Por Güris J. Fry. ECO’s Rock. 5 de febrero de 2022
Kinder Des Kalifats
Los Hijos de la Yihad (Talal Derki, 2017)
Brutal, cruento y pasmosamente natural resulta el documental de Talal Derki. Pieza fundamental que logra el objetivo primordial de todo buen documental: ser un atisbo a aquello que circunda y compete al mundo en que vivimos, a nuestra naturaleza humana, a los límites que nos otorga la formación; vista esta como educación -ya sea desde la arista académica o bien desde el adiestramiento. Y es que sin filtros de por medio, el trabajo del realizador sirio deja sin barreras el espacio que existe ante su cámara y los lazos familiares que existen en los solados radicales de la Yihad. De manera vivencial, este ejercicio nos lleva de la mano por todas las decisiones que han de tomarse en el introspectivo mundo de aquellos que han decidido formar parte de una guerra autoproclamada como santa. De frente, y sin tapujos, nos colocamos ante la cotidianidad que existe entre los nombrados “Soldados de Dios”.
Entramado de retornos, de reanudaciones y hasta cierto punto de reivindicación; entendida esta desde la observación, desde las exploraciones de los medios y las formas. De siluetas que no justifican, pero sí delinean un marco de lógica, la lógica del extremismo, de las sombras en que se convierten los deseos paternalistas por continuar las tradiciones. Anhelos y sentimientos que se entremezclan creando claroscuros para quienes estamos frente a la pantalla pero que no logran develar la contraparte de sus actos a aquellos que están siendo retratados con una franqueza que termina por ser devorada por el terror… Todo lo opuesto, las consecuencias mismas de su búsqueda terminan por ser el combustible que da continuidad a la llama; el empecinamiento como la verdadera fortaleza, la pasión como disciplina y el dolor y el odio como herencia que no debe perderse entre las arenas de la historia.
El encadenado es simple pero al mismo tiempo mordaz y venenoso. Después de un largo tiempo fuera de su país natal, Talal Derki retorna a Siria logrando obtener acceso ilimitado a una de las aldeas donde se congrega el Frente Al-Nusra, brazo militar de dicha nación para Al Qaeda. Durante dos años habita ahí cobijado por la familia de Abu Osama, un pertinaz luchador de este grupo terrorista que insta a sus hijos a seguir sus pasos, a entregar su vida a la causa; a la incomprensión de esta bajo la falta de un justificante mayor que el amor a él mismo, el jefe del núcleo social, pero sobre todo a su procreador divino; dador de sustento y existencia. De esta forma, Derki divide inteligentemente su película en dos unidades muy claras pero que no dejan de encontrarse durante el metraje: paralelismos que corroen destinos. Por un lado, tenemos a Abu Osama realizando las actividades propias de su puesto: desactivar bombas en los acampados, otrora sitios de batalla. Por el otro tenemos a su hijo mayor, que debe comenzar ya su preparación marcial. De esta manera, las razones tergiversan los tiempos; la labor de Derki nos hace capaces de observar el ciclo completo de todos estos combatientes. Unidades que no atraviesan, sino que deambulan por un circuito tan peligroso como honorable. Las perspectivas aquí no se justifican, el objetivo claramente no es brindar explicación alguna, no se castiga ni se alaba, tan solo se muestra este rincón desde una arista a la que tan pocas ocasiones tenemos acceso.
Al final, Los Padres e Hijos de la cinta de Talal Derki se proyectan en inocencias negadas, que existen pero se pierden frente a nuestros ojos. En orgullos desmedidos que van más allá de una mutilación, en el garbo y el fanatismo que ensombrece toda ruta ajena; al parecer solo existe un camino por el cual andar, por el cual seguir buscando una libertad confundida con y por autodeterminación. Lagrimas que no deben tocar el suelo, ni siquiera existir… Odio y amor amalgamados en una formula que ha cedido a una presión mundial de décadas que lejos de la examinación, se prejuzga. Conflictos de intereses al que el globo da la espalda debido a una conveniencia de poderío y riqueza. El documental de Derki nos explota en la cara, nos expone de manera tajante otras normativas sociales; nuestra naturaleza es mucho más compleja y diversa de la que los grupos oligárquicos deseosos de control total nos hacen creer. Y es que acaso nunca maduramos, no, más bien nos mantenemos perennemente en una especie de duermevela entre la inocencia y el adolecer. Cuando los juegos son mas encarnizados y no logramos ver el mal en ellos. Entre tantos, claro, la guerra como un vil divertimento infantil en el que participamos simple y llanamente por pertenecer. Sin saber que en realidad nadie puede ostentar la verdad y la razón.

Los Hijos de la Yihad de Talal Derki
Calificación: 3.5 de 5 (Excelente)
Fuente:
https://www.facebook.com/100036159626395/posts/600440481171267/?d=n
Fotografía: Amazon Prime