Por: Efeminista. 30/11/2024
La violencia institucional es aquella ejercida sobre mujeres por instituciones del Estado, ya sea de forma directa o indirecta, a través de actos, omisiones, normativas o la inacción que perpetúan la desigualdad y su desprotección.
Esta violencia no siempre es física, también puede manifestarse de manera psicológica, sexual o simbólica, reforzando las estructuras patriarcales que invisibilizan y despojan de derechos a las mujeres.
A continuación, presentamos tres casos paradigmáticos que ilustran cómo la violencia institucional impacta de manera devastadora en la vida de las mujeres y las niñas y niños a su cargo.
Ángela González, las madres protectoras y el Estado de Argentina
El caso de Ángela González en España es un ejemplo desgarrador de la desprotección judicial y el fracaso del sistema frente a la violencia de género. A pesar de que ella había advertido en varias ocasiones sobre el riesgo que corría su hija Andrea, de 7 años, el sistema judicial español obligó a la niña a mantener visitas con su padre.
La desidia de las autoridades culminó en tragedia cuando, en 2003, el padre asesinó a Andrea durante una de estas visitas, a pesar de las alertas de la madre. Años después, en 2014, la ONU denunció a España por no haber protegido a Ángela ni a su hija, subrayando el fracaso institucional en prevenir la violencia de género.
Otro ejemplo de violencia institucional lo encontramos en los casos de las madres protectoras, como María Sevilla, quien fue condenada a dos años de prisión y perdió la custodia de su hijo tras intentar protegerlo del padre después de que el niño manifestara que había sido abusado sexualmente por él.
Como ella, muchas madres protectoras enfrentan decisiones judiciales que las desamparan y revictimizan.
Tras investigar una treintena de casos similares, la ONU alertó sobre un “patrón estructural” en la justicia española que pone en peligro a los menores y discrimina a las mujeres, desatendiendo su derecho a proteger a sus hijos e hijas.
En Argentina, diversas organizaciones han denunciado al Estado por incumplir su obligación de prevenir y proteger contra la violencia de género.
Sostienen que el Gobierno ha recortado presupuestos, ha reducido personal y ha anunciado el cierre de programas de atención a víctimas. Este desmantelamiento de las políticas públicas de protección pone en riesgo a miles de mujeres, dejando un vacío institucional que las expone aún más a situaciones de violencia.
Violencia institucional contra las mujeres migrantes
La falta de respuesta del Estado ante las necesidades de las víctimas demuestra cómo la violencia institucional también puede adoptar la forma de desprotección activa.
Además, la violencia institucional afecta a muchas víctimas de violencia machista, especialmente si son mujeres migrantes. La falta de credibilidad hacia sus denuncias, las trabas burocráticas, el incumplimiento de la obligación estatal de protección y el constante cuestionamiento de su testimonio contribuyen a un entorno de desprotección que las expone a mayores riesgos.
Además, la dificultad para acceder a la justicia, combinada con la discriminación racial y de género, coloca a las mujeres migrantes en una situación de doble vulnerabilidad y violencia institucionalizada.
Distintas formas de violencia machista
Con motivo del 25N Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, lanzamos una campaña de videos y textos cuyo objetivo es visibilizar y explicar las diversas formas de violencia machista que afectan a las mujeres. A lo largo de esta serie, exploramos diferentes tipos de violencia, presentando datos, casos y testimonios que muestran cómo se manifiestan la violencia física, psicológica, sexual, digital, económica, institucional y vicaria.
Todos los videos de la campaña los podéis ver en la lista de reproducción de YouTube 25N | Manifestaciones de la violencia machista.
LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: Efeminista