Por: Germán J. Van de Velde. Redvolución. 16/11/2018
Hace unos días se viralizó un audio donde se escucha la participación del Obispo Silvio Báez miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
En este audio, Báez ha declarado su participación activa en la organización del intento del golpe de estado que se ha llevado a cabo en Nicaragua entre los meses de abril y julio de 2018, el cual ha dejado una gran cantidad de pérdidas humanas, pérdidas económicas y grandes afectaciones psicológicas por los secuestros, torturas, violaciones y muertes de muchos hermanos nicaragüenses.
En este audio, queda revelado que la cabecilla de este ataque terrorista fue Silvio Báez, organizador de pensamiento fascista de los tranques de la muerte (referidos por él mismo como “una invención extraordinaria”) y creador de la organización terrorista opositora “Alianza Cívica”. Así mismo, en su comunicación, Báez deja al descubierto la participación activa de Abelardo Mata y Rolando Álvarez, obispos de Estelí y Matagalpa, como voceros de incitación a la violencia y las ganas que tienen de enviar a fusilar al actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Para el pueblo Sandinista no fue extraño escuchar estas declaraciones, ya que durante los meses que estuvieron como “supuestos mediadores” del diálogo tomaron una postura bien parcializada a favor de las organizaciones golpistas y terroristas que intentaban derrocar el gobierno de Nicaragua. Para otra parte del pueblo ha sido un golpe duro desde el punto de vista de traición a sus creencias ya que un alto representante de la iglesia católica prácticamente ha defraudado los ideales de su religión. Para ellos no es concebible y es difícil de aceptar que un alto dirigente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua esté involucrado en estos actos terroristas que dejaron muerte, destrucción y mucha tristeza al pueblo de Nicaragua. Evidentemente, es un golpe duro para todos los que creían en la palabra de Báez. Para otro grupo minúsculo, este personaje nocivo, gusano, vil y traidor de la Patria de Sandino y Darío comienza a aparecer como un líder, quien los guiará durante sus manifestaciones terroristas para seguir provocando caos y muerte hasta poder alcanzar su objetivo final.
Toda la militancia Sandinista debe saber que este es un capítulo que ya fue llevado a cabo en Venezuela y que se ha repetido nuevamente en Nicaragua. En Venezuela, durante el intento de golpe de estado en el 2002 al presidente Hugo Chávez, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) tuvo un fuerte apoyo a los partidos de oposición y a las guarimbas terroristas que generaban caos y terror.
En el medio de comunicación “vtactual” se publicó un artículo interesante titulado “Conferencia Episcopal Venezolana: homilía política contra la voluntad de un pueblo.”
Aquí se menciona que, en Venezuela, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), lejos de seguir el camino de la paz, se convirtió en un brazo más de la oposición venezolana, encontrando en la derecha del país un canal para impartir su sesgado sermón hacia el pueblo venezolano, en contra del presidente Hugo Chávez.
Durante el golpe de estado orquestado en el año 2002, contra el presidente Huego Chávez, la iglesia católica en Venezuela asumió parte del protagonismo político, de algún modo para suplir el vacío de los partidos opositores sin capacidad de influencia. De manera frontal y agresiva, sus principales dirigentes, entre ellos el cardenal Ignacio Velasco, y el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Baltazar Porras se sumaron a casi todas las campañas contra el gobierno generando sus propias matrices de opinión.
Es así, como en el transcurso de estos últimos años, varios miembros de la iglesia católica han participado de manera pública en golpes de estado, acciones anticonstitucionales, y lo que es peor, aupando desde las sagradas misas de los domingos, el alzamiento de los feligreses contra el gobierno legítimo, primero del Comandante Hugo Chávez, y posteriormente del compañero presidente Nicolás Maduro Moros. Ahora, esto también se repite en Nicaragua contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Otro punto que debo destacar y que llama la atención en las redes sociales es que hay una campaña en donde ponen a este terrorista de Silvio Báez como un santo y están intentando generar confusión en la población al compararlo con Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Sin embargo, es importantísimo poder aclarar las diferencias ya que ambos tenían posturas completamente distintas. Monseñor Oscar Arnulfo Romero es un obispo que defendía y ponía en práctica la “Teología de la Liberación” a favor y en defensa de los pobres, en cambio, Silvio Báez es un obispo de extrema derecha que ha organizado los tranques de la muerte, que defiende a la burguesía nicaragüense y que apoya el intento de golpe de estado, en fin…que hace obispoterrorismo en Nicaragua. También, debo remarcar que Monseñor Oscar Arnulfo Romero nunca tuvo el apoyo de los gringos, mientras que los obispoterroristas de Nicaragua lo tuvieron y lo tienen todavía desde el inicio del conflicto.
