Por: Rosa Chávez Yacila. 07/08/2024
Desde hace años, en distintos artículos académicos, libros y discusiones se hace referencia a una “crisis de las humanidades”. En Estados Unidos, Reino Unido o Australia los programas universitarios o facultades de áreas como la filosofía han cerrado o sufrido importantes recortes presupuestales. Conversamos con filósofos e investigadores, además de profesores y académicos de las escuelas de Filosofía que existen en el Perú, sobre la importancia de esta disciplina en un mundo cada vez más enfocado en el fomento de carreras diseñadas en base al mercado.
Hace casi una década y media, la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum advirtió, en su libro Sin fines de lucro: por qué la democracia necesita de las humanidades, que el mundo se encontraba en una “crisis silenciosa”. Esta no tenía que ver con dificultades económicas, siempre acechando a los países, sino con una crisis en la educación. Más precisamente, de los conocimientos que se preferían enseñar a los jóvenes en las instituciones educativas.
Por sobre las artes y las humanidades que fomentan “el pensamiento crítico”, “los desafíos de la imaginación”, “la comprensión empática de una variedad de experiencias humanas” y “la complejidad que caracteriza nuestro mundo”, decía Nussbaum, se daba preferencia a la educación para “la obtención de la renta”, con el fomento de las capacidades utilitarias y prácticas.
En esta mencionada crisis de las humanidades, quizá una de las disciplinas que más ha causado consternación es la filosofía. En los últimos años, en Estados Unidos, Australia o Reino Unido, se ha anunciado el cierre de programas de esta especialidad o recortes de sus presupuestos. ¿Es esta una tendencia global? ¿En qué otros lugares se replica?
Hay un conjunto de problemas, de conceptos, de elementos, que exigen una reflexión filosófica”, dice Zenón Depaz.
OjoPúblico conversó con filósofos e investigadores, además de profesores y académicos de las seis escuelas de Filosofía que existen en el Perú, sobre la importancia de esta disciplina en un mundo cada vez más enfocado en el fomento de carreras diseñadas en base al mercado.
“La filosofía tiene que ver con la base del derecho, la biología, la matemática, la historia, y nos permite comprender el mundo en el que estamos. Hay un conjunto de problemas, de conceptos, de elementos, que exigen una reflexión filosófica”, remarcó Zenón Depaz Toledo, doctor en filosofía y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
PERÚ. Cuatro universidades nacionales y dos privadas tienen la carrera de pregado de Filosofía en el país.
Foto: Andina / Vidal Tarqui
La filosofía en América Latina
Para explicar o ahondar en una llamada crisis de las humanidades, y en especial de la filosofía, es importante delimitar una serie de parámetros, como el ámbito geográfico, explicó a OjoPúblico Gustavo Ortiz Millán, investigador principal del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por ejemplo, de acuerdo al también especialista en ética y doctor en filosofía por la Universidad de Columbia, si se trata específicamente de América Latina, “es probable que las humanidades no estén en crisis, ya que, en los últimos años, hay más programas de humanidades en la región que anteriormente”.
Si bien este aumento es ligero, recalcó, en la región cada vez hay más personas con posgrados de ciencia y tecnología, a diferencia de Estados Unidos o Europa. Asimismo, Ortiz Millán señaló que, hasta el momento, no se conocen departamentos o facultades de Filosofía que hayan cerrado en la región.
Por ejemplo, en Perú, este año se han abierto, al menos, un par de carreras relacionadas con la filosofía y las humanidades: Política, Filosofía, y Economía y Humanidades Digitales.
“Son carreras que no hemos inventado, ya existen en otros países: Estados Unidos, Reino Unido, etc.”, dijo Alonso Villarán Contavalli, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico y miembro del grupo de creadores de ambas escuelas.
“El Perú necesita profesionales que puedan afrontar los problemas, por ejemplo, en el sector público, analizando un problema desde varias dimensiones”, añadió el también doctor en filosofía.
