Cuando suena la matraca…
poco puede esperarse de la convicción.
Alejandro C. Escudero Quintanar. 10/03/2019
La conciencia política en Morena-Veracruz poco pudo demostrarse en los actos de “Toma de posesión” del Ing. Hugo Alberto Martínez Lino, el pasado 24 de febrero, en la sede estatal de Morena-Ver.; así como en la consecuente “Toma de posición” de Gonzalo Vicencio, el 9 de marzo, en el hotel “Misión Xalapa”.
Ambos actos fueron convocados y preparados para arropar “matraqueramente” a los personajes en cuestión y, mientras que en la sede estatal del partido se declaraba que el nombramiento de Hugo Lino como “delegado en funciones de presidente” estaba muy bien blindado; en el hotel “Misión Xalapa” se señalaba como anti estatutaria tal designación y a Gonzalo Vicencio como legal y auténtico presidente.
Lo cierto es que todo esto se pudo haber evitado si, como era de esperarse, Gonzalo Vicencio hubiera asumido la presidencia estatal del partido, justo al haberse retirado del cargo Manuel Huerta; lo que, estatutariamente, le correspondía como Secretario General que había sido del comité estatal de Morena.
Pero la especulación politiquera se impuso y Gonzalo Vicencio dejó que el partido quedara a la deriva en momentos cruciales para incidir en las decisiones del gobierno de Cuitláhuac García. Así, tuvo que venir una designación cuestionada para hacerlo reaccionar y acordarse de la responsabilidad que, en su momento, no asumió como Secretario General.
Es así que, ante la tendencia que hay para construir al partido con criterios “cuantitativo-clientelares”, habrá que contraponer la pertinencia de dar la debida atención a la FORMACIÓN POLÍTICA de sus militantes; formación que deberá fomentar el análisis reflexivo y crítico de los acontecimientos, de tal forma que estemos en posibilidades de contribuir a la construcción del partido con suficiente convicción y conciencia política.