Por: Oswualdo Antonio González. 08/02/2016
Entre las clases, tareas y actividades derivadas de cursar actualmente la educación secundaria, la escritora veracruzana Donají Antonio Marín, construye mundos, historias, personajes y tramas. En Invisible eternidad, su primera novela, redactada mientras cursaba el sexto grado de su educación primaria, nos mostró diversas pinceladas de la condición humana. Hoy, nos comparte un adelanto de su segunda novela, la cual nos comenta, ha terminado hace algunas horas.
Sin más preámbulos, compartimos el adelanto que nos envía.
Es increíble como cambió mi vida, de un segundo al otro, de un parpadeo al siguiente, volaba y caía, sonreía y lloraba, sufría y amaba, vivía y moría. Todo al mismo tiempo, como un ciclo, nunca paraba, siempre se repetía y repetía…
Cuando los recuerdo todo parece distorsionarse, como si en realidad eso nunca hubiera pasado. Como si nunca hubiera habido momentos tan felices, aunque sí que los hubo, y a montones, claro, antes de que todo cambiara, antes de que ellos me dieran la espalda y viceversa, antes, claro, de mi traición.
Lo más extraño fue estar perdida en un lugar que no creía podía existir, que nunca hubiera podido imaginar, sin rostros conocidos que me dieran una mano y unas palabras de confianza, sin saber por dónde regresar, a dónde, ni siquiera sé si quería regresar, pero cuando lo pienso mejor, me doy cuenta que me perdí muchísimo antes de darme cuenta, mi vida se escapó de mis manos sin siquiera fijarme, sin poder hacer nada para detenerla. Me utilizaron, me engañaron, me traicionaron, hice cosas malas sin darme cuenta. Lastimé a muchos sin querer. Me escondí detrás de un muro de lamentos alejando a todo el que me quisiera. Perdí a mis seres queridos, familia, amigos, maestros, compañeros, nadie se quedó a mi lado. Todos se alejaron de mí. Y todo, ¿por qué? ¿por qué?
El simple hecho de recordar todo esto me causa un profundo dolor, ¿en dónde estaba mi corazón y mi alma?, pero lo tengo que hacer, por ellos, se lo merecen, es lo menos que puedo hacer después de todo lo que hice. Yo soy la única que sabe esta historia completa, de principio a fin, con cada uno de los detalles, con cada silencio, espacio, coma y punto, tanto final como suspensivo.
Espero que al leer esto me puedan perdonar, que entiendan que fue mi única opción, mi única salida, lo único que podía hacer.
No empezaré diciendo quién soy, ya que arruinaría toda la magia, y empezarían a odiarme sin siquiera conocerme, a juzgarme sin conocer mis razones, a rechazarme sin saber bien quien soy, pero no se preocupen, eso lo averiguarán más adelante y ahí es cuando me podrán juzgar libremente, no diré nada y esperaré en silencio mi sentencia.
Esta no sólo es mi historia, es la historia de muchas personas, de personas que dieron su vida por alguien, de corazones rotos, de causas perdidas, de intentos fallidos, pero principalmente de 8 jóvenes, nadie es el protagonista aquí, todos son tan importantes y especiales como todos. Aunque no lo sepan. Y si alguno de ellos lee esto, sólo le quiero decir que no quería lastimarlos.
Todo esto es cierto, no me invento nada, ¡ojalá lo hiciera! sólo les diré que no lo podrán ver si tienen la mente cerrada, si no creen en la magia, en los deseos o en los milagros.
No juzgues antes de saber. Apréndanlo antes de que sea tarde.
Así que ten la mente abierta e imagina…