Por: Jessica Dos Santos. Ricardo Vaz. INVESTIG’ACTION. 10/02/2020
La semana pasadad fue detenida en Venezuela la excongresista colombiana, Aída Merlano, condenada a 15 años de cárcel por la compra ilegal de votos para las elecciones parlamentarias de 2018, lo cual avivó el conflicto diplomático entre ambas naciones.
El gobierno de Colombia presidido por Iván Duque anunció que Merlano, quien se fugó en octubre del año pasado durante una cita de ortodoncia en un centro médico de Bogotá, sería pedida en extradición «ante el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó».
La decisión se debe a que «Colombia no reconoce y por ende no tiene relaciones diplomáticas» con el gobierno de Nicolás Maduro, desde el pasado 23 de febrero del 2019, cuando Bogotá decidió apoyar los intentos de Guaidó en forzar “ayuda humanitaria” a través de la frontera. Un mes antes, el gobierno de Duque había sido de los primeros a reconocer la autoproclamación del líder opositor como “presidente interino”
Para Maduro, la actitud de Duque es “una verdadera ridiculez” ya que en Venezuela existen “autoridades legítimas y poderes establecidos”. No obstante, propuso dejar atrás el impase para restablecer “relaciones consulares” para atender los problemas que aquejan a ambas naciones. Su petición fue rechazada de inmediato por el presidente de Colombia.
Según Maduro, a Duque no le conviene la extradición de la exsenadora Merlano «porque ella sabe muchas cosas de la clase política colombiana y sería un escándalo incontenible». De hecho, el mandatario venezolano sugirió que las autoridades colombianas habrían favorecido su fuga para evitar que declarase.
¿Qué tanto puede saber Aída Merlano? Diversos sectores apuntan que tras la compra de votos de la cual se le acusa y los sobornos para materializar su fuga se encuentran los clanes más poderosos de la costa colombiana: la familia Char, el empresario Julio Gerlein y el partido político Cambio Radical.
El poderío de la familia Char empezó con el exsenador Fuad Char, quien desde la costa norte de Colombia logró consolidar un emporio que cuenta con más de diez empresas, incluyendo una de las cadenas de supermercados y droguerías más grandes de ese país; la cadena radial Olímpica, que transmite en las 17 ciudades más importantes; y el equipo de fútbol Junior de Barranquilla, el más popular del caribe colombiano.
El escaño que en el Senado tenía Fuad Char es ahora ocupado por su hijo Arturo, quien además es candidato a presidir la cámara alta a partir del 20 de julio, mientras que Alejandro, otro de sus hijos, fue alcalde de Barranquilla entre 2016-2019. Paralelamente, otros miembros de la familia y aliados de su grupo político son destacados empresarios de la construcción.
Por su parte, Roberto Gerlein ha pasado por ministerios y ocupado curules en el senado por más de 40 años, mientras que Julio Gerlein es cabeza de una de las empresas contratistas más importantes del país: Valores y Contratos (Valorcon), constituida en el año 1992. Desde ese año, la firma ha participado en al menos 100 de los más grandes proyectos de vivienda, infraestructura vial, industrial y deportiva en Colombia.
Julio Gerlein nunca se ha involucrado en política, pero es el mayor respaldo financiero de Roberto y ha sido señalado de ser el promotor de la carrera de Aída Merlano.
Tanto los Char como los Gerlein se encuentran estrechamente relacionadas con el partido político Cambio Radical, uno de los más afectados por el escándalo de la parapolítica que se desató a partir de 2006, al descubrirse vínculos entre varios de sus miembros y grupos armados ilegales de extrema derecha. ¿Cómo terminará esta historia tras las confesiones de Merlano?
Del otro lado de la frontera, el episodio sirvió para demostrar nuevamente la total falta de autoridad de Guaidó. El gobierno de Duque intenta atribuir legitimidad al líder opositor pidiéndole la extradición de Merlano, pero lo que sugiere es que quizás prefiere que la ex-diputada se quede en Venezuela. Es una situación donde solo el gobierno venezolano puede sacar ventaja política.
Por su parte, Guaidó puede poner su “gobierno” a la disposición, pero más allá de declaraciones públicas no es mucho lo que puede realmente hacer. El autoproclamado “presidente interino” está terminando una gira internacional, buscando revitalizar afuera un intento de golpe que hace mucho se desinfló adentro. Luego de los encuentros en Bruselas y Londres, y de la participación en el foro de Davos, Guaidó por fin logró el anhelado encuentro con el presidente Trump.
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Fotografía: INVESTIG’ACTION.