Por: Rodolfo Herrera. Metropolitano. 30/01/2016
Desesperados, algunos ya en la quiebra, constructores veracruzanos que hicieron obra con el gobierno del estado de Veracruz, decidieron encarar definitivamente al secretario de finanzas Antonio Gómez Pelegrín, solo para escuchar al través de un megáfono que: “este gobierno ya no les va a pagar, su deuda será liquidada en el próximo gobierno”.
Luego de tantas vueltas, presiones, cuestionamientos a Félix Grajales Montiel, dirigente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, la CMIC, por fin este accedió a acompañar a un nutrido grupo de constructores a la secretaría de finanzas, en Xalapa, la capital del estado, para saber cuándo les llegaría el pago de su adeudo.
Los propios constructores, advirtieron que a su representante de cámara Félix Grajales Montiel lo tuvieron que llevar casi a rastras, pues en todo momento ponía excusas para poder acompañarlos y exigir que les pagaran a sus representados.
Entre los empresarios, había los que iniciaron obras incluso en la campaña de Javier Duarte de Ochoa con la promesa de pago y los que invirtieron desde hace cinco años porque creyeron que ahí estaban amarrando una buena inversión con el gobierno, pero no fue así.
Los que mejor suerte tuvieron recibieron un anticipo por el monto de la obra y de ahí no hubo más, su dirigente Félix Grajales en asamblea les decía que les iban a pagar y siguió con esa promesa desde el inicio de su gestión al frente de la CMIC,
El día del encuentro entre empresarios constructores y la Secretaría de finanzas y planeación llegó, Grajales al frente pero sin decir nada, así transcurrieron horas en que los tuvieron parados, de vez en cuando se les decía que “tarde o temprano les iban a pagar, que tuvieran confianza”.
La desesperación entre los constructores llegó cuando al transcurrir de las horas ya habían dejado de atenderlos, ya nadie salía, ya no había promesas y comenzaron a gritar desesperados.
Ante el escándalo, un hombre trajeado salió megáfono en mano y les pidió silencio para que escucharan lo que les iban a decir.
Los constructores pusieron atención, entonces el hombre del megáfono comenzó a hablar, dijo que la situación del estado era difícil y en ese momento vino el anuncio que les cayó como la terrible noticia de una catástrofe: “este gobierno ya no les va a pagar, su deuda será liquidada en el próximo gobierno”. Y así como entró, se metió a una oficina para no salir más.
Entonces vino la ira de los constructores que tomaron de las solapas a su dirigente y le gritaban “nos estuviste engañando” “Y si no gana el PRI quién nos van a pagar” “Todo el tiempo supiste que no nos pagarían y nos diste largas” “con razón tú y tus empresas si tienen obra”.
A esto le siguieron proyectiles, botes de basura lanzados de un lado a otro, cristales rotos, gritos de ira y desesperación. Hubo una constructora que no dejaba de llorar, el patrimonio de su familia se había perdido, no quedaba nada, la habían engañado y Grajales se había prestado a ello.
Ante los medios de comunicación Félix Grajales solo ha salido a decir que “Ya no hay obra en el gobierno federal”, pero del sufrimiento de los constructores ni una sola palabra.
Sin la intervención del su presidente nacional de CMIC Gustavo Arballo ni de Félix Grajales, los empresarios han comenzado a buscar la vía legal para reclamar el pago de sus adeudos, pero ya sin dirigentes.
EMPRESARIOS DE MEDIO PELO.
Los podemos ver en cualquier organismo empresarial, inversionistas que con un estanquillo de cigarros les da para afiliarse como socios en la Coparmex o la Canaco, pal caso da lo mismo, mantienen empleados en horarios forzados, ínfimos salarios y nula seguridad social, hacen negocios con el gobierno y guardan silencio el tiempo que les va bien, viven de acuerdo, lanzan sendas alabanzas al imperio y hasta firman desplegados de apoyo; ahora lloran su desgracia. ¿No podrían los organismos empresariales regresar a la etapa de la moralidad? ¿Volver a aprender a vivir sin la gracia del gobierno municipal, estatal o federal? Es decir, volver a ser dignos empresarios, inversionistas, generadores de empleos, desarrolladores de la sociedad, de esos grandes hombres solo queda el recuerdo, de los otros ya hay demasiados.
Fuente: http://www.metropolitanoenlinea.com/2016/01/30/portazo-en-la-nariz-a-la-cmic-rodolfo-herrera/
Fotografía: capitalveracruz.