Por: ANRed. 06/07/2024
Pese a sus contradicciones internas y el éxodo de referentes, el Partido Laborista británico logró una aplastante victoria en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves en Reino Unido y su líder, Keir Starmer, se convirtió en primer ministro. Los laboristas lograron 412 escaños, frente a 121 del gobernante Partido Conservador. Es el peor resultado en la historia moderna para los conservadores, también conocidos como los «tories». Una nueva elección en la que se impuso el «malmenorismo», ante el fracaso de los conservadores.
Starmer, de 61 años, ya ocupa el lugar que deja el conservador Rishi Sunak como nuevo jefe del gobierno, luego de recibir del rey Carlos III el encargo de asumir las riendas del país. Los números arrojan un triunfo aplastante habiendo logrado mas de 400 bancas cuando solo se necesitan 326 sobre un total de 650 en el Parlamento británico.
Los conservadores perdieron mas de 200 bancas quedándose con solo 121 en la que sin dudas fue la peor elección de su historia. Al parecer en esta elección Javier Milei no estaría logrando el resultado deseado ante el fracaso del partido de su admirada Margaret Thatcher.
Consciente de que su elección no despierta el entusiasmo que provocaron otros referentes décadas atrás, Starmer aseguró que trabajará por probarle a sus compatriotas que «la política puede ser una fuerza para el bien». Sin embargo, el partido asciende al poder tras una crisis interna con el éxodo de militantes que cuestionan la tibieza ante las medidas regresivas para la clase trabajadora y la complicidad del Partido Laborista con el genocidio en Gaza. «La política puede ser una fuerza para el bien», fue la frase con la que Starmer tituló las noticias, dando cuenta de cierta apatía en su triunfo.
El Partido Conservador obtuvo casi un 20% menos de los que obtuvo en 2019. Los laboristas, en cambio, obtuvieron alrededor del 33,7% de los votos. Starmer llega al poder cuatro años después de ser elegido para suceder a Jeremy Corbyn como líder del Partido Laborista. Antes se había desempeñado como abogado de derechos humanos y director del Ministerio Público, el fiscal penal de mayor rango en Inglaterra y Gales.
Además de los grandes partidos que se han alternado en el poder desde hace más de un siglo, los liberales demócratas obtuvieron 71 escaños, 9 los nacionalistas escoceses del SNP, los populistas de derecha de Reform UK se quedarán con 4 y los nacionalistas galeses de Plaid Cymru, también con 4. En el caso del partido Liberal Demócrata sus resultados muestran un considerable aumento respecto a las elecciones de 2019, cuando regresaron al Parlamento pero solo con 11 diputados.
Fuera de las estadísticas nacionales hay fuerzas independientes que contrarreloj se presentaron y mostraron interesantes resultados regionales de cara al futuro. Uno de ellos fue Andrew Feinstein en los barrios londinenses de Holborn y St Pancras. Nacido en Sudáfrica y descendiente de sobrevivientes del Holocausto, el periodista abandonó al Partido Laborista en 2020 y fue una de las voces contra el genocidio en Gaza. Entre quienes lo apoyaron se encontraba la eurodiputada irlandesa Claire Daly, o figuras de la música como Roger Waters o Annie Lennox, todas voces que se pronunciaron en las masivas movilizaciones de apoyo al pueblo palestino.
La construcción de alternativas por fuera de las monstruosas estructuras lleva tiempo y supone adversidades, pero algo se empezó a gestar, quizás con mas proyección que años atrás, para superar la falta de opciones de cambio real. Algo todavía mas grotesco parece que va a suceder en Estados Unidos ante un bipartidismo intocable que solo ofrece como opciones al senil Joe Biden contra el penalmente condenado Donald Trump exhibiendo las enormes fallas democráticas que plantean sus instituciones.
El petróleo en las Malvinas
Durante la campaña electoral, el Partido Laborista prometió prohibir toda nueva exploración de petróleo y gas en «aguas británicas», considerando propia parte del Mar Argentino por la ocupación en las islas. Pero esta restricción no afectaría a las Malvinas, ya que la administración local tiene voz y voto sobre los derechos de perforación en las aguas circundantes. En este contexto poco se puede esperar del cambio de gobierno británico. Más aún sabiendo que nada está haciendo al respecto el gobierno argentino para reclamar por la soberanía y menos por la defensa del ambiente.
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Fotografía: Anred. El nuevo Primer Ministro Keir Starmer.