Por: Cándido Josué Flores Contrera. Honduras. Articulación por la Educación Pública. 07/07/2020
Desde que se anunció la pandemia del COVID-19 a nivel mundial, sabíamos que al afectar Honduras, era cuestión de tiempo, para que se demostrara el colapso del sistema de salud, la precariedad con la que se atiende y la falta de amor, compromiso al pueblo por los políticos y el sector económico. Pero muy al fondo de nuestras conciencias, creíamos que podía haber un poco de humanidad en estos sectores que han dejado más que claro que lo único que les importa es enriquecerse a costa del empobrecimiento del pueblo. Siendo totalmente visible, solo en campañas políticas a cada cuatro años, donde se les promete educación, salud y empleos, etc., pasa el tiempo y lo único que mejora es la vida de unos cuantos políticos y los negocios que clase económica dirige. Que ha visto en el silencio de este pueblo la oportunidad de prosperar sus negocios a costillas de la explotación.
En la ultima estrofa del Himno Nacional se expresa “Serán mucho Honduras tus muertos, pero todos caerán con honor” con ese mensaje nos han dorado la píldora; si pensamos un momento, es evidente que siempre es el pueblo que pone los muertos, la clase económica y política se mantienen encerrados, mientras el pueblo que no tiene que comer se arriesga en grandes empresas para aumentar las riquezas de capitalistas salvaje que si no tuvieran el apoyo de esta clase política no hicieran estas grandes groserías. Las imágenes circuladas del Hospital Regional del Sur, principal centro asistencial que atienden a personas de los Departamentos de Choluteca, Valle y el sur de El Paraíso; muestra el desinterés de esta clase política, de garantizar el derecho a la salud con dignidad a nuestro pueblo. Hoy el COVID 19 nos tiene en el suelo, se nos están muriendo nuestros mejores hijos en el Departamento de Choluteca y en toda Honduras; Esto no hubiera ocurrido, si durante años la clase política y económica no hubiera puesto de rodillas al pueblo.
En el silencio de las injusticias, se rumora como se perdió el dinero del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), luego siguió el dinero de los Institutos de Previsión Social, también el dinero de la Secretaria de Agricultura, ahora nos han dicho que INVEST-H no compro los hospitales móviles, mientras todo eso queda en la triste historia de nuestro país, las personas más humildes siguen muriendo debido a la gran ola de corrupción imperante en Honduras. Mientras el pueblo muere en carpas, los ricos y políticos se pueden hospitalizar en centros exclusivos como el propio presidente de Honduras.
Sabrá la clase política y económica de Honduras, que a la hora de morir no se llevaran nada, lo único que los acompañara será una caja de madera. Esperemos que algún día reflexionen que lo que han construido es inhumano y que solo nos queda luchar como pueblo por cualquier vía para tener una vida más digna.
En el corrido a Honduras en uno de sus versos dice: “No hay otro pueblo más macho que el pueblo catracho…” realmente hasta es ofensivo ese fragmento; según lo que hemos visto, debería de ser cambiado por “No hay otro pueblo más aguantador que el pueblo catracho.” solo un pueblo aguantador tolera todas estas grandes injusticias. Con frases rebuscadas y una canción modificada la clase económica pone a sus dirigentes políticos para materializar sus intereses oscuros, eso sucede a cada cuatro años.
Estos políticos y empresarios corruptos seguro nunca han sentido la impotencia de llegar a uno de sus hijos o cualquier familiar a un centro asistencial, y que nadie les quiera atender y tal vez, no es porque los Médicos no quieren sino porque ya no tienen capacidad. Saber que la única opción que se tiene es recurrir a una clínica privada, con la ligera esperanza de no gastar el dinero del mes, que se tenía que utilizar para pagar la comida y la vivienda, porque en Honduras la gran mayoría aún le debemos la casa a los bancos. Ante este panorama solo queda la alternativa de organizarnos para pasar la factura a los bancos, a los políticos, a las empresas inhumanas, a los medios corruptos, etc., si pensamos un momento juntos somos invencibles y es la única esperanza para no seguir en el suelo deseando la libertad. Como pueblo nos equivocamos, pero nuestras diferencias son pequeñas comparada a las injusticias provocadas por estos sectores.
La historia contará este momento como la oportunidad valiosa de ser libres o el momento donde la sociedad hondureña se estanco para siempre. Si elegimos la primera opción CUALQUIER MEDIO ES JUSTIFICADO.
Fotografía: EFE_GustavoAmador_Honduras