Por: Boris Acosta Reyes. 04/06/2025
La carrera presidencial en Bolivia arrancó con diez candidatos inscritos, un progresismo dividido y sin el expresidente Evo Morales (2006-2019) y una derecha variopinta. Los bloques intentarán seducir a un electorado golpeado por la grave económica y que busca salidas y respuestas en los comicios convocados para el 17 de agosto.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que la organización Evo Pueblo ni el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL) pueden registrar candidatos, al no tener sigla con personalidad jurídica. Esta decisión se asume, pese a que las federaciones del Trópico anunciaron movilizaciones escalonadas en demanda de la habilitación de Evo Morales.
Sobre Morales, también pesa un impedimento legal por una decisión del Tribunal Constitucional de que un candidato no puede ejercer la Presidencia del país por más de dos veces de forma continua o discontinua. Evo Morales gobernó en tres períodos por 14 años continuos.
La carrera a las presidenciales del 17 de agosto comenzó formalmente, marcada por la larga pugna entre Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce, pero también por una fractura de la oposición de derecha. En medio de la puja, la figura del joven presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, que en algún momento fue considerado el delfín de Morales, toma protagonismo.
“Evo Pueblo no tiene personería jurídica y el partido Pan-Bol, con quién firmaron una alianza, está inhabilitada», confirmó el secretario de cámara del TSE, Fernando Arteaga, durante una conferencia de prensa. El plazo para la inscripción de candidaturas a presidente, vicepresidente, senadores y diputados concluyó a la medianoche de este lunes, y cinco alianzas y cinco partidos -en total son 10 organizaciones- fueron inscritas para las elecciones generales, informó el TSE tras el cierre del plazo.

Morales, que gobernó Bolivia en tres periodos, sostiene que está habilitado para los comicios, pese a que el Tribunal Constitucional reiteró la semana pasada que la reelección presidencial es por una sola vez de forma continua y sin posibilidad de un tercer mandato.
Evo llamó este martes a un «gran reencuentro nacional» tras ser excluido de las elecciones presidenciales del 17 de agosto. Dirigentes sociales evistas anunciaron el inicio de una lucha social y legal para conseguir que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia registre su candidatura, luego de que el órgano electoral no lograra inscribir su nombre por no tener un partido reconocido.
Frente a la crisis del MAS, la oposición derechista tenía la oportunidad de quedar fortalecida y, en diciembre pasado, incluso conformó un bloque de unidad para buscar una sola candidatura. Hoy los opositores divididos con sus partidos o alianzas definidas son el expresidente Jorge Quiroga, el empresario Samuel Doria Medina, el alcalde de la ciudad de Cochabamba (centro), Manfred Reyes Villa, y el analista financiero y exoperador de la Bolsa de Nueva York Jaime Dunn, visto como un “outsider”.
El llamado de Evo

