Por Carlos Jair Rivas Alcántara. Alumno 6o semestre de Educación Física de la BENV
Desde hace mucho tiempo, se ha considerado a la Educación Física como una disciplina, que al realizarla de una forma estricta o militarizada, propicia obtener un buen estado de salud y con ello, el poder desempeñarse en cualquier disciplina deportiva. En realidad, esto se pensaba así, de los años 90’s hacia atrás.
El avance tecnológico de nuestros días ha provocado que el ser humano trate de realizar sus actividades con el mínimo de esfuerzo, Incluso los niños, que por naturaleza expresan sus necesidades motrices a través del juego, están siendo envueltos por un sistema en donde ni siquiera para jugar se deben mover.
En la actualidad, la educación física, se ha enfocado principalmente, en ir erradicando poco a poco el trabajo militarizado que se venía manejando desde tiempo atrás y, brindar al alumno a que mediante sus experiencias, conozca todo lo que es capaz de realizar con su cuerpo, siempre manteniendo un control sobre él, educándolo para obtener una vida plena y saludable.
Es aquí, donde entra la función del educador físico de impulsar a sus alumnos, por tanto, no se debe perder esa bonita costumbre de motivar al cuerpo, incitándolo a realizar actividades físicas, donde los niños se sientan cómodos. Pero, ¿el profesor de educación física, solo se encarga de educar al cuerpo? ¿El profesor de educación física, ha cambiado la forma de trabajo, a como se hacía de los años 90’s hacia atrás? En consecuencia ¿Es necesario hacer un cambio, para que la educación física no se mantenga con ese enfoque militarizado?
Ser docente de Educación Física, no solo es tratar de educar a los alumnos para un buen desarrollo del cuerpo, sino ayudarlos a interactuar consigo mismos y con la sociedad.
La Educación Física, como se mencionó con anterioridad, es una asignatura que no solo se relaciona con el desarrollo de las capacidades físicas y motrices, sino también con el desarrollo afectivo, social, cognitivo, moral y espiritual del ser humano, contribuyendo a su desarrollo integral. Esta afirmación deja de manifiesto que la Educación Física, junto con los otros sectores del Currículum Escolar, se preocupa del desarrollo y del aprendizaje de los estudiantes, pero que además cuenta con el privilegio de ser la única asignatura en la escuela que construye estos aprendizajes desde la experiencia corporal. Esta experiencia corporal se irá adquiriendo en el desarrollo mismo de las clases, creando percepciones y dando lugar a una valoración de estas vivencias por parte del alumno y a su vez se irán conformando actitudes que en el futuro pueden crear hábitos de práctica de ejercicio físico, o por el contrario, si estas experiencias dentro de las clases han sido negativas, no dejarán más huella que la de un mal recuerdo de la etapa escolar.
En muchas ocasiones se cree, que los docentes de aula, son los únicos que se pueden hacer responsables de lo que le sucede al alumno tanto fuera o dentro del salón de clases, cosa que no es así. Es importante, crear un lazo entre el educador físico y el docente de aula, para que exista un buen trabajo colaborativo, y ambos puedan obtener una amplia imagen de lo que sucede con sus alumnos. Cuando suceden situaciones en las que solo el docente de aula, se siente como el que él es el único responsable de lo que pasa con el alumno, es cuando el trabajo del educador físico se ve demeritado, ya que como el educador físico, aparentemente no convive mucho tiempo con los alumnos, es el menos indicado para dar opiniones de cómo sobrellevar cualquier problemática que suceda.
Al paso del tiempo, se ha percibido que el profesor de Educación Física, ha ido cambiando su forma de trabajo, a como era hace tres décadas, como decíamos, en la materia, se trabajaba con un enfoque militarizado que impedía que los alumnos pudieran dar su opinión o que el mismo docente, les diera la libertad de poder experimentar sus situaciones motrices con diversas actividades.
En la actualidad, se ha logrado observar que los docentes ya les brindan más libertad a sus alumnos para que experimenten diferentes situaciones de movimiento, mediante distintas estrategias de enseñanza, lo cual mejora la capacidad de adquisición de conocimientos y aprendizajes de los alumnos, y, el docente ve más fluido su trabajo con sus alumnos.
Es necesario, poco a poco, ir haciendo un cambio para ir dejando ese enfoque militarizado, para que con ello la forma de trabajo que se espera tener con los alumnos, sea más fluido y productivo.
De igual forma, el cambio no lo harán las personas por sí mismas, sino depende de uno realizar ese cambio, ya que el hecho de proponerse metas y no estancarse, los lleva a otro escalón donde se podrá trabajar de una mejor manera. Es importante que el docente esté en constante capacitación ya que si el docente no se prepara, no lee o no reflexiona, no podrá desempeñarse de una forma óptima y no podrá obtener de los alumnos, aprendizajes o conocimientos que él espera lograr.
Para concluir, es importante tener muy en cuenta por todo lo que ha pasado a lo largo del tiempo la profesión del docente de Educación Física, ya que lo que se pretende encontrar es que el educador físico, por sí mismo, logre ese cambio, aspecto que ya hemos a lo largo de nuestras clases, depende mucho que el educador físico, desde su trinchera, demuestre que la profesión de ser docente, es de suma importancia y más si se trata de educación física, ya que el educador físico no solo se encarga de lo motriz, sino de lo emocional, social y psicológico.
¿El mañana? El mañana depende de nosotros. No esperemos a que el día de hoy sigan desvalorizando nuestro trabajo. Demostremos que el ser educador físico es esto y más.
Nota: el presente trabajo es la relatoría de un debate efectuado como parte de las actividades académicas de los alumnos del grupo 3º A de la asignatura de Gestión Escolar de la licenciatura en Educación Física de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”.
Fotografía: otravoceseneducacion.org