Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 28/10/2018
Primero debemos felicitarlo por su rápido y largo comentario a nuestro texto. No es frecuente en México que se hagan públicos, por escrito y con un tono fraternal, los debates sobre aspectos cruciales de las resistencias. Queremos pensar que su artículo va en esta dirección. Antes, las mismas resistencias tenían sus propias formas de control político-discursivo .Toda diferencia terminaba en acusaciones: agentes del enemigo, apóstatas, liquidacionistas, sectarios y muchas cosas más duras que usted y nosotrxs conocemos muy bien. Ojalá que las cosas cambien más rápido. Pero ya ve, a veces el wishful thingking nos traiciona.
Vamos a contestar por partes, para clarificar la discusión.
- “La ruta para cancelar la reforma es una fuga en re mayor” dice usted; a partir de ahí vincula a Beethoven con Shopenhauer y Nietzche, y de manera velada con nuestro texto. ¡Nietzcheanos! Casi parece un identificador externo. En realidad no es así, por tres razones. Primera: el texto se escribió con Tocata y fuga en re menor de Bach –de quien somos rendidxs admiradorxs-, pero quisimos cambiar el tono de nuestro texto a re mayor, que como todo mundo sabe, es la tonalidad de la alegría, de la gloria dicen algunos, para alejarnos de la tristeza que podría embargarnos recordando los análisis críticos y la situación actual de la promesa de cancelar la reforma. Segunda: es una fuga, quizá debía decirse una sección fugada de nuestros análisis, para insistir en los contrapuntos y la polifonía, la superposición de los cánones y las líneas instrumentales.[1] Tercero: utilizamos la fuga en el sentido de alejarse de las condiciones político-discursivas impuestas, manidas, vueltas lugar común, incluso de la crítica. Fugarse, en estas condiciones, es atreverse a otear en otros horizontes, cambiar las reglas de juego, patear el tablero y perfilar otros mundos posibles, como se advierte en la fase III, donde dijimos expresamente que sería una exposición provocadora.
- Dice usted: “Pero en verdad no es así de complejo legislar y borrar toda obra legal y de fundamentos de la Reforma Educativa”, menos con AMLO en la presidencia y MORENA en ambas cámaras con mayoría, completamos nosotrx. Lamentamos disentir de su razonamiento, por cuatro razones. Primera: es muy distinto que existan posibilidades para cancelar, a que se realicen las posibilidades. Una cosa es posibilidad otra cosa es efectuación. Compartimos, sin duda, que es posible, pero de que sea factible es otra cosa. Segunda: el problema con su formulación es que sigue siendo muy general, mientras no se diga específicamente qué es la reforma educativa, cuáles son sus elementos, qué hay que cancelar, cómo, por qué, para qué y con qué sustituirla, la frase de la cancelación o de la abrogación puede ser llenada con cualquier cosa. Tercera: en este asunto de las generalidades, se pasa por alto la composición de las fuerzas políticas de la coalición “Juntos haremos historia”. Ni son homogéneas, ni siguen a AMLO a pie juntillas. Es muy distinto Fernández Noroña a Tatiana Clouthier y Sergio Mayer. También son muy distintos Paco Ignacio Taibo II y Romo. Sólo por personificar. No todos entienden lo mismo por cancelar. Cuarta: un punto importante, es que la reforma no es SOLO la reforma constitucional, las leyes secundarias y otras modificaciones legales: se trata de un dispositivo, es decir, un conjunto heterogéneo de elementos discursivos, institucionales, conceptuales, organizativos y subjetivos. No aburriremos sobre la noción de dispositivo, la clave es el texto de Deleuze: ¿Qué es un dispositivo? Nosotros ponemos a funcionar los conceptos. La teoría sirve, no solo se refiere, como hace usted con tantos autores tan diversos, pero sin aplicarlos a la reforma educativa. Ese es el tema. Lo demás es una discusión que en este caso no tiene mucho sentido. Cancelar la reforma requiere de derogaciones y abrogaciones legislativas, PERO también de otros mecanismos de acción política, conceptual y programática. Nos parece que eso no está bien calibrado en su texto, porque considera al dispositivo como “control mental y una nueva racionalidad en donde la lógica y la razón se tornan ilógicas e irracionales”. Nadie dice eso, ni nostrxs ni Foucault. Eso es suyo, y se vale dar contenido personal a conceptos, pero hay que justificarlo y detenerse en ello. Sobre todo porque la reforma no tiene nada de ilógica ni irracional; y los comportamientos esperados, las instituciones y organizaciones de la reforma, los mismos sujetos que se busca producir, son todo menos ilógicos e irracionales. Eso lo tiene muy confuso compañero. Nosotxs hemos sido clarxs. Ya está produciendo comportamientos, valores, referencias, conceptos y demás en las comunidades escolares que debíamos estar registrando. Y nosotrxs lo estamos haciendo.
