Por: John M. Ackerman. RT. 21/02/2017
El jueves pasado un helicóptero de la Secretaría de Marina abrió fuego desde el cielo en contra de una vivienda en Tepic, Nayarit. Cayeron muertos por lo menos una docena de supuestos narcotraficantes. La Marina no ha informado sobre la identidad de los muertos, pero de acuerdo con algunos reportes, entre las víctimas hubo menores de edad.
Las escenas recuerdan los operativos de los EE.UU. en Yemen, Afganistán o Irak en que se dispara de manera indiscriminada en contra de los supuestos “enemigos” sin primero averiguar sus identidades.
Incluso cabe la hipótesis de que el operativo hubiera sido ordenado y operado directamente por soldados estadounidenses. Es importante recordar que las fuerzas armadas no tienen el derecho de actuar de la misma forma que los delincuentes.
Nuestra Constitución prohíbe la pena de muerte y garantiza a todos los ciudadanos el derecho a la presunción de inocencia y el debido proceso. Las ejecuciones extrajudiciales no tienen lugar en el marco de un Estado de Derecho.
Si la procuración de justicia no sirve para detener y desarmar a los delincuentes, la respuesta no debe ser ¡Mátenlos en caliente! Ni la militarización del país, sino una profunda limpieza de las instituciones a partir de una transformación política de fondo.
Pero la nueva Ley de Seguridad Interior busca mantener y legalizar la actual estrategia sanguinaria y violenta. Parece que Peña Nieto intenta demostrar que es igual de sangriento que Trump. Hay que pararlo.
Fuente: https://actualidad.rt.com/opinion/john-ackerman/231062-ataque-gobierno-mexicano-pueblo
Fotografía: flickr.com