Top Posts
Un balance de la lucha de la CNTE:...
Asamblea de Daniel Noboa aprueba instalación de bases...
La (des)nazificación de Alemania
El sistema de castas y los dilemas de...
AgroALBA arrancó en Venezuela: estrategias solidarias para producir...
¡No en nuestro nombre! Manifiesto de feministas contra...
Presidente Maduro propone Escuela de Agricultura Regenerativa para...
EE. UU. vs. China: ¿quién manda en el comercio...
Entre el wokeismo y el populismo de derecha
PALESTINA Y LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

LA HISTORIA CARACOL

por RedaccionA febrero 19, 2024
febrero 19, 2024
974

Por: Raúl Prada Alcoreza. 19/02/2024

El caracol es un molusco gasterópodos que carga una concha espiral. Los caracoles se mueven desplegando una serie de contracciones musculares ondulatorias, que recorren la cara inferior del pie. Los caracoles poseen en la boca una estructura llamada rádula, con miles de dentículos, que les sirven para raspar las superficies con el fin de alimentarse.

Podríamos pensar una figura que ilustre adecuadamente lo que ocurre con lo que llamamos historia, en ese sentido, podríamos hablar de una historia caracol o de una historia que se encaracola. En otras palabras, hablamos de una historia que se encierra en sí misma. Que busca ocultarse al interior de su caparazón. Ya no se trata del ángel de la historia de Walter Benjamin, ángel, que no puede mirar al futuro, hacia dónde va, sino que solo puede mirar al pasado, en la medida que se aleja, pues sus alas están inmovilizadas por un viento huracanado. Se trata de otra figura donde la historia, esta vez, como sujeto, mejor dicho como conciencia, se oculta en su cueva. No pude afrontar la exterioridad, mucho menos el afuera. No sabe que la exterioridad corresponde a los diagramas de poder, que se inscriben en la superficie de su piel y se hunden en el espesor de su cuerpo. Tampoco sabe que el afuera, es decir, la vida, que se convierte en resistencias, en campos y espesores de resistencias, frente a las pretensiones de dominación de los diagramas de poder y de sus instituciones, de los agenciamientos concretos de poder, que ese afuera lo encuentra en la profunda interioridad de sí mismo, en su vitalidad, que no quiere reconocer, en su potencia que no quiere liberar.

Entonces estamos ante una historia que se oculta en las profundidades de su propia memoria, buscando no recordar, sino olvidar. Una historia que huye, escapa de su futuro, renuncia al porvenir. Quiere repetir lo mismo, el eterno retorno de lo mismo. Ese mismo que es su comienzo, mas bien, su origen mítico, es decir, la utopía del pasado, inventada por el imaginario de una modernidad en decadencia.

Una historia que escribe, se reescribe sin inventarse, es decir, sin crearse, sino, mas bien, copiándose reiteradamente. Una historia que ha renunciado al conocimiento, pues no quiere conocer lo que ocurre, lo que acontece, incluso lo que ha ocurrido. Lo que hace es recurrir a una gran narrativa de la historia universal, que corresponde al prejuicio de una evolución lineal, de una filosofía dialéctica y de una historia dialéctica, es decir, una filosofía de la historia, que supone un desenvolvimiento de la superación de las contradicciones, una síntesis histórica de los antagonismos. En pocas palabras, una apología de una modernidad, geopolíticamente dominante, autorreferida y autocentrada en las potencias dominantes, que ahora componen el imperio.

Hemos hablado de sujeto, hemos supuesto, por lo tanto, el sujeto de la historia, por razones de exposición, para ilustrar. Pero este sujeto, que suponemos no necesariamente tiene que ver con el sujeto que conjetura la filosofía de la historia, esa síntesis heroica, esa concepción romántica de la figura que encarna la historia. Tampoco estamos hablando del sujeto de la historia materialista, que tiene conciencia para así, el proletariado, sujeto que ha supuesto el marxismo. Esta versión materialista de la historia tampoco sale de la herencia del romanticismo, ni se escapa a la filosofía especulativa de Hegel, sino que reproduce esa filosofía especulativa con pretensiones de ciencia, acudiendo a una suerte de determinismo económico. Hablamos de una manera más sencilla, ese sujeto de la historia es el que escribe la historia. Nos referimos a los historiadores, en el mejor de los casos, y en el peor de los casos, a los que inventan la historia de acuerdo al delirio de sus propios prejuicios y miserias humanas.