- Sería muy bueno que toda su elucubración dusseliana, desouziana, zemelmaniana y demás las pusiera en acción; en este caso, para analizar la reforma educativa del Pacto por México y proponer estrategias claras y concisas de cancelación. De otro modo, es una discusión sin mucho sentido ni utilidad en el contexto actual. Mucho ruido, pocas nueces, podría decirse en este caso. Peor aun cuando se usan ideas provenientes del eurocéntrico Marx y se mezclan con las epistemologías del sur y similares. Pueden sonar atractivas, nosotrxs mismxs hemos usado algunas cosas de ahí en otros análisis (bueno, lo reconocemos, de Zemelman no, ¿para qué?), pero si no sirven en análisis concretos, de situaciones concretas, pues es solo academia -y no muy buena, por cierto. Por eso no discutiremos los problemas de comprensión del dispositivo, del rizoma y demás aportes de Foucault, Deleuze y Lyotard –recordamos, por cierto, una reunión nacional del CEND en donde un conferencista habló largamente sobre los demonios de Lyotard y del posmodernismo, adormilando al respetable auditorio-. No seguiremos por ahí, no vaya a ser que provoquemos parrafadas sobre los postobreristas, la multitud, las singularidades, la subjetivación, el común y demás. ¡Vade retro, choro mareador!
- Hay una cuestión que ilustra muy bien su proceder como comentarista. Nos referimos al problema de la cancelación efectiva. Parece que estamos de acuerdo en que la reforma educativa es un conjunto (vamos a dejar el término dispositivo para que no le cause escozor) de elementos heterogéneos, no solo conceptuales, sino institucionales, organizacionales, pragmáticos, financieros, subjetivos, entre otros. Un conjunto insuflado por lo que llamamos la racionalidad neoliberal. Ojalá y estemos de acuerdo en esto, sería un avance, pues todavía hay quienes creen que la reforma son los cambios constitucionales o que es una política educativa mal hecha. Si está bien o mal hecha no creemos que sea el problema, a diferencia de muchos que conciben la crítica como el señalamiento de problemas de implementación. ¡Ese es el mejor ejemplo de cómo la misma crítica, la gran mayoría de las veces, está infectada por los saberes del poder! Es lo que le ocurre a lo que denominamos el canon crítico: los problemas de la reforma son de aplicación, de recursos, de prioridades. Los mismos neoliberales están encantados, de hecho quieren esa crítica, les ayuda a perfeccionar sus programas. Así pasó cuando los críticos oficiales dijeron tanto y tantas veces que era una reforma laboral, parcial, sin fundamento educativo; a fuerza de tanto insistir, luego les dieron el NME y se quedaron callados, luego hablaron ¡solo para volver a decir que tenía problemas de diseño e instrumentación! Bueno, pues nosotrxs no criticamos los problemas de implementación. Insistimos que la reforma del Pacto por México es un dispositivo para reconfigurar el Sistema Educativo Nacional. Así, completito, para formar mercados educativos, para generar instituciones de control pedagógico, de control político, pero sobre todo de formación de subjetividades, que no son solo formas de manipulación y control mental a la Chomsky o a la Klein, sino modos de pensar, valores, saberes y prácticas del sí neoliberales. Esta