Por Güris J. Fry. ECO’s Rock. 7 de diciembre de 2024
Uçurtmayi Vurmasinlar/Don’t Let Them Shoot the Kite (Tunç Basaran, 1989)
La sencillez y la energía no están para nada contrariadas en la narrativa fílmica, bien utilizadas pueden llegar a ser una portentosa combinación de piezas que edifiquen una disertación mayúscula; tal es el caso del drama realizado por el director turco Tunç Basaran a finales de los ochenta. En este encadenado las fuerzas descritas no sólo se apoyan y apuntalan, sino que hacen uso de una sobriedad infranqueable donde converge la ternura y el discurso sociopolítico. La mixtura que se logra es un lienzo reflexivo sobre la adaptación individual y el apoyo colectivo, el aprisionamiento y la liberación como una expresión ambivalente; la lucha por la tranquilidad y el deshago por la dicha y la buena ventura. Y todo ello bajo la franca óptica de la inocencia y el candor infantil.
Basado en el texto original de Feride Çiçekoğlu -compuesto a través de experiencias propias- el encadenado nos confina a una pequeña prisión de mujeres donde comparten experiencias, todo tipo de personalidades, destrezas, costumbres y edades. Un pequeño cosmos femenino que entre líneas desenvuelve causas y atisba consecuencias como señuelos de una vida que se encuentra fuera de esos muros y que sólo se puede imaginar observando hacía el azul del cielo; promesas de un vuelo simbólico que no sólo le otorga el título a la trama, sino que sostiene la metáfora que abrevia el encadenado de las acciones. Es así, entonces, como sobre matices bien delineados podemos llegar a entender las arbitrariedades de un sistema de justicia que, si bien pertenece a una región muy específica en el globo y el tiempo, a nadie se le podrá a ser ajeno. Es en el interior de esas paredes que habremos de encontrarnos con mujeres encarceladas por formar parte de una riña pública, señaladas por sus maridos como culpables de un crimen o trasiego que ellos cometieron -cual monedas de cambio- o bien ejercer la prostitución o simplemente ir en contra del sistema. ¿El ancla que las abreva? Un pequeño niño que vive con su madre dentro del presidio y que se ha encariñado de una joven prisionera política.
Es, pues, a través de esta amistad que se da entre lo inmaculado y lo inicuo que el anecdotario se va presentando a través de las grises y apagadas jornadas de este grupo femenino que brega y persevera, que se sostiene y se rige a través de un orden y un sistema que les permite sentirse libres pero sobre todo, que se autopresentan y proyectan como un mundo con esperanzas al cual el pequeño –que libremente anda entre ellas– pueda asirse. La certeza cuál espectro colectivo que les abraza en la amargura, el desconsuelo y los pocos momentos de jovialidad y bienestar: el vigor que tengan por ofrecer es un obsequio para sus propias convicciones.
Narrada con analepsis y cuasi epistolar, esta producción de bajo presupuesto reclama su puesto dado el empuje manifiesto en sus ideales; mismos que circundan en conceptos que (fuera del revanchismo) apuntan con garbo a la pacificación a través de la reconciliación y el entendimiento de agendas, creencias y doctrinas opuestas y oponentes. Su avance es orgánico y natural, sin aspavientos ni expresiones alarmistas o melodramáticas. Su situación queda clara desde un inicio; seguir creyendo que un mundo es posible, que siempre lo será. Y es que, si no fuera así, ¿aún podríamos encontrar algo de fe cuándo abrimos los ojos para reconocer el mundo y maravillarnos con esos pequeños actos que nos hacen sentir humanos y libres?
Don’t Let Them Shoot the Kite de Tunç Basaran
Calificación: 3.5 de 5 (Muy Buena).
Fuente: https://www.facebook.com/share/p/q2aFMKDFhNdRVDek/?mibextid=WC7FNe
Fotografia: Plex TV