Por: Demián Revart. Ruptura Colectiva (RC). 11/01/2018
¡JUCHARI JURAMUKUARHIKUA, JUCHARI KUAJPIKUARMIKUA, ICHERI KA K’UIRIPEKUA!
¡Qué hermoso es festejar y luchar por la autonomía al mismo tiempo! En plena navidad, la comunidad p’ur’hépecha de Arantepakua en Michoacán realizó una asamblea comunal para decidir sin vacilaciones en regirse sin partidos políticos a partir del ya, sustituyendo así la figura de la “autoridad tradicional” por los concejos, entidades elegidas por democracia directa y conformados por dos personas de cada una de las cuatro manzanas de la localidad.
En total, se eligieron a 8 personas para dar vida al Concejo de Bienes Comunales, Administración, Asuntos Civiles y Seguridad (este último, a manera de comandancia para la Guardia Comunitaria “Kuaricha”, conformada por voluntarios tras los sucesos del 5 de abril). Los cargos se desarrollarán por dos años y cuentan con el principio de revocabilidad y supervisión popular, es decir, que en caso de no fungir con un buen desempeño, podrán ser reemplazados por otras personas. Así, la idea del “todos pueden gobernar” aterrizó de la utopía a la tierra.
A pesar de que una pequeñísima minoría ligada familiarmente al presidente municipal de Nahuatzen -quien fuera expulsado de la cabecera tras una insurrección masiva en octubre del 2015 por sus nexos con el cártel de Los Caballeros Templarios que se dedicaban a extorsionar y secuestrar a la población- intentara boicotear la asamblea ‘argumentando’ que “es mejor esperar más tiempo (…) eso de los concejos no va a funcionar (…) eso sólo en sueños pasa”, la mayoría de los comuneros, pobladores, mujeres y jóvenes votaron a mano alzada por este nuevo modelo de organización.
Al término de la asamblea, se celebró la entrega de las llaves de una oficina de la jefatura de tenencia, una impresora y una computadora para la autogestión en común del Concejo de Administración y el de Asuntos Civiles. Este acto público, denota que cualquier pueblo o colectividad es capaz de gestionar la vida social fuera de los márgenes y tiempos estatales-electorales, e incluso, con mayor eficacia (o mejor dicho… ¡asegurando que haya eficacia al contrario de la gubernamentalidad que carece de ella!).
Este histórico día no llegó de la noche a la mañana. Involucró 8 meses de actividades ininterrumpidas y distintas solidaridades tanto de las ex-autoridades comunales, el magisterio organizado, mujeres y jóvenes que enlazaron fuerzas con organizaciones sociales a nivel estatal y nacional, así como por la voluntad de un grupo numeroso de habitantes que le apostaron al autogobierno como la solución más diáfana e idónea para DAR PASO A LA HUMANIDAD.
¡FELICIDADES A TOD@S NUESTR@S COMPAÑER@S DE LA COMUNIDAD DE ARANTEPAKUA Y QUE EL AUTOGOBIERNO SEA PERMANENTE!
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Fotografía: Demián Revart