Por: Héctor M. Barrera. 04/10/2017
A poco más de 15 días del terremoto que devastó gran parte de nuestra querida Ciudad de México; todavía hoy continúan los trabajos de cientos de voluntarios de la llamada sociedad civil buscando recatar de entre toneladas de escombros los cuerpos de personas que lamentablemente quedaron atrapadas.
Ha sido extraordinaria la espontánea respuesta de solidaridad que se ha manifestado por parte de cientos, miles de capitalinos para buscar salvar las vidas de las personas atrapadas; para acopiar alimentos, medicamentos, ropa, herramientas para retirar escombros, ahora viene otra etapa también difícil pero no imposible: la reconstrucción de lo caído.
Pero bueno, esto lo sabe todo el mundo; no hay nada nuevo en lo que señalo; lo que hoy quiero señalar son algunas preocupaciones que me asaltan.
La primera es la gran manipulación que el gobierno, a través de varias de sus agencias, está haciendo de los recursos del FONDEN y de los apoyos, como donaciones provenientes de varios gobiernos de países solidarios, así como de personalidades de diferente origen.
Ya se deja ver a un EPN dejándose fotografiar entregando tarjetas con recursos para la reconstrucción en Oaxaca; 120 mil pesos, dicen, para reconstruir viviendas destruidas; 20 mil pesos para reparar daños menores, pero importantes. Lo cierto es que no resulta claro ¿Dónde están TODOS los recursos? Se dice que ya se han entregado más de 4 mil millones para este estado; sin embargo, hay demasiada opacidad en el manejo de estos recursos.
En el Presupuesto aprobado para 2017, en el rubro correspondiente al FONDEN sólo fueron autorizados poco más de 6 mil millones de pesos; cantidad a todas luces insuficiente para responder ante la magnitud de los dalos ocasionados por los dos sismos de septiembre y si agregamos los daños ocasionados por las inundaciones de este año, menos. (!)
Y por si fuera poco, el gobierno está manejando; a través de INFONAVIT por ejemplo, que se otorgarán créditos para la reparación o reconstrucción de las viviendas de los trabajadores afectados; ¿créditos? Nos preguntamos; ¿Qué los recursos del FONDEN no provienen del erario público? Y ¿estos recursos no son parte de los impuestos que aportamos los mexicanos a Hacienda?; y ¿Dónde están los recursos de las donaciones?, ¿También se entregarán, si es que lo hacen, como créditos a los damnificados?
En segundo lugar la sociedad civil ha entregado generosamente miles de toneladas de alimentos a las familias afectadas por los sismos; tanto en la CDMX como en Oaxaca y Chiapas, por señalar algunos estados. Algunos días posteriores al 19S se veían ríos de vehículos particulares por las carreteras del estado de Morelos, hacia Oaxaca y otros estados; trailers repletos de apoyos para los damnificados; pero también supimos por las redes sociales como el gobierno de Morelos, Graco Ramírez, secuestraban esos apoyos con fines por lo menos oscuros; así también hemos podido ser testigos del escaso apoyo del gobierno de EPN en este sentido; incluso en varios casos pegando propaganda priista a las despensas en una clara acción de rescatar la credibilidad social en ese partido.
Una tercera preocupación me asalta al pensar que la gran movilización social provocada por estos sismos pudiera regresar a “la normalidad” y no lográramos generar formas de organización para sacar de una vez por todas a esta mafia de corruptos inmorales del gobierno en 2018; que permitiéramos que se volvieran a burlar de la voluntad popular y permitiéramos nuevamente el fraude acostumbrado por este sistema caduco y decrepito.
Ojalá que ahora sí, esa multitud de jóvenes que se ha volcado en favor de nuestros hermanos en desgracia se volcara también para impedir que quienes han medrado con la desgracia de millones de mexicanos llegaran el poder.