Por: PENSARECARTONERAS. 22/09/2020
Esta es una transmisión desde un futuro que no ocurrirá. De una gente que no existe…..
“El final está cerca. ¿O vino ya antes y se volvió a ir?
Unx ancestrx
¿Por qué podemos imaginar el fin del mundo pero no el final del colonialismo?
Vivimos el futuro de un pasado que no es el nuestro.
Esta es una historia de fantasías utópicas e idealización del apocalipsis.
Es un orden social global patológico de futuros imaginarios construidos sobre el genocidio, la esclavización, el ecocidio y la ruina total.
¿Qué conclusiones pueden extraerse en un mundo hecho de huesos y metáforas huecas? Un mundo de finales fetiche calculados en medio de ficciones colectivas con virulentxs espectadorxs. Desde libros religiosos a entretenimiento de ciencia ficción, cada una de las líneas temporales se construyen de manera predecible: inicio, nudo y -por último- El Final.
Inevitablemente en estas narrativas hay unx protagonista luchando contra unx Otrx Enemigx (una típica apropiación de la espiritualidad afro-haitiana lo llamaría “zombie”); y -¡ojo spoiler!- esx protagonistx no eres ni tú, ni yo. Muchxs están impacientes por ser lxs últimxs supervivientes de este “apocalipsis zombie”.
Estas metáforas son intercambiables como lo son el zombie/otro, así como este apocalipsis. Estas metáforas vacías, esta linealidad, solo existe dentro del lenguaje de las pesadillas; son al mismo tiempo parte de la imaginación apocalíptica y su impulso. Esta forma de “vivir” – esta “cultura”- es una basada en la dominación que lo consume todo en su propio beneficio. Es un reordenamiento económico y político para encajar una realidad que se sostiene sobre los pilares de la competición, la propiedad y el control en búsqueda del beneficio y la explotación permanente. Profesa la “libertad” aunque su mera base está fijada sobre tierras robadas, y su estructura se erige sobre vidas robadas.
Es esta misma “cultura” la que siempre debe tener unx otrx enemigx para echarle la culpa, para reclarmarle, para agraviar, esclavizar y asesinar.
Unx enemigx subhumanx con quien ejercer -cualquiera y todas las formas de- violencia, ya que estas no son solo permitidas sino también esperadas. Si no hay unx Otrx inmediatx, se construye unx de forma meticulosa. Estx Otrx no está hechx de miedo; sino que es la destrucción de estx Otrx la que está guiada por el miedo. Estx Otrx se constituye de axiomas apocalípticos y miserias permanentes. Este extrañamiento, esta enfermedad(1) , tiene quizá su mejor síntoma en su estratagem más simple aquella que supone rehacernos silenciosamente: son sucixs, no son aptxs para la vida, son incapaces, son desechables, no son creyentes, son indignxs, están hechxs para nuestro beneficio, odian nuestra libertad, son indocumentadxs, son queer, son negrxs, son indígenas, son menos-que, están en nuestra contra… hasta que finalmente no existan más.
En este mantra de violencia que está en constante reformulación, se trata de o bien tú o ellxs.
Es el/la Otrx quien va a ser sacrificadx por el bien de una continuidad inmoral y cancerígena.
Es el/la Otrx quien es envenenadx, quien es bombardeadx, a quien se deja tranquilamente bajo de los escombros.
Esta forma de no ser que ha infectado todos los aspectos de nuestras vidas, que es responsable de la aniquilación de especies enteras, de la toxificación de los océanos, aire y tierra; de la deforestación y la quema de bosques enteros, de la encarcelación en masa, de la posibilidad tecnológica de una guerra que acabe con el mundo, de aumentar la temperatura a escala global.. estas son las políticas de muerte del capitalismo. Es pandémico.
Un final que ya se vio antes
El colonialismo es la invasión física, mental, emocional y espiritual de nuestras tierras, cuerpos y mentes para colonizar y explotar. Los barcos partieron con vientos venenosos y mareas sangrientas a través de los océanos, empujados por un débil aliento y un impulso esclavizador. Millones de vidas fueron extinguidas poco a poco antes que pudieran siquiera nombrar a su enemigo. 1492. 1918. 2020…
Sábanas de guerra biológica (2), la matanza de nuestro pariente el Búfalo, el daño a los ríos dadores de vida, la quema de una tierra inmaculada, las marchas forzadas, el encarcelamiento regulado por tratados, la educación coercitiva a través de abuso y violencia.