es una cuestión absolutamente central. No se trata de denunciar a los manipuladores solamente, se trata de demoler los mecanismos de poder que crean subjetividades neoliberales. Eso es mucho más complejo, será mejor verlo, no se vaya a reproducir con las propuestas de cancelación que anima Esteban Moctezuma. Por eso insistimos en algo que deja usted de lado, como si la cuestión se resolviera llevándole el PANAEC o el PETBE al nuevo gobierno para que lo considere; en esa lógica, le faltó mencionar otros proyectos alternativos como el PDCEM, el PTEO o el del Instituto Mc Laren. Nosotros creemos que el asunto va más allá de eso; antes de que se presente la lucha de proyectos de algunos contingentes como el suyo, debíamos dejar claro lo que pretendemos. Si lo que se quiere es que un proyecto prevalezca, es su tirada, no la nuestra. Nosotros apostamos a la creación colectiva, en donde las batallas conceptuales son parte fundamental. A nosotros nos interesan tres cosas, por cierto planteadas muy claramente en el texto que dio lugar a este intercambio. Por cancelación entendemos un proceso, agonista, con tres fases: la primera es la cancelación en sentido estricto, es decir, realizar un conjunto de modificaciones constitucionales y a las leyes secundarias; también cancelar, revisar y auditar los programas de la reforma. La segunda es la transicional, pues suponiendo que logremos eliminar, abrogar y derogar lo conducente, ¿qué ocurrirá mientras tanto en las escuelas? ¿Regresar a lo anterior? ¿A qué de lo anterior? Es ahí donde decimos que mientras se suspende el NME regresemos a lo que continúa vigente en los grados en los que no se aplica el NME, es decir, el modelo de la RIEB 2011. No proponemos quedarnos ahí, como usted desliza equivocadamente, sino utilizarlo mientras discutimos el equivalente de la IV Transformación en materia educativa. La tercera fase, la más interesante, es la propuesta. Nosotrxs lo decimos sin ambages: ya no se trata de reformar el SEN, se trata de constituir otro, de crear uno nuevo. Esto es mucho más difícil que el PETBE o cualquiera de esos proyectos. Estaríamos de acuerdo en que tenemos que recuperarlos y discutirlos todos, pero el trabajo que demanda crear un nuevo sistema educativo es mayor. Por eso decimos que será apenas el inicio, tenemos que empezar ya, y ahí si provocamos con algunas cuestiones conceptuales. Lo dijimos también claramente, son apenas indicios de lo que podría ser lo nuevo, pero otra vez usted o no lee bien, no quiere comprender, o peor, quiere desvirtuar. Por eso no discutiremos por el momento más sobre el Rizoma Pedagógico del Común, que es una propuesta de estructuración que todavía está modelándose, como ahí se dice, ni sobre los demás asuntos, pues es un trabajo por hacer. Nuestra intención fue provocar una discusión que nos lleve más allá de una cancelación en sentido estricto y nos aleje de las tentaciones de otra política educativa; que nos lleve a la refundación del SEN, que también tendría que ser cuestionada, porque el SEN es una configuración histórica-política de una sociedad y un mundo que está cayéndose en añicos, y el neoliberalismo intenta recomponer. Nosotros tenemos el doble desafío de luchar contra esa solución y proponer otra.
