Por: #NoVivimosDelAplauso. 28/11/2024.
El 25 de noviembre de 2024, diversos actores culturales realizaron una rueda de prensa para manifestar su rechazo al recorte del 30% en el presupuesto de Cultura. Fue convocada por la Asamblea de las Artes de CDMX (ADA). A raíz de una reunión previa, muchos de los movimientos decidieron sumarse. Teatro El Milagro, miembro del Movimiento Colectivo por la Cultura y el Arte (MOCCAM), ofreció sus instalaciones para tal fin.
Confluyeron, la Asociación de Escritores, Confederación de la Plástica Mexicana, el maestro Alberto Castro Leñero con un documento firmado por 4000 artistas, la organización de los ilustradores, #NoVivimosDelAplauso, la organización de los trabajadores del INAH, MOCCAM, RECIO, ANTI (Asociación Nacional de Teatros Independientes), Congreso Nacional de Teatro, Asociación de compañías de danza folclórica, Asociación de coreógrafos, Asociación de cineastas, entre otros.
El rechazo a los recortes fue unánime, MOCCAM y otros colectivos señalaron que al revelarse como causa del recorte la finalización del muy cuestionado Proyecto Chapultepec, sale a la luz que la disminución del presupuesto se había generado desde el momento en que una partida importante para Cultura se fue a financiar un proyecto de infraestructura urbana.
Todas las intervenciones pusieron a la cultura como un derecho humano, afirmado que en los tratados internacionales de UNESCO y UNICEF firmados por México, se recomienda invertir en el sector el 1% del PIB. Asimismo, se recordó que, según datos del INEGI, la cultura aporta el 2.9% al PIB y si se suma a lo aportado por Turismo, —cual se debe hacer, pues no hay turismo sin cultura—, llega al 7%.
La asociación de los trabajadores del INAH, en este sentido, mencionaron que de por sí la situación con el presupuesto de 2024 estuvo muy difícil en cuanto a la protección del Patrimonio, pero con ulteriores recortes se vuelve desastrosa. No hay fondo para mantenimiento de zonas arqueológicas ni para contratación de restauradores y personal especializado que se necesita de manera urgente; la plantilla actual es insuficiente tan solo para el resguardo de sitios, instalaciones, preservación del patrimonio y memoria, así como para la formación profesional indispensable.
Todos los asistentes hicieron hincapié en la urgencia de una planeación sexenal e incluso transexenal. No se trata de limosnear apoyos, la cultura es un sector productivo que genera una economía y también bienes intangibles necesarios al desarrollo del ser humano. Si a nivel discursivo se plantea que hay que fomentar la cultura y no las armas, hay que invertir en un verdadero desarrollo del sector con un marco normativo pleno, un auténtico sistema que proporcione a los trabajadores y artistas de todo el sector, seguridad social, de salud y prestaciones conforme a la ley.
Por su parte, la Red de Espacios Culturales Independientes Organizados CDMX (RECIO) increpó al gobierno, pues éste tiene la responsabilidad de crear políticas públicas, de fortalecer la economía cultural independiente.
El ANTI expresó la importancia del derecho al acceso a la cultura para toda la población, especialmente los más vulnerables, así como el derecho de los trabajadores y artistas al trabajo en condiciones dignas.
Con los recortes solo se quedará el andamiaje burocrático, pero no habrá recursos para la creación y circulación de las manifestaciones artísticas y culturales. Se está negando el acceso a la cultura a vastos sectores de la población. Un ejemplo señalado por RECIO fue la desaparición del teatro escolar.
En muchos de los documentos presentados en la rueda de prensa, se criticó la reasignación de fondos a ciertos sectores de educación y cultura, fondos derivados de la desaparición de organismos autónomos, pues estos están todavía sin contabilizar y en una fase aleatoria.
Los cineastas han remarcado el monopolio privado de las salas, pues impacta de manera severa en la distribución, creación y producción de cine nacional, reconocido en la escena internacional.
El EFIARTES, que es un estímulo fiscal, es un paliativo que está sujeto a incertidumbre y burocracia, no desarrolla un papel real y efectivo de enlace estructurado entre el estado y las empresas privadas. No se puede considerar —por lo tanto— como una verdadera parte de la partida presupuestal para la cultura.
En general todos los asistentes marcaron la necesidad de varias líneas de acción: en primer lugar, apelar a todas las instancias para que se revierta este dañosísimo recorte que hará retroceder la escena cultural de manera dramática. Por otra parte, a la par, hacer gestiones para que desde el gobierno se escuche verdaderamente al gremio cultural, que se establezcan mecanismos de consulta verdaderas para poder incidir en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) sexenal, con políticas culturales congruentes, basadas en un verdadero diagnostico para desarrollar las necesidades de la población y combatir a la precariedad laboral de los trabajadores del arte y la cultura. Que no se destinen recursos a otros sectores afectando a zonas arqueológicas, bibliotecas, recintos culturales, derechos culturales de la población y derechos laborales de los creadores.
El país está creciendo a nivel económico, hay dinero y el PND necesita tomar en cuenta el sector cultura, fundamental para un verdadero desarrollo humano, para el crecimiento de las nuevas generaciones si se plantea una transformación en donde la población mas vulnerable sea estimulada y protegida con acciones y no solo con discursos.
Es importante crear una plataforma estructurada en donde las voces de quienes crean y realizan la cultura puedan incidir en las decisiones sobre los programas culturales. A lo largo de estos años se han hecho muchas mesas de análisis y los creadores han elaborado muchas propuestas tanto a los gobiernos como a los candidatos, pero la realidad de este recorte revela que estas voces no han sido escuchadas.
Fotografía: Giovanna Cavasola.