Por: Marc-André Argentino. 23/04/2021
El 21 de julio de 2020, Twitter Seguro anunciaba un refuerzo de su política contra «aquellos comportamientos que puedan provocar un daño offline», y decidió que Twitter no volvería a exhibir contenido de QAnon entre las tendencias ni a destacar contenido de QAnon en sus búsquedas, así como a bloquear las páginas web vinculadas a QAnon en la plataforma. El 19 de agosto, Facebook actualizaba, a su vez, sus políticas a fin de confrontar movimientos y organizaciones violentos, y particularmente, la amenaza creciente representada por QAnon y movimientos similares. Tras estas modificaciones en las políticas de las grandes redes sociales, y su impacto en la capacidad de la comunidad QAnon para difundir propaganda y reclutar nuevos miembros, QAnon tomó la decisión de secuestrar hashtags de izquierda en Twitter para sortear estas nuevas políticas; y así, por ejemplo, el trending topic #SaveTheChildren, que fue tendencia en julio debido a la campaña de concienciación lanzada por esta oenegé consagrada a la protección de la infancia. La ideología QAnon lograba deramarse de este modo sobre nuevos ecosistemas digitales y formar nuevos conductos de radicalización; y eclosionaba, así, un fenómeno al que he propuesto bautizar como QAnon pastel.
Con QAnon pastel me refiero a un conjunto de influencers femeninas que inicialmente se radicaban en Instagram, pero en la actualidad están presentes en toda otra serie de plataformas, tales como MeWe, Telegram, Parler o Gab. Muchas iniciaron su andadura como blogueras de tendencias, monitoras de fitness, promotoras de dietas y terapias alternativas o influencers espiritualistas y esotéricas. El adjetivo pastel se refiere a la estética y el branding característicos de las páginas web de estas influencers, que QAnon ha ido adoptando a su vez, mediante la utilización de plantillas proporcionadas por plataformas de diseño gráfico como Canva. Opción muy popular entre los instagramers en busca de maneras de desarrollar una marca, Canva ha comenzado a ser utilizada para suavizar los mensajes que QAnon suministraba en sus páginas, sutiles o no tanto. El contenido tipo QAnon no está a veces en las imágenes, sino en el mensaje que acompaña a su publicación. Otro truco estético para camuflar mensajes y colárselos a aquéllos que no son seguidores habituales de la web son los álbumes, donde en ocasiones, unas pocas imágenes, discretamente insertas entre el resto, pregonan el mensaje del movimiento. La estética y el branding generadas por estas influencers se convierte de modo tal en una forma de suavizar la propaganda de QAnon generada por la cultura e imaginería Chan; el QAnon crudo que puede hallarse en 8kun. Se abre así un nuevo conducto para el reclutamiento y la radicalización, orientado a ecosistemas en los que predominan las mujeres. No todos los posts que estas influencers comparten están salpicados de hashtags o propaganda de QAnon, pero ésta es aspersada por sus otros contenidos y, de modo general, por su marca.
Tomando como referencia a 76 influencers adscriptibles al QAnon pastel (con un total de 2.700.000 seguidores), he aquí un desglose del tipo de cuentas que esta tendencia agavilla:
- Un QAnon del marketing multinivel, que comprende a distintas influencers de Instagram que construyeron sus marcas primigenias empleando esquemas piramidales como Arbonne, Tupperware, aceites esenciales, sales exóticas, leche de camella, etcétera.
- Un QAnon esotérico al que estarían adscritas influencers de Instagram que construyeron sus marcas en torno al gnosticismo, el yoga, los cristales, la quinta dimensión espiritual, el tarot, la percepción extrasensorial, la creencia en ángeles, los lightweavers o tejedores de luz, la creencia en los pleyadianos o la Federación Galáctica.
- El QAnon de las blogueras de tendencias, que comprende a mujeres que construyeron su marca como entrenadoras o modelos de fitness, así como a coaches de tendencias que usan su influencia sobre otras seguidoras para radicalizarlas en el sentido de la propaganda QAnon.
- El QAnon de las terapias alternativas, que reúne a influencers que construyeron su marca como blogueras sobre maternidad, a través de la promoción de la paternidad natural, las dietas exóticas, el antivacunismo o las pseudociencias médicas y la curandería, y que ahora amplifican también la propaganda QAnon como parte de su campaña de desinformación sanitaria.
El intento inicial de las plataformas de regular QAnon, la abducción de #SaveTheChildren y la campaña contra el tráfico de niños asociada a ese hashtag, que inicialmente irritaba a estas influencers debido a la vinculación a la oenegé de Bill y Melinda Gates —sujetos predilectos de cualquier teoría de la conspiración, de quienes en este caso se creía que se beneficiaban económicamente de la difusión del hashtag— se metamorfoseó en un #SaveOurChildren que desató protestas globales contra el tráfico de niños fabulado por QAnon: una supuesta red de traficantes integrada por celebridades y funcionarios del Gobierno; y contribuyó de manera destacada a sostener el QAnon pastel durante su desarrollo inicial. Influencers femeninas vinculadas a QAnon coadyuvaron a su vez a conectar el QAnon pastel con el QAnon general. Además, QAnon pastel adaptó sus narrativas para difundir propaganda de QAnon relacionada con las elecciones estadounidenses de 2020.
