Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza. 31/10/2018
Amigo, profesor normalista, economista, filósofo y pedagogo.
Qué gusto leer su pronta respuesta. El tono es otro, los conceptos otros, qué bueno. Ahora sí podemos sacar más cosas del intercambio. Seguiremos la exposición puntual:
- En otra ocasión podemos abundar en el asunto musical, que para nosotrxs es una cuestión muy importante. La música es un arte muy complejo, un verdadero arsenal teórico-político-pedagógico y, sobre todo, hedonista. Mucho que aprender de ahí. Quizá podamos coincidir en que cualquier propuesta de reforma educativa nueva, debía contener una fuerte educación musical, teórica y práctica; pero también dancística, culinaria, artística y deportiva en general. Quizá podamos estar de acuerdo en que cualquier transformación pedagógica debía poner a las artes en el centro del complejo educativo. De verdad, no como esos deslavados intentos para turistas amantes del pseudofolklor (solo por poner un ejemplo de cómo se pervierten las enseñanzas artísticas). ¿Se imagina? Podríamos aprender matemáticas desde la música, física, biología, antropología, economía. Aprenderíamos diversidad y producción situada, podríamos aprender tanto. ¿Un sueño? Quizá, pero se vale soñar para transformar las cosas.
- No creemos oportuno ni interesante abundar aquí en las diferencias teóricas o las valoraciones sobre autores, que se advierten reiteradamente en su texto. La acusación de eurocentrismo es muy veleidosa, no aporta ya nada. Pero si usted quiere seguir profiriéndola, no lo discutiremos. El pensamiento decolonial es muy, pero muy interesante, mucho que aprender de ahí, hasta que se volvió moda y referente esencialista. Pero no seguiremos por este rumbo, preferimos dejarlo para cuando se use en análisis concretos de realidades concretas. Estaremos muy atentxs a cuando aparezcan análisis de la reforma educativa con esos conceptos. Por supuesto, cuando se usen, no cuando se refieran de manera general y como argumento de autoridad. Las novedades siempre son buenas; nosotrxs abogamos por cambios de enfoque en los análisis. Ojalá aparezcan pronto.
- Para nosotrxs es central es el asunto de la transformación del Sistema Educativo Nacional. Creemos que estratégicamente es lo más importante, sin embargo, ha sido desdeñado. Muchos creen que con modificaciones puntuales a la constitución y a las leyes secundarias termina el asunto. Nosotrxs no; se trata de eliminar la racionalidad neoliberal y emprender una transformación sustancial del SEN. Una vez que se realice la cancelación (todavía falta ver sus términos, que siguen en duda, aunque haya avances, como anunciar la desaparición del INEE y la evaluación docente, pero los modos de estas no están claros, todo está en disputa, por eso creemos hay que seguir insistiendo en cancelaciones de largo aliento), siguen fases de transición y de transformación. Esto es lo que nosotros proponemos. En otras palabras: apostamos por una salida revolucionaria y constituyente del SEN (que creemos debe también modificarse de raíz, pues tal como está en la LGE es profundamente autoritario, centralista y uniformizante). Muchos otros creen que es asunto de una Política Educativa de Estado. Si nos ha leído, sabrá que hemos denunciado múltiples veces que las resistencias también están infectadas por los saberes del poder, en este caso, el de las políticas públicas. Para nosotrxs esto es lo importante: las fases de la cancelación están en la perspectiva de una salida constituyente, no de una abrogación o derogación de leyes, sino de la configuración de un nuevo sistema educativo nacional. Adelantamos el rizoma pedagógico, ciertamente, para alejarnos de las posiciones institucionales, uniformantes, normativas. Pero esa discusión tendrá su momento. Por ahora, lo importante es la perspectiva estratégica en la que nos colocamos frente a la cancelación y su enfoque limitadísimo de política pública.
- Sobre la dedicatoria, qué bueno que reconozca que si algunos han sido insistentes, persistentes y obsesivos en el asunto de la multiplicidad de luchas, de recuperar conceptos, categorías y modos de análisis a partir de ella, hasta las últimas consecuencias, somos nosotrxs. Qué bueno que estuvo en el Foro; por eso estaba de más su comentario respecto a la dedicatoria. Ya reconocido eso, pasemos a otra cosa.
- Estaremos muy atentxs a sus análisis y posiciones sobre la cancelación de la reforma, a sus propuestas efectivas y puntuales. Ojalá y podamos realizar entre muchxs un análisis desprejuiciado de las enseñanzas de las resistencias a la reforma y de los diferentes proyectos alternativos. ¡Sería estupendo! ¿Un sueño? Quizá, ya hemos visto que todos dicen ser plurales y abiertos, hasta que se encuentran, descalifican y reclaman ser los únicos, los preponderantes, los que tienen una historia más larga, consecuente y no sabemos cuántas cosas más. Los tiempos son distintos, las formas de lucha también. Ya hemos dicho: también nosotrxs debemos cambiar. Ojalá.
Salud, compañero. Le deseamos buenas lecturas, mejores análisis y mucho placer.
P.D. Unx de nosotrxs dice que si es nietzcheanx…de izquierda; pero que eso no lo define, sino que en verdad es caosmólogx transmarxista, pensamiento Michel Foucault, tendencia anarquista de inspiración estética, corriente hedonista, fracción cirenaica…y filocínicx (como Antístenes y Diógenes). Pero como es queer, y esos critican a las identidades por ser estrategias del poder, entonces seguramente cambiará en los próximos tiempos.