Por: José Yorg. 22/07/2024
“Heráclito de Éfeso, pensador griego (544 a. C – 484 a. C) creía que el mundo experimenta un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nadie puede escapar. La llama del fuego transformador es una metáfora del movimiento y el cambio constante que experimenta el ser humano y el mundo que habita”. https://www.clarin.com/informacion-general/toda-realidad-cambio-significado-oculto-famosa-frase-heraclito_0_oyDUbRro4e.html
“No hay mal que dure 100 años ni cristiano que lo aguante Eso dicen los que saben, y ha de ser cierto nomás 100 años es mucho tiempo pa’ ponerse a averiguar. No sé si lo que ahora pasa mañana podrá pasar O si ha pasado hace tiempo por este mismo lugar”. José Larralde.
“Toda realidad es cambio”: el significado oculto de la famosa frase de Heráclito” se denomina un artículo publicado en el diario argentino Clarín, precisamente de donde extrajimos la cita que preside este artículo en que señala que Heráclito, el oscuro: “Veía en las cosas el dinamismo continuo y un constante estado de cambio, y sostenía que la naturaleza misma de la vida es el cambio. Para este filósofo, “resistirse al cambio era resistirse a la vida”.
“Mirar lejos es tan fácil que da vergüenza mirar. La cosa es mirar cerquita, ver y poder encontrar”, nos señala el cantautor argentino José Larralde en su poema “De Mi Cuero”, pues bien mirado y auscultado la realidad argentina sumido bajo las políticas neoliberales y la paciencia de ciertos sectores de trabajadores y desocupados para con esas acciones de desguace de derechos sociales, constituyen dos elementos de una madeja de difícil desenredo.
Sin embargo, si uno se acerca a mirar al asunto en estudio de esta realidad novedosa, es posible ver y encontrar ciertas y determinadas cuestiones que preparan la conciencia sobre un deseado y posible advenimiento de un nuevo y transformado modelo socio-económico más justo y equitativo.
¿Por qué? Cabe preguntar, porque esas acciones neoliberales barren con viejas creencias que impedían pensar sobre el post-capitalismo como horizonte, impedían ver que la democracia representativa es un cuento chino, ahora ya se sabe que dentro del capitalismo no existe solución para el pueblo.
No vamos a hacer aquí una teorización exhaustiva sobre el agotamiento del capitalismo, no nos interesa elaborarla toda vez que existen innúmeras bibliografías y artículos académicos y científicos al respecto, en todo caso, remitimos al lector hacia esos recursos de conocimientos. A nosotros nos basta saber sobre el capitalismo que “No hay mal que dure 100 años ni cristiano que lo aguante”.
En efecto, el capitalismo ya ha sobrepasado los 100 años de existencia como sistema socio-económico, sobrepasó su etapa conocida como mercantil, luego su etapa industrial y ahora su última y definitiva etapa financiera. ¿Dónde más avanzar? Ya no más y por más que traten desde Davos hacer un reseteo o recomienzo capitalista. Se agotó en sí mismo.
Cuando Milei dice que es “un topo para destruir el Estado”, está en realidad rompiendo viejas creencias, viejos prejuicios y con ello prepara el camino para la construcción de una sociedad nueva en su forma organizativa, despeja de malezas el camino hacia algo mejor y se cumple así otro dicho popular “nadie sabe para quién trabaja”. Todo es cuestión de ver y aprovechar a favor del pueblo.
Conciencia trasformadora.
El capitalismo como sistema socio-económico apareció como tal en el siglo XVII en Europa. Tiempo en exceso hasta nuestros días en su labor de moldear las conciencias a su antojo.
El cooperativismo surgió de las entrañas del capitalismo en su etapa industrial planteando que otro modelo socio-económico no tan sólo es deseable sino posible. Pero el capitalismo neutraliza los procesos de concientización cooperativa de mil formas y maneras, hasta ahora, pero, como dijo el genio Galileo Galilei “y, sin embargo se mueve”.
Esa es la razón por la que el gobierno argentino ha desatado una contienda contracultural y educativa, sobre todo contra el compañerismo, la fraternidad, la cooperación organizada y transformadora, todo pareciera reducirse a una cuestión de conciencia en cada cabeza que pudiera pensar racionalmente y alcanzar una conciencia transformadora.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: José Yorg