Otro factor de medida de la crisis de las humanidades y la filosofía en América Latina es el recorte en los presupuestos de los departamentos y facultades. Ahí, en cambio, sí existen retrocesos, de acuerdo a Gustavo Ortiz Millán. “Y en las [universidades] privadas no ha habido una gran expansión de estas áreas. Por ejemplo, no sé de ninguna universidad privada en América Latina que ofrezca la carrera de estudios clásicos”, dijo.
El investigador Gustavo Ortiz considera que en América Latina, a diferencia de otras regiones, las humanidades no están en crisis”.
Para Ortiz Millán, no se puede analizar el problema sin datos concretos sobre el número de programas de humanidades, programas de filosofía, presupuestos asignados, número de ingresantes, de egresados, seguimiento de sus trayectorias, entre otros indicadores.
“Los humanistas y filósofos latinoamericanos hemos hecho un trabajo muy pobre para estudiar las condiciones sociales, educativas y económicas en las que se desarrolla nuestra profesión en nuestros países. Es un trabajo que las asociaciones de filosofía de la región deberían llevar a cabo”, indicó.
De hecho, desde hace tiempo, no existe un esfuerzo semejante. Estos han sido, dice Ortiz Millán, “esporádicos, parciales, y no han arrojado muchos datos duros”. En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) publicó el estudio La Filosofía, una escuela de la libertad, sobre la importancia de incentivar el estudio de esta disciplina en todas las edades, y en distintas áreas.
Dos años después, la misma organización elaboró Enseñanza de Filosofía en América Latina y el Caribe, en donde advirtió que, dado los “problemas y desafíos actuales de la humanidad, tanto de orden económico, político, social y cultural (…) la filosofía es hoy más necesaria que nunca”.
La carrera de Filosofía en Perú
Hasta octubre del año pasado, había 97 universidades licenciadas en el país, según la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). De estas, seis son las que enseñan específicamente la carrera de Filosofía en pregrado: la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) y la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC).
A estas se suman la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). Las cuatro primeras son nacionales y las dos últimas, privadas.
Para conocer mejor el estado actual del aprendizaje, los cambios en los últimos años, y los planes a futuro en esta carrera de pregrado, OjoPúblico se comunicó con cada una de las facultades o departamentos correspondientes.
A excepción de la UNFV y la UNSAAC, que no respondieron a las solicitudes de entrevistas, los demás profesores, directores de carrera y/o jefes de departamentos sostuvieron que, si bien se puede hablar de una crisis de las humanidades en general, y de la Filosofía en particular, esta tiene que ver, sobre todo, con la forma de pensar y actuar de la sociedad: un modo cada vez más abocado al liberalismo, al consumismo y al rendimiento como sinónimos de bienestar. En ese contexto, la reflexión y la crítica, han quedado relegadas.
“Es real que hay algo así como una crisis, una desatención a la formación humanística. Pero esto habría que considerarlo, más bien, como un síntoma de un problema sustantivo, una crisis más global. No es que las humanidades solamente estén en crisis, y todo lo demás va bien”, dijo el doctor en Filosofía Zenón Depaz Toledo, profesor de la UNMSM.
En las aulas, por el contrario, la curiosidad y la avidez de conocimiento no ha decrecido, señalaron los especialistas. “En el mundo de la gente que ha ingresado a los espacios académicos, que es el caso del estudiante universitario, la situación es, más bien, de preocupación por estos temas”, añadió el especialista en filosofía política y pensamiento andino.
La desatención a la formación humanística, en opinión de Zenón Depaz, tiene que ver con una crisis global más que de las humanidades”.
Este interés incluso se puede extender a los estudiantes de otras especialidades, que sienten una real curiosidad por responder ciertas preguntas. “Nosotros [en Filosofía de la PUCP] recibimos una cantidad significativa de alumnos de otras carreras que llevan cursos con nosotros, con lo cual comprueba que alumnos de Ciencias Sociales, de Derecho, de Comunicaciones tienen interés por tener algún tipo de contacto con la reflexión crítica”, dijo a OjoPúblico Ana Cecilia Monteagudo, directora de la carrera de Filosofía de dicha universidad.