Para explicar la participación de muchos sacerdotes que practicaban la Teología de la Liberación en América Latina, debo citar a Olmedo Belucheen en su artículo “Los dilemas de la iglesia católica tras la muerte de Juan Pablo II”, quien explica un poco sobre la participación de estos obispos durante las coyunturas que estaban ocurriendo en Argentina, México, El Salvador, Perú y Brasil.
“…se recortó la diócesis del cardenal brasileño Arms, que fue el primero en acoger a las Madres de Plaza de Mayo que denunciaban la desaparición de sus familiares a manos de la dictadura, a quienes la iglesia argentina, comprometida con los militares, se negaba a reconocer, se controló al obispo Méndez Arceo de Cuernavaca, comprometido con los movimientos populares, y se le forzó a una jubilación acelerada, cosa que no se hizo nunca con los obispos derechistas.”
“Cuando el obispo de San Salvador, Oscar A. Romero, fue al Vaticano a denunciar la persecución que sufría fue prácticamente echado por Juan Pablo II y conminado a entenderse con la dictadura salvadoreña; se cortaron los financiamientos y forzó al cierre del Instituto teológico de Estudios Superiores (ITES), de México, por estar comprometido con la Teología de la Liberación. La teología de la liberación es una corriente teológica cristiana integrada por varias vertientes católicas y protestantes, nacida en América Latina, que se caracteriza por considerar que el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres y por recurrir a las ciencias humanas y sociales para definir las formas en que debe realizarse aquella opción.”
“Otras víctimas notables de la política verticalista de Juan Pablo II fueron: el afamado teólogo brasileño Leonardo Boff, a quien el cardenal Ratzinger ordenó “votos de silencio”, forzándolo a abandonar el sacerdocio; el obispo Gustavo Gutiérrez del Perú, a quien se cataloga de “padre de la Teología de la Liberación.”
Todos ellos fueron silenciados, vituperados y aislados de la iglesia. Los más eminentes dirigentes de la Teología de la Liberación y defensores de las reformas, no supieron responder a la persecución montada por el propio Papa, prefiriendo temerosamente reducirse a la obediencia, o por el caso contrario, lograr la muerte como fue la de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador militar bajo las órdenes del mayor Roberto d´Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista.
Personalmente creo que no sería extraño que esto sea una estrategia más de parte de la oposición para seguir generando desestabilización emocional en nuestra gente. El cinismo de este personaje no tiene límites y ya lo ha dejado demostrado en sus graves declaraciones de odio contra el Gobierno de Nicaragua.
Considero hasta violento que algunas personas lo llamen santo y más violento aún que realicen una comparación con Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Cualquier persona que intente realizar una comparación, sólo dejará demostrado su ignorancia sobre el tema.
El pueblo de Nicaragua y el Sandinismo no lleva a cabo una campaña difamatoria contra la iglesia católica y sus creyentes. El pueblo de Nicaragua exige justicia y le exige una explicación al obispoterrorista Silvio Báez por sus declaraciones. Para esto, me atrevo a adaptar a nuestra coyuntura palabras del Comandante Fidel Castro (1985):
“Si en una Revolución que entraña tanta justicia como la Revolución Sandinista en Nicaragua existiera forma alguna de discriminación con relación a una persona por un motivo religioso, esto sólo sería útil a los enemigos del Sandinismo, a los enemigos de la Revolución; sólo sería útil a los que explotan, a los que saquean, a los que someten, a los que agreden, a los que intervienen, a los que amenazan, a los que prefieren exterminar a los pueblos de América Latina y el Caribe antes que perder sus privilegios.”
¡Patria Libre, o Morir! ¡Venceremos!
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Fotografía: Redvolución