Por: Alejandra Crail. 09/12/2021
Casi un millón de mujeres mayores de 60 años han sido violentadas toda su vida. Aunque la brecha de género se cierra en esta edad, ellas siguen siendo las más afectadas, y es necesario que el Estado las atienda, dicen expertas.
A sus 82 años, María* pudo nombrar el cúmulo de violencias que ha vivido a lo largo de su existencia. Hoy reconoce que su tío la agredió sexualmente cuando tenía 7 años, que en su primer noviazgo los gritos y los golpes no eran normales y que lo que actualmente ocurre con sus hijos tampoco lo es.
“Yo escucho mucho la radio y ahí he ido aprendiendo sobre mis derechos. Por eso sé que cuando mis hijos me ignoran, me gritan o amenazan están cometiendo una falta, pero también que muchas de las cosas que viví de niña y joven estaban mal”, dice en entrevista esta mujer de cabello cano.
María enviudó hace seis años y quedó como la responsable de los bienes que logró tener junto con su pareja: una casa en la Ciudad de México y los ahorros de toda una vida. Los dos definieron, a través de un testamento, repartirlos por igual entre sus tres hijos cuando ambos fallecieran, pero tras la muerte de su esposo, ellos comenzaron a presionarla para que los heredara en vida.
Ante su negativa, empezó a ser amenazada y agredida psicológica y verbalmente por sus hijos. “Me ven y se siguen de largo. Les hablo y no me responden. Durante todas sus vidas he visto por ellos: apoyo económico, cuidado de mis nietos, alimentación, refugio. Estoy tranquila conmigo porque he hecho todo por ellos, pero es doloroso sentirme así”, señala.
Como María, casi un millón de adultas mayores mexicanas (mayores de 60 años) han vivido violencia durante toda su vida, según un análisis realizado por la doctora en Ciencias en Salud Colectiva Liliana Giraldo Rodríguez, que revela que la mayoría de las mujeres afectadas en esta edad también enfrentaron agresiones en otras de sus etapas de vida.
“Cuando le preguntamos a las mujeres adultas mayores desde cuándo han vivido algún tipo de violencia la respuesta es: ‘toda la vida’. Reconocen a los agresores durante su infancia: tíos, padres, hermanos. Después el maltrato en sus relaciones de pareja. Y ya en la vejez con los hijos. En los casos de muchas mujeres lo único que cambia es el responsable”, señala en entrevista la experta en maltrato y discriminación en la vejez .
Giraldo Rodríguez examinó la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016 para determinar la prevalencia de la violencia en la vida de las mujeres y encontró que del total de adultas mayores que reportaron vivir violencia durante 2016 (1.2 millones de mujeres), 81% vivió alguna agresión en el pasado (980 mil).

“Esto nos demuestra que no hay una protección de las personas a lo largo de sus vidas. No hay herramientas ni apoyos suficientes para romper las dinámicas de violencia que aparecen en distintos momentos de la vida, ahí estamos fallando como sociedad”, recalca la especialista.
Según el análisis de Giraldo Rodríguez, es altamente probable que quien sufrió violencia en la niñez o de pareja, padezca algún tipo de violencia en la vejez. “Nuestro marco jurídico no tiene la perspectiva de curso de vida. Se hacen acciones aisladas para atender el maltrato infantil o la violencia intrafamiliar, pero no se le da seguimiento a las víctimas para evitar que vuelvan a ser agredidas en algún otro momento de su vida, como en la vejez”, señala.
Las entidades donde las adultas mayores superan la media nacional de 17.3% sobre violencia por parte de algún familiar son Estado de México (22.1%) Jalisco (21.7%), Hidalgo (20.8%), Guanajuato (19.7%), Michoacán (19.1%), Veracruz (19%), Tlaxcala (18.8%), Querétaro (18.7%), Durango (18.5%) y Coahuila (18.2%), según el estudio Panorama nacional sobre la situación de la violencia contra las mujeres del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Fotografía: Animal político