Otra de las señales que, tal vez, da buena cuenta del estado de la carrera de Filosofía en Perú es el número de alumnos que, año a año, ingresan a estudiarla. Para los expertos consultados, esta cifra tampoco representa una preocupación importante o una amenaza: no ha variado significativamente en los últimos años. Es decir, mantiene su promedio de alumnado, que reconocen nunca ha sido cuantioso.
“A pesar de la recesión económica actual, la carrera de Filosofía en la UARM tiene un número apreciable de ingresantes; tomando en cuenta su particular característica: es una carrera altamente teórica”, respondió por escrito Ricardo Falla Carrillo, jefe del Departamento de Filosofía y Teología en esa casa de estudios.
EDUCACIÓN SUPERIOR. En Perú, una de las universidades que tiene más alumnos de Filosofía es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Foto: Andina
Asimismo, Ana Cecilia Monteagudo, de la PUCP, comentó que la crisis económica sí ha impactado: menos padres de familia cuentan con el presupuesto suficiente para costear carreras universitarias. “Obviamente en las más pequeñas, como siempre ha sido la de Filosofía, eso también ha golpeado”, dijo. Sin embargo, remarcó, esta situación se extiende a todas las carreras de la universidad.
De hecho, entre 2021 y 2023, la PUCP ha recibido 27 ingresantes a Filosofía (14, en 2021; seis, en 2022, y siete, en 2023). Mientras que, entre 2020 y 2022, ha tenido 47 egresados (10, en 2020; 19, en 2021, y 18, en 2022).
Algo distinto ha ocurrido, al menos, en un par de universidades públicas. Juan Butrón Treviños, filósofo y director de la Escuela Profesional de Filosofía de la UNSA, comentó que “justamente este año han aumentado los alumnos” en la escuela. Por eso, esta vez se han abierto dos turnos de estudio: uno para la mañana y otro para la tarde. En cambio, en años anteriores, solo había un turno para los estudiantes.
En Perú, este año se han abierto, al menos, un par de carreras relacionadas con la filosofía y las humanidades”.
El área de prensa de la UNMSM informó, asimismo, que, entre 2019 y 2023, 302 alumnos ingresaron a la carrera de Filosofía: el pico más alto fue en 2023, con 70 alumnos. El más bajo fue en 2020, primer año de la pandemia, con 52 alumnos. En 2021, que también fue un año fuerte de covid-19, tuvieron 59 ingresantes.
En ese mismo periodo, según explicaron a este medio han tenido 129 egresados, 122 bachilleres y 22 licenciados. Esto quiere decir que el número de egresados representa el 42,7% de los ingresantes.
“San Marcos siempre ha tenido mucha pluralidad, es una riqueza”, dijo José Carlos Ballón, director de la carrera en Filosofía en UNMSM, sobre la cantidad, la calidad y la procedencia de los alumnos de Filosofía de la universidad.
La educación escolar y la divulgación filosófica
Ya en 2009, en Enseñanza de Filosofía en América Latina y el Caribe, la Unesco advertía que “una tendencia mundial ha buscado reducir, incluso suprimir a la filosofía de la enseñanza básica, media y superior”.
En Perú, al menos en la educación escolar, este curso ya no es obligatorio, como informó antes OjoPúblico. Según un decreto de 2001, orientado a las actividades escolares, el plan de estudios de secundaria sí contaba con el curso de Filosofía y Lógica para el último año de estudios escolares.
Sin embargo, en 2005, entró en vigencia el Diseño Curricular Nacional de Educación Básica Regular, con el que se suprimió esa asignatura del plan. En los años posteriores, han habido algunas iniciativas legislativas y civiles a favor de reincorporar la asignatura a los estudios escolares.