El día a día en este tiempo de postguerra -de postgenocidio- ofrendando la humillación psocolonial de nuestro lento suicidio en masa al altar del capitalismo. Trabajo, ingresos, pagar la renta, beber, coger, alimentarse, pensionarse, morir. El día a día está al borde del camino, es vender en los mercados indios, servir copas en el Casino, reponer mercancía en el Bashas (3)… es lindo tener algunxs indixs atrás tuyo.
Esto son los dones y regalos del apestoso Destino manifiesto (4), ese es el imaginario futuro del que nuestros captores querían que formáramos parte y que ayudáramos a perpetuar. La imposición sin piedad de este mundo muerto fue guiada por una utopía ideal con forma de osario(5), fue por “nuestro propio bien”, un acto de “civilización”.
Matar al indio, matar nuestro pasado y con ello, nuestro futuro. Salvar al hombre, imponiendo otro pasado y con ello otro futuro. (6)
Estos son los ideales apocalípticos de abusadores, racistas y heteropatriarcas. La fe ciega doctrinal de aquellos que solo pueden ver la vida a través de un prisma, un caleidoscopio fracturado de guerra total y sin fin.
Es algo apocalíptico que coloniza nuestros imaginarios y destruye -al mismo tiempo- nuestro pasado y futuro.
Es una lucha para dominar todo significado y existencia humana.
Ese es el futurismo del colonizador, del capitalista. Es todo futuro que alguna vez robó el saqueador, el instigador o el violador.
Esto siempre fue entre existir o no. Es el apocalipsis, actualizado. Con la única certeza de un final de muerte, el colonialismo no es otra cosa que una plaga .
Nuestrxs ancestrxs entendieron que esta forma de ser no admite razonamiento o negociación. Que no puede ser mitigada ni redimida. Entendieron que lo apocalíptico solo existe como absoluto.
Nuestrxs ancestrxs soñaron contra el fin del mundo.
Muchos mundos vinieron antes que este. Nuestras historias tradicionales están estrechamente urdidas con el tejido del nacimiento y el fin de los mundos. A través de estos cataclismos hemos aprendido muchas lecciones que dieron forma a quienes somos y cómo debemos ser unxs con otrxs. Nuestras formas de ser están construidas con la búsqueda de armonía a través de (y a partir de) la destrucción de mundos. Lo elíptico. Nacimiento, Muerte, Renacimiento.
Tenemos un número indeterminado de historias del mundo que son parte de nosotrxs. Es el lenguaje del cosmos, se habla de ello en profecías esculpidas en las cicatrices donde nuestrxs ancestrxs soñaron. Es la danza del fantasma, los siete fuegos, el nacimiento del Búfalo blanco, la séptima generación, los cinco soles, está escrito en una piedra cerca de Oraibi y más allá. Estas profecías no son sólo predicciones, sino que han sido también diagnósticos e instructivos.
Somos lxs soñadorxs que soñaron nuestrxs ancestrxs. Hemos cruzado todos los tiempos entre el aliento de nuestros sueños. Existimos al mismo tiempo con nuestrxs ancestrxs y con las generaciones por venir. Sostenemos nuestro futuro en nuestras manos. Es nuestra mutualidad y nuestra interdependencia. Es nuestro pariente. Está en las arrugas de nuestras memorias, plegadas con suavidad por nuestrx ancestrxs. Es nuestro tiempo de sueño colectivo y es Ahora. Entonces. Mañana. Ayer
La imaginación anticolonial no es una reacción subjetiva ante los futurismos coloniales, más bien se trata de un futuro anticolono. Nuestros ciclos vitales no son lineales, nuestros futuros existen sin un tiempo. Es un sueño no colonizado.
Este es el antifuturo indígena
No estamos preocupadxs por cómo nuestrxs enemigxs nombran su mundo muerto o cómo admitirán o nos reconocerán estas tierras. No nos preocupa
No estamos preocupadxs con rehacer sus formas de mantener control y honrar sus muertos, sus tratados o sus acuerdos. Ellxs no se sentirán obligados a detener esta destrucción de su mundo que tanto predican. No les suplicamos acabar con el calentamiento global, pues es la conclusión de su imperativo apocalíptico y aquello sobre lo que su vida está construida. La muerte de la Madre Tierra. Enterramos juntas el ala derecha junto a la izquierda en esa tierra que están tan hambrientos de consumir. La conclusión de la guerra ideológica de la política colonial es que los pueblo indígenas siempre pierden, a no ser que nos perdamos a nosotrxs mismxs. Los capitalistas y los colonizadores no nos guiarán hacia sus futuros muertos.
La idealización apocalíptica es una profecía autocumplida. Es el mundo lineal muriendo desde adentro. La lógica apocalíptica existe dentro de una zona muerta tanto espiritual, mental como emocional; una zona que se canibaliza a sí misma. Son lxs muertxs resucitadxs para consumir toda vida.
