Jorge Salazar García.4/05/2025
La descontextualización de lo ocurrido entre el 1 y 4 de mayo de 1886 en la ciudad de Chicago ha minimizado el significado de aquella gesta heroica que diera origen al desfile del 1 de mayo durante el cual se conmemora el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas y un salario mínimo necesario. El México neoliberal convirtió esa celebración en un carnaval donde los charros muestran al poder su control. A la mayoría de trabajadores se les concede “libre” ese día para desfilar desconociendo quiénes fueron los mártires de Chicago. Ignoran, por ejemplo, que en aquel 1 de mayo, alrededor de 200 mil trabajadores se fueron a la huelga general demandando salarios dignos, reducción de las jornadas laborales (12 a 16 horas diarias), detener los abusos y, en general, mejorar sus condiciones de vida. El día 3 los policías les dispararon hiriendo a 6 huelguistas. Indignados, los gremios convocaron a una manifestación para el día siguiente. Gobernantes y empresario acordaron escarmentar a esos “revoltosos comunistas”, “enemigos del progreso”, ahora llamados por el actual régimen “conservadores”, “aspiracionistas”, radicales o títeres de la derecha. El acuerdo consistió en impedir la manifestación a como diera lugar, pues de no hacerlo, el principio de autoridad y las ganancias serían menoscabados. El 4 de mayo la gendarmería asesinó a 38 trabajadores, hirió a más de 200 y encarceló a 31, cinco de los cuales fueron condenados a la horca. Esos son los mártires de Chicago (MDCH).
Cuna del esclavismo moderno
No deja de ser paradójico que en la cuna del capitalismo-imperial la conciencia de clase hubiera alcanzado un desarrollo notable en el siglo XIX. A pesar de las condiciones esclavizantes, los obreros se reunían para analizar y comprender su papel en la generación de riqueza. Descubrieron que era la ausencia de libertad sindical y de justicia laboral lo que permitía al capitalista apropiarse de ella toda. Su sacrificio rescató algunos derechos fundamentales pero, dado que el sistema nunca duerme, han sido anulados paulatinamente. Actualmente con la “regulación o flexibilización” laboral se permiten nuevamente jornadas extenuantes mayores de 10 horas diarias, condiciones infrahumanas, salarios míseros y abusos cotidianos. Gracias al Nearshoring*, al subempleo y al empleo informal (70% del PEA*) un esclavismo enajenante y castrante ha sido instituido como “normalidad”. De nueva cuenta es en los Estados Unidos donde la conciencia de clase parece resurgir: en más de mil ciudades los trabajadores salieron a manifestarse el jueves pasado. Tristemente en México no. Salvo las excepciones conocidas la mayoría de trabajadores salieron a rogar dádivas a sus verdugos y saqueadores posicionados en los presidiums gubernamentales. No sólo eso, pudieron verse expresiones de ¡gratitud!, hacia quienes les mienten, enferman, usan, cosifican, roban, traicionan y explotan. Ricardo Flores Magón los llamaría esclavos satisfechos.
Impunidad abrumadora
Si bien es cierto que la 4T no ha ordenado al ejército reprimir a manifestantes, eso no significa que la represión no exista. La hay, se ejerce de manera encubierta y focalizada mediante técnicas aprendidas de las fuerzas de inteligencia de Israel y Estados Unidos. Se realiza selectivamente utilizando mercenarios, paramilitares, agente estatales o sicarios del crimen organizado con la anuencia u omisión deliberada de los gobernantes. Todos los días defensores del territorio, de los recursos naturales y de los derechos humanos son criminalizados, desaparecidos, encarcelados, amenazados o ejecutados con impunidad abrumadora. Aunque las víctimas preferentes son quienes luchan al margen de los partidos, igual se reprime a comerciantes, periodistas, radiodifusoras populares, pequeños empresarios, indígenas, estudiantes y trabajadores que representen una amenaza a los intereses del poder establecido. Los funcionarios cuatroteístas, aspirantes a convertirse en patrones, las toleran burocratizando las quejas y denuncias de los quejosos o dejando impunes a los perpetradores.
