
Los intentos de desaparición de la educación especial en escuelas públicas tienen sus antecedentes desde los años ochenta, con la normalización y la integración como principios, y con el fin de que los/as alumnas de educación especial aprendieran los contenidos de los programas de educación básica destacando con ello, sobre todo las posibilidades de los alumnos.
En los noventa y hasta la fecha se discuten dentro de la educación, y más específicamente en educación especial, en diversos sectores involucrados como académicos, autoridades educativas, especialistas de la salud entre otros, conceptos como: educación de calidad, atención a la diversidad, respuesta educativa etc., que tienen que ver, con la economía a nivel nacional e internacional donde se espera que todas las personas deben de ser productivas para poder ser consumidores de lo que el mercado ofrece. “Realizarnos en la vida implica ser eficientes, maximizadores, productivos, competitivos, lograr la calidad estando capacitados y por lo tanto permanentemente actualizados”. (Campos, 2007, p. 28).
Lo que menciona este autor me parece un acercamiento a la realidad actual, si bien es necesario y es un derecho tener una mejor calidad de vida, derecho a los bienes que satisfagan nuestras necesidades, cada día encontramos que el pensamiento de las clases dominantes, los sectores poderosos económicamente como los empresarios, han impregnado con su ideología mercantilista, desde donde se promueve la productividad para que nuestro país progrese. En medio de este panorama, la situación para las personas con discapacidad es aún más difícil, particularmente cuando se enfrentan a la vida laboral.
Durante la década de los noventa, se produce el auge de los argumentos que plantean la necesidad de integrar a los niños con alguna discapacidad o necesidad especial a las escuelas regulares, y como un paso más delante de la integración, la inclusión.
Históricamente la educación especial en nuestro país se ha encargado de dar atención a nivel pedagógico, psicológico y clínico a la población con alguna discapacidad o alteración orgánica o emocional, sin dejar de lado la parte de la socialización y el apoyo en cuanto a una mayor independencia de su alumnado. Estos objetivos se han logrando en las escuelas, aun ahora con el escaso apoyo que reciben, las y los alumnos en las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regula USAER y con más énfasis en los Centros de Atención Múltiple CAM (con todo y la falta de equipo completo paradocente e infraestructura inadecuada).
La escuela inclusiva y para todas/os es utilizada como un argumento para que la discapacidad se deje de ver de manera particular, y la educación diferenciada se vaya relejando por la llamada inclusión en el aula regular, sin considerar los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje de los niños/as y desetendiendo las necesidades específicas de cada persona.
La inclusión como concepto social forma parte de la lucha que los pueblos y las organizaciones han dado desde hace décadas, dejando ver que si bien las culturas dominantes pretenden homogenizar pensamientos y someter a quienes ven como un peligro para su control, han encontrado resistencia y disidencia. Como ejemplos tenemos las luchas de los pueblos indígenas, las mujeres, las personas con discapacidad, los homosexuales, los inmigrantes entre grupos que culturalmente son menos valorados y violentados.
Desde este análisis la educación inclusiva es un proyecto político fundamental en sociedades donde se han excluido a sectores de la sociedad y que son marginados debido a factores sociales, políticos y económicos que se vive en gran parte de los pueblos, donde la población no encuentra mejores expectativas de vida y satisfactores básicos (alimentación, salud y desde luego la educación).
Es decir nos queda un largo camino para que en la sociedad respetemos y valoremos las diferencias y luchar por que en los CAM y las USAER o como se llamen en un futuro, se cuente con todos los elementos profesionales que se requieren, así como una infraestructura adecuada. Y sí, con educación inclusiva primero en el pensamiento del alumnado y docentes de escuelas regulares estén o no alumnos/as que requieran educación diferenciada.
Sin embargo desde el análisis de lo que ha venido sucediendo en la educación especial como el caso del Distrito Federal donde no hemos sabido oponernos, o cuestionar sus dichosas reorientaciones de la autoridad las USAER, logran poco impacto o este no se logra destacar en las escuelas regulares, por el desastre administrativo que se tiene como lo es falta de equipos completos, una sola docente por escuela. Lo que hace que mismas compañeras de escuelas regulares no valoren o quieran el apoyo de educación especial.
Se ha hablado cada vez más de la desaparición de educación especial y la incorporación de ésta a primaria o secundaria y entonces ¿cuál sería el papel de las/os docentes?, ¿por qué se están cerrando espacios en la Normal de Especialización del D.F.? principal institución que forma a docentes para educación especial, ¿por qué se continua reformando o recortando sus planes de estudio?. Los hechos anteriores demuestran que lo que quiere el gobierno es ir de manera paulatina recortando recursos y gastos.
Para el estado, el alumnado de educación especial es más caro que el de la escuela regular. Y el pretexto para invertir menos recursos, es el concepto que han ido interpretando sobre la educación inclusiva.
El origen del concepto de educación inclusiva creció e influye, gracias a las demandas de diferentes movimientos sociales orientados a la defensa de los derechos de los niños/as que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad, y la presión que han hecho entre otros los movimientos feministas, y la opinión pública informada e interesada en poner en discusión la falta de equidad y el olvido de las personas con alguna situación desfavorable.
Las diferentes reformas educativas a nivel de educación básica y especial, tienen que ver con aspectos económicos, políticos y sociales. El mundo globalizado y competitivo capitalista, tiene la necesidad de que ingresen al mercado personas con características específicas, para desarrollarse en el mundo laboral.
Las personas con discapacidad o alguna necesidad educativa especial, anteriormente se pensaba que, sólo podían mejorar sus habilidades básicas sociales. Si bien en algunos alumnos/as esto continúa siendo prioridad porque es necesario que vayan adquiriendo las habilidades básicas para comunicarse, así como saberes y conocimientos que les sirvan en otros ámbitos de la vida. Ahí es donde está gran parte de nuestra responsabilidad como docentes en educación especial, hacer todo lo que sea posible hasta agotar todos los recursos para lograr que nuestros alumnos se comuniquen, interactúen, aprendan, construyan conocimientos, significados, etcétera, lo que se vea reflejado en la comprensión al nivel que sea posible en cada uno de nuestros alumnos y sobre todo en el bienestar personal.
De no defender el trabajo que hacemos con nuestra población, la creatividad, la alegría y gusto con la que vamos acompañando a nuestras niñas/os en su proceso de socialización, consolidación de hábitos, conocimientos, comunicación y todo sus logros que vamos observando y disfrutando, los perderemos y condenaremos a quedar relegados y excluidos sin la educación que requieren. Por este hecho sostengo que eliminar la educación especial en nuestra niñez seria un verdadero crimen.
Por último la defensa de la educación pública, incluida la especial, es tan importante y de tal magnitud para nuestro futuro que no podemos claudicar, si perdemos la lucha, pierde toda la sociedad.
Fuente: http://www.contratiempo.mx/#!La-extinción-de-la-educación-especial-una-concreción-de-las-políticas-neoliberales/c1kod/55fb59a10cf256c0bf92f8bb
Fotografía: Contratiempo.