La definición que colocamos a un prncipio corresponde a la descripción enciclopédica del caracol. Nosotros usamos al caracol como metáfora, para ocasionar una simbolización apropiada y una configuración significativa pertinente, buscando enunciar la idea de una historia sinuosa, que se arrastra sobre un suelo depredado, abandonado a su suerte. Un suelo, donde se dispersa el conjunto de problemas no resueltos. Respecto a este fracaso rotundo, la historia se ilusiona con una imagen autocomplaciente. Pretende convertirse en una secuencia lineal de un avance civilizatorio y de un desarrollo sin precedentes. Sin embargo, esta hipótesis histórica sostiene la propia narrativa, el relato, no soporta el contraste de los hechos, la fatalidad de los hechos, la facticidad de una condena, que parece ser un destino escogido, sobre todo por los que dominaron y ejercieron el poder desde el comienzo mismo de la civilización, es decir, hace 5000 años.

La historia carga con su propia covacha, ese refugio, donde vive, donde se oculta, donde guarda sus certezas, pero también donde oculta su memoria. La historia deja fluir la densa mucosidad de sus procedimientos, para evitar fricciones, para moverse cómodamente en el líquido espeso de sus propios presupuestos. Elude obstáculos, evita los eventos que podrían cuestionarla, por lo menos cuestionar el eje de la trama de una narrativa consabida, donde cambian los escenarios, los contextos, las épocas, los periodos, los lugares, los nombres, empero, se repite la secuencia de la trama, en busca del desenlace. Nos lleva, nos induce, a corroborar las propias hipótesis cronológicas, las más valoradas por la ideología universal.

Claro está que no podemos olvidarnos de la contrahistoria, que no es exactamente la otra historia, la historia alternativa, por ejemplo de los vencidos, sino, mas bien, es la contra-genealogía alterativa de la propia historia. La irrupción de otras interpretaciones de los hechos, de los eventos, de los sucesos y de los acontecimientos. La irrupción de otras narrativas, precisamente las que cuestionan la narrativa dominante de la historia universal. También está la historia, crítica o la crítica de la historia, que sobre la base de los archivos documentales y otras investigaciones, además de acudir a la arqueología, así como a las memorias colectivas y a las culturas singulares, elabora otra comprensión y entendimiento de los acontecimientos, puestos en observación y considerados en las investigaciones alternativas, que, en todo caso, no tiene una concepción universal, sino que se abren a las multilinealidades históricas. A la emergencia de otros recorridos sociales y culturales.

En esta lista, sucinta, no podemos olvidarnos de colocar a las memorias locales, a las narrativas del lugar, tanto orales como escritas, que pueden formar parte del folclore o del saber popular, en el sentido más amplio de la palabra. En este caso, no hay pretensión de ciencia histórica, sino, de manera inmediata y espontánea, también por tradición, aparece el apego de la transmisión de lo conocido, de lo experimentado, de lo corroborado por testimonios consanguíneos o coterráneos. Se estaría más cerca de los hechos, de los eventos fácticos, aunque su circunscripción solo abarca el lugar, el territorio.

No hay solo una narrativa, sino muchas, no hay pues la posibilidad de una sola interpretación, sino de variadas y alternativas. Con eso no queremos decir que, en lo que respecta a la interpretación del acontecimiento social, desechamos la aproximación a una interpretación no solamente descriptiva, sino teórica, de lo acaecido y de lo que acaece. Sino decimos que una interpretación integral merece comprender y acercarse a la complejidad del acontecimiento social. Todas las activas y todas las interpretaciones al alcance son recursos para acercarse a la comprensión y al entendimiento de la complejidad. Esto implica que la complejidad del acontecimiento requiere de una construcción dinámica e integral de los procesos inherentes a las formaciones sociales.

Varias veces hemos dicho que los conceptos pasado, presente y futuro son discutibles. En realidad deberíamos decir que son antropocéntricos, la escala es el ser humano, la experiencia del ser humano, la medida del tiempo que hace el ser humano, que, si bien, fue cíclica, anteriormente, durante las sociedades agrícolas, ahora es más bien lineal, en la sociedad moderna. Para esclarecer lo que decimos, pongámonos en un paisaje cualquiera, ante un paisaje cualquiera, dentro del que nos encontramos. Ese paisaje, sus montañas, sus pendientes, al pie de las montañas se encuentran los valles; las arboledas que pueblan los valles, se encuentran, siguen permaneciendo, mientras son observados, ayer, hoy y mañana. La montaña es pasado, presente y futuro. Ha estado, está y va seguir estando. El que cuenta los días es el observador, es él quien experimenta el paso de los días y las noches, de los meses y los años. Recuerda la montaña, si regresara al lugar, va a volver a ver la montaña, y espera volverla a ver cuando vuelva a regresar al lugar.