Nuestro mundo vive cuando el suyo deja de existir.
Como antifuturistas indígenas, somos la consecuencia de la historia del futuro del colonizador.
Somos la consecuencia de su guerra contra la Madre Tierra. No permitiremos que el espectro del colonizador, los fantasmas del pasado, embrujen las ruinas de este mundo. Somos la actualización de nuestras profecías.
Esta es la re-emergencia del mundo de los ciclos.
Esta es nuestra ceremonia.
Ante los cielos en silencio el mundo respira de nuevo y la fiebre desaparece.
La tierra está tranquila. Espera que la escuchemos.
Cuando hay menos distracciones vamos al lugar del que nuestrxs acenstrxs surgieron.
De donde salió su/nuestra voz
Aquí hay una canción más vieja que el mundo mismo, una canción que sana más profundamente de lo que ninguna espada del colonizador podría haber cortado.
Y allí, nuestra voz. Siempre fuimos sanadorxs. Esta es la primera (7) medicina.
El colonialismo es una plaga, el capitalismo una pandemia.
Estos sistemas son anti-vida, no se sentirán obligados a curarse.
A estos sistemas enfermos y corruptos no les permitiremos que se recuperen.
Nos propagaremos.
Somos los anticuerpos
Ps.: En nuestro pasado/su futuro fueron los ataques no-lineales y no-sistemáticos a las infraestructuras críticas más vulnerables (gas, corredores de transporte, plantas eléctricas, sistemas de comunicación,etc.) los que convirtieron al colonialismo en algo imposible en estas tierras.
- Nuestra organización fue celular, no requirió movimientos formales.
- Las ceremonias fueron/son nuestra liberación, nuestra liberación fueron/son nuestras ceremonias.
- Honramos nuestras enseñanzas sagradas, a nuestrxs ancestrxs y a las generaciones por venir.
- No pedimos reconocimiento por nada. No hicimos comunicados. Nuestras acciones eran nuestra propaganda.
- Celebramos la muerte de la solidaridad de izquierda y su miope romanticismo apocalíptico.
- No pedimos nada a los capitalistas/colonizadores.
Notas
1 Para los nativoamericanos la enfermedad del wétiko (o weitko, como le llamó el psiquiatra R. D. Laing al tomar la idea del pensamiento nativoamericano) se trata de la enfermedad del alma y el espíritu del hombre blanco europeo, tal como lo describió en 1978 Jack Forbes, pensador nativoamericano, en su libro Columbus and Other Cannibals. Para Forbes “Esta afección, esta psicosis wétiko (caníbal), es la mayor enfermedad epidémica conocida por el hombre (blanco)” y se caracteriza por el consumo de otros seres humanos, por ello el wétiko es un canibal, un depredador, “es el consumo de la vida de otro para su propio propósito o beneficio privado.” , Tomado de https://unsettlingamerica.wordpress.com/tag/wetiko/, consultado 26 de marzo del 2020 [Nota de las traductoras]
2 Se refiere al regalo o intercambio de sábanas contagiadas con viruela u otras enfermedades contagiosas traídas de Europa [Nota de Traducción]
3 Cadena de supermercado originaria de Arizona [Nota de Traducción]
4 La doctrina del Destino manifiesto es una frase e idea que expresa la creencia en que los Estados Unidos de América es una nación destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Wikipedia. [Nota de Traducción]
5 En el original se refieren a Charnel House/ Casa de Charnel es el lugar donde descansan los restos generalmente exhumados de la persona muerta, en sentido figurado se utiliza como frase para referirse a un lugar relacionado con la muerte violenta, el hogar de un asesino en serie o donde han ocurrido asesinatos macabros.
6 Kill the indian, save the man (Matar al indio, salvar al hombre) fue una frase atribuida a Richard Henry Pratt, oficial del ejército creador de la escuela Carlisle, la primera boarding school (similar a un internado afuera de las reservas). [Nota de Traducción]
7 En original First se refiere a primera y originaria al mismo tiempo. [Nota de Traducción]
**La forma “neutra” del inglés se ha traducido con “x” para no marcar género, excepto en el caso de colonizadores/violadores/capitalistas que está traducida en masculino.
Traducido por M. Delcan (Pensaré Cartoneras/ La Reci, Chiapas, México) [email protected]
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Este texto forma parte de un librito llamado “Todo lo que nos queda es (el) ahora. Textos con corazón y dingidad sobre la pandemia de nuestro tiempo” editado en marzo 2020 por La Reci.
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Fotografía: PENSARECARTONERAS.