Todos estos factores confirieron al QAnon pastel una capacidad sobresaliente para radicalizar, no sólo a otras mujeres, sino también a un público más joven no familiarizado, en principio, con QAnon antes del verano de 2020. Las influencers del QAnon pastel son muy celosas de sus marcas, construidas, en muchos casos, a través de años de trabajo, y en consecuencia, compartían la propaganda y los embustes de QAnon a través de sus stories de Instagram o utilizando la función highlight de esa red social. La imagen que ofrecían de este modo era la de mujeres completamente captadas por QAnon, que compartían y promocionaban documentales vinculados al movimiento, tales como Fall of the Cabal u Out of shadows, así como posts de influencers de QAnon. Lo que mi investigación revela es que detrás del branding y los colores suaves subyace el QAnon que todos conocemos, con todo lo que implica: racismo, desinformación sanitaria y sobre el COVID y violencia. Lo más preocupante es cuán rápidamente el QAnon pastel ha crecido y cómo estas influencers fueron capaces, no sólo de mantener su marca, sino de continuar robusteciéndola: a pesar de estar promoviendo una ideología extremista: ésta no perjudicaba en absoluto a su marca.
Utilizando datos de Instagram —disponibles vía Crowdtangle—, podemos obtener una instantánea del crecimiento de la comunidad desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, hasta septiembre del mismo año. Estas 76 cuentas acumularon en total 2.700.000 seguidores durante el período estudiado, lo que significa un incremento del 160%, o 1.600.000 seguidores. El incremento de seguidores alcanzó tres picos: uno entre el 15 de marzo y el 18 de abril (comienzo de la pandemia), otro entre el 31 de mayo y el 6 de junio (popularidad del bulo de la plandemia, promovido por QAnon, entre los antivacunas), y otro entre el 5 de julio y el 29 de agosto (secuestro del hashtag #SaveTheChildren). El pico de 432.000 seguidores ocasionado entre el 30 de agosto y el 5 de septiembre se debe a la creación de nuevas cuentas subsiguiente a la prohibición de cuentas de QAnon por Instagram. Durante el período estudiado, estas cuentas compartieron 22.100 posts (una media de 770 a la semana), que acumularon un total de 21.040.000 interaciones. La semana del 17 de mayo es cuando estas cuentas se hicieron más activas, lo que tiene que ver con el comienzo de la pandemia de COVID-19. Una característica importante de estos movimientos es el rol crucial que en ellos juegan los vídeos: hubo 12.3000 posts audiovisuales que acumularon 76.840.000 de visionados. Cabe destacar que los vídeos adquieren protagonismo en torno a la semana del 21 de junio, cuando las plataformas comenzaron a introducir obstáculos a la propagación de QAnon. En opinión de algunos expertos, los vídeos son una manera de evitar la censura. El QAnon pastel utiliza igualmente las stories, highlights y vídeos en vivo de Instagram para sortear las políticas de la plataforma cuando comparten contenido relacionado con QAnon.
Lo que un análisis de estas cuentas determina es que la mayoría de estas mujeres construyeron su fama y sus negocios antes de ser captadas por QAnon; que ya amasaban una enorme influencia sobre sus seguidores en materia de espiritualidad, salud, fitness y asesoría empresarial. Antes de junio de 2020, muchas de estas cuentas no parecen interactuar con las otras, y tampoco publicar contenido de QAnon. Aquel mes, además de por las medidas tomadas por Facebook y Twitter en junio y julio de 2020, estuvo marcado por teorías de la conspiración sobre tráfico de niños como Wayfare, el revival del Pizzagate en TikTok y teorías de la conspiración en torno al COVID y las vacunas, que crearon nuevas redes que vinieron a unirse en agosto de 2020, cuando las cuentas de QAnon secuestraron el hashtag #SaveTheChildren y entraron en contacto con influencers de Instagram que abanderaban la campaña de la oenegé como parte de su marca. Por otro lado, muchas de estas cuentas sí eran ya antivacunas, y no creían que el COVID-19 fuera tan malo como los medios anunciaban, es decir, ya formaban parte de un ecosistema de desinformación y conspiranoia.
QAnon se ha visto fortalecido, en suma, con un aporte de marcas, estéticas, grandes redes organizadas de activismo de aspecto serio e influencers con capacidad para trasladar los embustes y conspiranoias del movimiento a millones de seguidores. En algunos casos, se puede señalar sin dificultad aquello en lo que creen estas cuentas; pero en otros, no es posible detectar rápidamente si se trata de cuentas vinculadas o cercanas a QAnon, a menos que se las siga y se visionen sus highlights, lives y stories. Algunas utilizan tecnologías externas, tales como Linktree, para compartir enlaces prohibidos por Facebook e Instagram, deslizándolos entre los de sus socios comerciales o sus propias tiendas online. En conjunto, el QAnon pastel ejemplifica:
- Cómo QAnon puede apropiarse rápidamente de nuevas audiencias.
- Que QAnon evidencia inclusividad de género y mujeres juegan un papel importante en crear y diseminar su propaganda.
- Que QAnon no parece ocasionar un impacto negativo en la marca o la popularidad de estas influencers.
- Que la suavización del relato QAnon crea nuevos conductos de radicalización, a los que las técnicas antiterroristas y antirradicalización tradicionales habrán de adaptarse.
- Que la utilización de stories y lives para promocionar el relato QAnon hace mucho más difícil vincular estas cuentas a QAnon sin inteligencia de fuentes abierta (OSINT).
- Finalmente, que la popularidad de las influencers antes de ser captadas sobrevive a la conversión a QAnon, haciendo de ellas vectores poderosos de radicalización.
Las políticas de ambas plataformas y gobiernos deben tomar en consideración la dimensión de género de movimientos extremistas como QAnon. En el caso del QAnon pastel, esta comunidad presenta nuevos conductos y vectores de radicalización no contempladas por las herramientas de prevención tradicionales, que no pueden ser minusvalorados.
Artículo publicado originalmente en GNET, traducido al castellano por Pablo Batalla Cueto
LEER EL ARTICULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: El cuaderno digital