Circo de simulaciones neoliberales
AMLO y su sucesora han sido fieles en eso de aplicar la agenda 2030, herramienta creada por los ricos “avergonzados” para “humanizar” el capitalismo proponiendo a las empresas pagar impuestos, conceder una pensión digna y respetar los derechos humanos. Aún cuando ni siquiera eso hicieron, esa casta de ricos fue desplazada por otra más cruel y poderosa (megaricos). Son seres avariciosos que van por todo el presupuesto desde dos bandos: neoliberales “malos” del pasado vs los “buenos” del presente. Frente a este circo de simulaciones y sin presión social organizada la corrupción, impunidad y militarización continuarán agravándose y los trabajadores seguirán pagando la tercera parte de sus ingresos (ISR), trabajando jornadas superiores a 8 horas diaria y padeciendo los abusos y despidos laborales injustificados. Naturalmente, los morbosos saqueos vía fisco, AFORES (pensiones), presupuesto, mega obras, pago de la deuda, no pararán. Por su lado la 4T continuará prometiendo Justicia simulando dejar atrás el neoliberalismo pero haciendo reformas y actuando al gusto de los megaricos.
¿Represión o derogación?
Son precisamente algunas de las reformas neoliberales que la CNTE pide sean derogadas con el paro general convocado para el próximo 15 de mayo. Por lo pronto, su lucha exhibe las contradicciones del régimen de los pobres y reaviva la memoria de lo ocurrido en Chicago. Trae al presente lo sucedido en 1886 y recupera la trascendencia de aquellas luchas que ahora pretenden reducirlas a desfiles carnavalescos para mostrar sumisión a quienes ni siquiera las migajas que arrojan les pertenecen. De ahí la importancia de la estrategia movilización-negociación-movilización de la CNTE para exigir sean derogadas las leyes del ISSSTE y educativa. No obstante, el riesgo de la represión masiva esta plenamente vigente, no por nada los militares se expanden por todo el territorio con patente de corzo para evitar de raíz que se generalicen las formas autónomas de pensar.

¡Fuera el pensamiento!
Retomando esto del pensar, el premio Nobel de literatura Bertrand Russell, expone (Principios de Reconstrucción Social) que más que a cualquier cosa el poder le teme al pensamiento, porque “es subversivo y revolucionario”; es despiadado con los privilegios, las instituciones establecidas y las costumbres cómodas. Atribuye a los capitalistas la siguiente reflexión:Si el trabajador piensa libremente sobre la propiedad; entonces, ¿qué será de nosotros los ricos? Es mejor que los hombres sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes que sus pensamientos sean libres. Y este desastre debe evitarse a toda costa. ¡Fuera el pensamiento! Aquí ajustan las palabras de Adolf Fischer, un MDCH: “Si yo he de ser ahorcado (1887) por profesar mis ideas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo nada que objetar”.
El pasado 1 de mayo, ¿cuántos líderes sindicales informaron a sus agremiados que el tipógrafo, (MDCH) George Engel, momento antes de ser ahorcado, expresó a sus carceleros: “¿En qué consiste mi crimen. En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que, mientras unos amontonan millones, otros caigan en la degradación y la miseria?” O en qué sindicato se citó lo dicho por el obrero Samuel Fieldman sobre la sociedad capitalista: “he afirmado que la sociedad actual degrada al hombre hasta reducirlo a la categoría de animal”. Otro mártir de aquella gesta, Michael Schwab (muere en prisión junio 1898) abundó: ”Todos los días se cometen asesinatos, niños son sacrificados inhumanamente, las mujeres perecen a fuerza de trabajar y los hombres mueren lentamente, consumidos por su rudas faenas y no he visto jamás que las leyes castiguen los crímenes”.
Política de burlesque
Muchos ya lo han descubierto: el poder político le teme al pensamiento. Por esa razón lo aturde y socava aliándose al poder económico intentando “convencer a los desposeídos de que sólo ellos son culpables de su pobreza. Que su condición de explotados emana del hecho de no aprovechar las oportunidades que el sistema les ofrece” (Julio Anguita). Seguramente el día 8 en palacio pedirán a la CNTE posponer la derogación de las leyes mencionadas, ¡para el 2030!
Si no hubiera tantas víctimas, lo que vivimos en México sería un ridículo burlesque.
*Nearshore es un proceso de subcontratación también llamada staffing creado para disminuir prestaciones, salarios y derechos laborales.
*Población Económicamente Activa.