Ante el grave riesgo que hoy enfrenta la democracia y la amenaza real de excluir al movimiento indígena, campesino y popular de las elecciones, convoco al pueblo boliviano a un Gran Reencuentro Nacional. Es hora de unirnos para enfrentar a los verdaderos enemigos del país: la crisis económica y el abuso de poder, expresó Morales en su cuenta de X.
“Podemos haber cometido errores, también tuvimos grandes aciertos, pero ahora la urgencia es clara: debemos dejar de lado las diferencias y construir una unidad firme para frenar la judicialización de la política, la criminalización de la protesta social y la corrupción que se ha vuelto intolerable. Llamo a todos los que creen en una Bolivia con justicia social, con participación amplia y sincera, a retomar el camino del diálogo democrático y a defender, juntos, el Proceso de Cambio que nació del pueblo y para el pueblo”, añadió.
La frustrada inscripción de Morales ocurrió horas después de que sus bases en el Trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical, amenazaran con una “revolución en las calles” si el líder cocalero no era admitido como candidato. Las amenazas fueron transmitidas en vivo y compartidas por el propio Morales en sus redes sociales. Sin embargo, el ex mandatario no emitió declaraciones sobre el desenlace de su postulación.
Desde finales de 2021, Morales mantiene un distanciamiento con el gobierno de Luis Arce por disputas internas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lideró durante casi tres décadas. En 2024, tanto la Justicia como el TSE reconocieron al dirigente campesino Grover García como nuevo presidente del MAS. Tras su salida del MAS, Morales impulsó la creación de la agrupación Evo Pueblo, que aún no cuenta con reconocimiento legal. Por tanto, tampoco podría ser una plataforma válida para su postulación en 2025.
Las denuncias de Arce
El presidente Luis Arce denunció este martes intenciones de afectar la participación del MAS-IPSP y de otras organizaciones políticas en las elecciones generales del 17 de agosto y convocó a que los Órganos del Estado a actuar en cumplimiento de sus funciones constitucionales.
“Denunciamos las intenciones políticas de afectar la participación del MAS-IPSP, y de otras organizaciones políticas en las próximas elecciones generales con la presentación de denuncias al régimen electoral y acciones constitucionales”, publicó el jefe de Estado en sus redes sociales.
En esa línea, el mandatario convocó a que los Órganos del Estado actúen en cumplimiento de sus funciones constitucionales con plena independencia. “En democracia, las reglas son claras y deben respetarse, por tanto, insto a que la disputa electoral no genere inestabilidad política y económica. Como Gobierno invitamos a todos los bolivianos a defender la unidad y la paz social rumbo a las elecciones generales del 17 de agosto”, exhortó.
La preocupación de Andrónico

El presidente del Senado de Bolivia, Andrónico Rodríguez, rompió con el ex mandatario Evo Morales al lanzar su candidatura presidencial por su cuenta con el partido Alianza Popular junto a Mariana Prado como candidata a vicepresidenta, en medio de una división en el oficialismo.
Este martes, Andrónico advirtió a través de su cuenta en la red social X que podrían inhabilitarlo para competir en las elecciones del próximo 17 de agosto y afirmó que “están jugando con fuego”. “Alertamos a todas nuestras organizaciones sociales del país que algunos vocales de las salas constitucionales departamentales están jugando con fuego, porque sus acciones ilegales evidencian una clara subordinación a presiones políticas“, subrayó.
El TSE publicará el 6 de junio la lista oficial de candidatos habilitados para los comicios. Mientras tanto, el Movimiento al Socialismo (MAS) ya inscribió como su postulante presidencial al abogado Eduardo del Castillo, ex ministro de Gobierno de Arce, cuya candidatura es rechazada por Morales.
Los binomios habilitados hasta el momento son:
• Eduardo del Castillo – Milán Berna (Movimiento Al Socialismo – MAS)
• Jorge “Tuto” Quiroga – Juan Pablo Velasco (Alianza Libre)
• Samuel Doria Medina – José Luis Lupo (Alianza Unidad)
• Manfred Reyes Villa – Juan Carlos Medrano (Autonomía Para Bolivia – Súmate)
• Rodrigo Paz – Edman Lara (PDC)
• Jhonny Fernández – Felipe Quispe (Alianza La Fuerza del Pueblo)
• Paulo Rodríguez Folster – Antonio Saravia (Libertad y Progreso)
• Jaime Dunn – Edgar Uriona (Nueva Generación Patriótica)
• Eva Copa – Jorge Richter (Movimiento Renovación Nacional – Morena)
La precariedad económica también supone que el próximo gobierno va a administrar un país en crisis, sin reservas monetarias internacionales y sin una capacidad de construir consensos debido a la atomización de las diferentes fuerzas políticas. A diferencia de los últimos años, en los que Morales se resistía a debatir, en esta campaña habrá debates obligatorios a nivel de candidatos presidenciales en los que ninguno podrá rehuir.
En el debate político están las posiciones de la izquierda socialista, que postula el rol interventor del Estado, y la derecha para defender un discurso de libertad económica, inversión extranjera y un rol más reducido del Estado.
* Sociólogo y periodista bolivano,
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Fotografía: Lo que somos. EFE