- En cuanto a los expertos, es obvio que nos referimos a la función-experto, no a las personas. Los expertos realizan una función que los neoliberales utilizaron muy bien: expropiar saberes, regularlos, volverlos normativas de control político e institucional, etc. Esto se ve muy bien en las instituciones y en las mismas resistencias. A eso nos referimos, lo hemos escrito muchas veces; para aclarar sus dudas, sería bueno que leyera también Luchas por la reforma educativa en México
- Por último, eso de “¿por qué dedican este artículo a la magisteria de la CNTE?, ¿”….un guiño para promover una invitación”?, es especulativo, ofensivo, francamente insidioso y de mala leche. Pero se sabe bien que el insulto dice más del que lo profiere que de quien lo recibe. Si alguien ha insistido en que las resistencias a la reforma educativa han involucrado una multitud de referentes somos nosotrxs. Debía informarse mejor y leer más. Fuimos nosotrxs, junto con muchos mas compañeros, compañeras y compañeres, quienes convocamos a un foro temático sobre las resistencias magisteriales, auspiciado por la Red Mexicana del Estudios de los Movimientos Sociales, la UAM-A y la UPN; en él estuvieron representantes de la CNTE, de los MMB, de colectivos magisteriales, de sindicatos independientes, de organizaciones de padres y madres de de familia. Hemos sido nosotrxs quienes recuperamos, por diferentes fuentes, la noción de multitud y diferencia para dar cuenta de las grandes movilizaciones contra la reforma educativa. Por otra parte, nosotrxs vamos a donde nos inviten, hemos ido a eventos de distintos MMB, hemos discutido con contingentes de la CNTE, con sindicatos independientes, con académicos, estudiantes y padres y madres de familia; repetimos: vamos a donde nos inviten, porque en estos momentos se trata de debatir y propiciar diálogos con todxs. No hay que elucubrar tanto en el por qué de la dedicatoria, solo hay que leer bien. A menos que lo que prive es el insulto, y ahí no hay nada que hacer. En la dedicatoria se encuentran expresamente el sujeto y la razón: “para la magisteria de la CNTE, durante su congreso nacional”. Para su conocimiento, la magisteria es un significante que hemos creado para señalar los problemas de género en las relaciones magisteriales. El término no está dedicado a los dirigentes, como es obvio, sino a quienes luchan en la CNTE, durante su congreso, por cancelar efectivamente la reforma y propiciar prácticas y saberes libres de todas las formas de opresión, incluidas las que se ejercen dentro de las mismas resistencias. Este es un tema central para nosotrxs: las formas de lucha de las resistencias prefiguran el mundo que anhelan. Pero también se gestionan, a través de múltiples mecanismos de poder. Algunos son rupestres, como las negativas, los bloqueos, los golpes, los acosos y demás. Otras son más sutiles, como se ve en su texto, otras francamente totalitarias; hay de todo. A nosotrxs nos importa mucho develar los poderes que ocurren en las resistencias, porque muchas veces reproducen el mismo poder que denuncian. En cuestiones de género esto resulta muy obvio, pero no nada mas en eso. Lo hemos visto, lo seguimos viendo, las mismas resistencias se organizan de modo tal que parecen dispositivos de control de las singularidades libres. Nosotrxs apostamos a destrabar las distintas formas de sujeción, vengan de donde vengan. Nuestro compromiso no es con dirigentes ni con organizaciones, va más allá que eso. Por lo mismo, sabemos que las invitaciones vienen y van. Las recibimos cuando se presentan. Con gusto, además, porque siempre es un placer conocer y convivir con otrxs, aunque no piensen igual. Algunas veces hasta nos desinvitan por lo que decimos, porque nos atrevemos a criticar al Líder, al Macho dirigente en turno o a los expertos de la crítica oficial. No importa, sabemos muy bien que es parte de todo esto. Por eso no citamos a autores que hablen de la emancipación o la liberación; preferimos simplemente practicar la libertad, pese a todo, pésele a quien le pese. Y las consecuencias están contempladas. Todas.
Ojalá nos encontremos en algunas luchas del mismo lado. Sabemos que son campos en tensión, en los que se mueven fuerzas muy distintas. La gestión de la diferencia es un arte que todavía no aprendemos muy bien en las resistencias. Algunos ni siquiera quieren pensarla. Nosotrxs apostamos a crear formas de organización, de debate, de comprensión que nos permitan vivir y promover la pluralidad. Sabemos muy bien a donde conducen los caminos únicos, los proyectos desde arriba, las imposiciones en nombre del Pueblo, del partido, de la organización, de la ideología o demás cosas similares. Eso no lo queremos repetir. Esperamos que con usted y muchxs más, podamos construir espacios de creación en libertad y diferencia. Y cuando haya que enfrentar a los adversarios que promuevan formas de expoliación y control, ojalá estemos del mismo lado. Nosotrxs sabemos muy bien de qué lado estamos y de qué lado no; nunca con el poder personificado en AMLO o en quien sea, siempre contra todas las formas de opresión y con las potencias creativas de la vida, la diferencia y el común.
Le deseamos más lecturas, menos prejuicios y mejor comprensión. Saludos.
[1] ¿Será necesario recordarle que hemos escrito dos libros de investigación, otros dos de divulgación, así como artículos en revistas especializadas, en Insurgencia y otros medios sobre la reforma educativa en México?-