Por Güris J. Fry. ECO’s Rock. 1 de septiembre de 2018
Almost Famous/Casi Famosos (Cameron Crowe, 2000)
Autobiográfica, cuasi ofuscada e insistente, esta cuarta cinta de Cameron Crowe resulta su segundo y hasta la fecha último alegato plenamente musical (el primero Singles, 1992); capricho obvio de los parajes sonoros que le brindaron cobijo y adultez. Delirante en su hondamente detallista camino de aventuras, el ruedo al que se encara el director no es sólo el de los demonios pretéritos de los cajones privados de su alcoba, sino los de toda una generación y el imaginario colectivo que se ha ido creando bajo el cobijo de su herencia. La eficiencia y honestidad con que se logra construir el filme resulta de una manía tal que el uso de la nostalgia durante el entramado en vez de terminar como una vendimia es una manifiestación que envuelve todos los aspectos audiovisuales de la obra; atmósfera activa y vivencial que nos retiene no sólo en la escena musical que engloba la obra sino en los propios problemas que brinda la pubescencia y la búsqueda de carácter e identidad.
Basada en un bestial anecdotario personal, el seguimiento a plena lectura es sencillo: un adolescente amante del Rock y con brios de periodista se hace pasar por adulto –engañando a la Rolling Stone– para obtener la consigna de seguir la gira de una banda emergente. El camino que se inicia en base a esta mentira es uno de despertares; de perdida de inocencia y apertura de conciencia para todos los involucrados; los velos que caen y van cayendo durante el recorrido no hacen sino enfocar la luz en los punzantes recovecos de la vida y sus elecciones futuras: madurez. La relación obligadamente contractual de agrupación y crítico se complica ante la naturaleza multiplicada de la familia que acompaña y construye todo el engranaje de la industria musical: gestores, fanáticos, groupies, managers, miembros de otras bandas y un largo etcétera. Pero no sólo eso, la propia madre de nuestro protagonista forma a la distancia parte de la misma tensión que retuerce el objetivo de un proyecto que se torna cada vez más inviable; la redacción del texto pedido: la reseña desde una mirada objetiva sobre las vivencias y actuaciones en el trajín de los días de quienes, de a poco, se irán convirtiendo en parte de su vida… El amor incluso hace su intromisión con paquete completo: obsesiones, celos, traiciones y drásticas llamadas de atención.
Sobre un soporte adornado con Rock Clásico, centrada en un periodo que siempre ha sido visto como el trágico final de una era, el campo emotivo de la cinta se balancea acomodadamente entre las pasiones de los involucrados y las interconexiones que hay entre sus propios criterios. Su revisión permite amenidad gracias a un terso sentido del humor y momentos impactantes que fácilmente se quedan grabados en la mente debido a que el ritmo impuesto por su estable guión sabe donde colocar dichos acentos; brillos donde los excesos son causa o consecuencia, impulso o reflexión, y donde el socorro es dado para que la armonía abrace tanto fuera como adentro de la pantalla. Apoyada por un generoso reparto de advenedizos actores, la cinta se realza y genera una naturalidad que nos hace implicarnos de lleno con sus temas, no sólo los musicales sino los íntimos conflictos de auto-inspección que nos hacen hallar el ruedo en el que combatiremos sin cuartel o final por nuestros más profundos deseos, sueños y aspiraciones. Con la sumamente dispuesta fotografía de John Toll al entorno de la década expuesta, eficaz y más que apta, el realizador entreteje la vida interna de una gira de música popular. La cadencia pautada por los montadores Joe Hutshing y Saar Klein son acompañados por una celebre selección de canciones escogidas por el propio director y tanto se pueden llegan a conocer nuevas melodías sobre la marcha, como también se pueden desconocer y rearmar otras tantas en el gusto por el nuevo concepto donde son integradas.
Casi Famos, pues, retrata ese periodo de ingenuidad al que todos nos abonamos en algún momento de la vida, aquel donde el mundo parece ser demasiado pequeño, sencillo y manejable, pero que termina por ser una mandíbula abierta que habrá de revelarse tarde o temprano. Bajo el criterio real de los sueños, los mecanismos propios de la vida se dan paso entre el polvo que han ido dejando las ilusiones perdidas y las arbitrariedades que nos colocan en un presente que si bien es un poco más pesimista, en ocasiones nos permite mirar el pasado y sonreír por lo vivido y sonreír porque, quizá, en algún momento podamos de nuevo comenzar y ahora sí llegar hasta la meta: esperanza.
Casi Famosos de Cameron Crowe.
Calificación: 3 de 5 (Buena).
Fuente:
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Fotografía: alternativemovieposters.com