Una tentativa reciente fue, por ejemplo, el proyecto “Ley que declara de interés nacional fomentar la enseñanza del curso de filosofía en la educación básica regular”, presentado, en 2020, por el excongresista Walter Benavides Gavidia, de Alianza Para el Progreso (APP). Pero este terminó archivado.
Un año después, en 2021, el congresista Guido Bellido Ugarte, actualmente de la bancada Perú Bicentenario, presentó el proyecto “Ley que incorpora la enseñanza del curso de filosofía en la educación básica regular”. El mismo cuenta con dictamen de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Legislativo, pero todavía no ha sido tratado en el Pleno.
FUERA DEL PLAN. Desde 2005, el curso de Filosofía y Lógica dejó formar parte del plan de estudios en los colegios de Perú. Algunas iniciativas pretenden revertir esta situación.
Foto: Andina
En el caso de la sociedad civil, en 2022, surgió el llamado Comité de Lucha por el Regreso de la Filosofía a los Colegios, promovido por el Centro de Estudiantes de Filosofía (CEF) de la UNMSM, que, cada tanto, lleva adelante conversatorios y otras actividades.
La anulación del curso de Filosofía fue un gran golpe para el aprendizaje escolar, dijo a OjoPúblico Cesare del Mastro Puccio, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico, quien también fue maestro de colegio y presenció un cambio similar cuando dictaba el curso de Literatura, que pasó a ser Comunicación Integral.
“Se prefiere reemplazar eso [el conocimiento humanístico] por una suerte de enseñanza técnica y tecnológica (…) Hay una suerte de fascinación por lo nuevo y un desprecio, que me parece muy grave, por lo antiguo”, dijo quien también enseña la carrera de Política, Filosofía y Economía.
La ausencia de cursos como Filosofía en los colegios resuena apenas se abandonan las aulas de secundaria. Según Alejando Sáenz Tantas, docente de las academias preuniversitarias Saco Oliveros, son muy pocos los alumnos que llegan a estos espacios sabiendo los conocimientos básicos de filosofía, ya que en los colegios jamás oyeron de ella.
A pesar de eso, algunas academias se encargan de preparar a los alumnos en los conocimientos de la disciplina necesarios para la carrera y universidad a la que postulan. “Solo para la gente que va para Letras la cantidad de preguntas de filosofía [en los exámenes de admisión] es ocho”, dijo Sáenz Tantas. En los casos de las carreras de ciencias, en cambio, suelen ser la mitad.
Cesare del Mastro: “Hay una suerte de fascinación por lo nuevo y un desprecio, que me parece muy grave, por lo antiguo”.
La enseñanza de esta materia no debería depender solo de los colegios y las universidades o en círculos especializados, indicó Cesare del Mastro Puccio. Un aspecto importante para la difusión y el disfrute de la filosofía es su acercamiento a todos los sectores socioeconómicos y culturales, y a los acontecimientos de la actualidad.
“La crisis no hay que verla solo de un lado. A veces, las humanidades o los especialistas de las humanidades, y especialmente los filósofos, hay que decirlo también, tienen cierta condescendencia o desprecio por otras especialidades”, indicó Cesare del Mastro Puccio.
“Los sabios o los teóricos no son más los que están en la nube del gran conocimiento, o en la búsqueda del conocimiento, y el resto está en el llano. Así tampoco funciona el diálogo”, agregó.
Sobre los enfoques que buscan acercar la filosofía a todas las poblaciones Gustavo Ortiz Millán mencionó, entre otros, los programas para niños que se están desarrollando en toda la región. “También ha habido programas académicos que buscan acercar la filosofía a la gente, por ejemplo, a través de cafés filosóficos. También hay intentos interesantes por llevar la filosofía a gente que está en prisión o a casas de adultos mayores”, contó.
Para el especialista mexicano, en la actualidad, se hace más divulgación filosófica que antes. En esto ayuda mucho el Internet, a través de revistas digitales, videos y las redes sociales.
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Fotografía: Ojo público