El pasado es un concepto a escala humana, se refiere a lo que se ha ido, a lo que ha dejado de ser, por ejemplo un niño. A los seres queridos que ya no están, que han fallecido. A lo que fue su pueblo, su sociedad y su país, teniendo como referente la temporalidad de su generación. En ese sentido se entiende que se hable de una temporalidad corta, una temporalidad mediana y una temporalidad larga. Las estructuras de larga duración se refieren a los ciclos y genealogías de la civilización. Pero todo eso es humano, la escala humana, la percepción y la concepción humana del tiempo.

¿Pero, qué es el pasado para el planeta, para la galaxia, para el universo? Lo que captamos a través de la luz de las galaxias lejanas es lo que fueron, no lo que son ahora. Aquí el tiempo se corresponde con la velocidad de la luz. Lo que nos llega es ya pasado. Nuestro presente está invadido por el pasado planetario y del universo. El pasado más remoto del universo, que llegue algún día a nosotros, a través de un largo viaje, por medio de la luz, será nuestro futuro.

No vamos hablar aquí del tejido del espacio tiempo, ya lo hemos hecho en Potencia de la vida. Lo único que vamos a anotar, rescatando lo que escribimos en en ese ensayo, es que el tejido del espacio-tiempo supone la simultaneidad dinámica. Ahora nos interesa anotar las dificultades que plantea la pretensión de conocimiento del pasado de la llamada historia. Así como que no se puede conocer la complejidad, sinónimo de realidad, tampoco se puede conocer, por así decirlo, todo lo que abarca y comprende e implica el pasado, todavía manteniendo este término en el uso del lenguaje de esta exposición. A lo máximo que se puede llegar es tener una idea, lo más adecuada posible, de la composición o de las composiciones de la complejidad de la realidad efectiva, incluso si la asumimos como pasado. Dependiendo de la información que manejemos, que llegue a nuestras manos, a la que accedamos y recurramos, contando con buenos recursos de decodificación y de interpretación, contando, además, con buenos instrumentos teóricos, tanto críticos como de apertura, dúctiles y abiertos a la creatividad.

En todo caso es discutible hablar de historia, incluso sólo de genealogía, que sería como su corrección, pues se trata del análisis crítico de las estructuras sociales de las estructuras civilizatorias y de las estructuras transcivilizatorias. Estamos ante el desafío de una concepción integral arqueológica genealógica y hermenéutica de las culturas, de los campos de fuerza sociales y de los plegamientos de las subjetividades.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: Pradaraul

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Palestina y el genocidio continuo
noticia siguiente
8º Foro Campesino – Demandas clave: Aumentar la autonomía de los pequeños productores de alimentos

También le podría interesar

Pedro Laín Entralgo: «Antropología de la esperanza»

junio 2, 2025

Licuado de frutas

junio 2, 2025

“Revelando las falacias del debate cotidiano”

mayo 19, 2025

Visitantes en este momento:

617 Usuarios En linea
Usuarios: 63 Invitados,554 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    La CNTE y el acto de desenlatar la lucha de clases en México

    junio 6, 2025
  • 2

    ¡NO NOS VAMOS, SOLO NOS HACEMOS UN POCO MAS A LA IZQUIERDA!

    junio 6, 2025
  • 3

    Primer round: CNTE desnuda carácter neoliberal de la 4T

    junio 7, 2025
  • 4

    Alto al ataque mediático contra la CNTE, magisterio, organizaciones y sindicatos

    junio 2, 2025
  • 5

    Banco Azteca es premiado con 25 % de las AFORES: Pedro Hernández de la CNTE

    mayo 30, 2025
  • 6

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (3/3)

    junio 3, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 8

    Ante la ratificación del Director del Colegio Preparatorio de Xalapa por parte de la USICAMM la Dirección de Bachillerato lo “retira” de manera arbitraria. Comunidad escolar inicia protestas

    junio 3, 2025
  • 9

    Daniela Griego, Presidenta Municipal electa de Xalapa. Recibe su constancia de mayoría

    junio 5, 2025
  • 10

    México. Maestros de la CNTE, continúa la huelga

    junio 4, 2025
  • 11

    ¡Quién miente?, ¿la presidenta o la CNTE?

    junio 1, 2025
  • 12

    AFORES: un robo para los trabajadores. ¿Quiénes son y cuántas cuentas controlan?

    mayo 25, 2025
  • 13

    Colombia. Potente huelga contra el boicot de la derecha al referendo de reforma laboral

    junio 5, 2025
  • 14

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (2/3)

    junio 1, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Judith Butler, filósofa feminista: “No queremos imitar...

marzo 27, 2022

Colonización versus Descolonización.

enero 19, 2017

“Defender la filosofía es inseparable de repensar...

febrero 24, 2016