Por: Diana Cariboni. 14/12/2024
Entrevista: La activista Mariela Castro Flores relata a democraciaAbierta la lucha por los derechos en un estado muy conservador
La justicia reproductiva avanza en México, donde 19 de sus 32 estados han legalizado el aborto en las primeras 12 semanas. Pero la lista debería incluir a Chihuahua, una rara avis, donde el aborto es un derecho conquistado por las feministas en la justicia y un delito en el código penal.
Tres fallos judiciales, en respuesta a recursos de amparo colectivos promovidos por organizaciones feministas, ordenaron en febrero de este año al gobierno estatal brindar servicios de aborto en el sistema de salud pública, establecer protocolos y vías de acceso e informar a las mujeres sobre sus derechos.
También ordenaron al Congreso modificar el código penal para eliminar el delito de aborto – punto que sigue pendiente. Los tres amparos concedidos se basan en el fallo de la Corte Suprema mexicana que en 2021 declaró inconstitucional la criminalización del aborto.
Chihuahua, fronterizo con los estados de Texas y New Mexico en Estados Unidos, es uno de los más conservadores del país. Una investigación publicada este año por democraciaAbierta reveló que familias y empresas de Chihuahua entregaron a la red de desinformación antiaborto Vida y Familia AC (Vifac) más dinero que en ninguna otra parte del país.
Nuestro reportaje también expuso cómo Vifac penetra las instituciones estatales de Chihuahua, hace uso de recursos públicos y contraría la ley para crear grupos y programas de educación sexual basados en valores religiosos.
democraciaAbierta entrevistó a la activista feminista Mariela Castro Flores, que ha estado al frente de estas dos luchas en Chihuahua: el derecho al aborto y una educación sexual laica y basada en derechos para niñas, niños y adolescentes.
Castro Flores es vocera de Marea Verde Chihuahua – organización que apoya a las personas que necesitan un aborto y una de las que encabezó los recursos de amparo –, es investigadora de la Alianza por la Defensa del Estado Laico (Adela) y consejera consultiva del Instituto Nacional de las Mujeres, que se ocupa de políticas de género, derechos humanos e interseccionalidad.
Este es un extracto de la entrevista con ella.
democraciaAbierta: Ya son 19 los estados mexicanos que legalizaron el aborto hasta la semana 12. Y los recursos de amparo impulsados por Marea Verde Chihuahua, Red de Aborto Seguro Chihuahua, CHEROS, Morrxs Autónomxs y Abortistas Mx lograron este año la legalización de hecho. ¿Por qué esa lista no es de 20 estados, incluyendo a Chihuahua?
Castro: Es un caso raro, porque convive el aborto como un derecho por un fallo judicial y el aborto como un delito, por seguir en el código penal. Pero esta estrategia de litigio en Chihuahua fue la punta de lanza de otras. Yucatán lo hizo ante la Suprema Corte y Zacatecas ante un tribunal colegiado. [En ambos casos, fallos judiciales ordenaron a los congresos legislar; Zacatecas lo hizo el mes pasado]. Pero que las autoridades estén obstaculizando su cumplimiento también sucede en estados donde la despenalización se dio de manera legislativa.
El fallo judicial en Chihuahua establece normas específicas, ordena que se dé el servicio con los más altos estándares médicos y de acuerdo a toda norma de derechos humanos. No es algo que apenas se vaya a construir, como sucede en otros estados donde se consiguió la legalización en los congresos, y donde cualquier cosa se convierte en un pretexto para negar el acceso. Acá con un fallo judicial das el servicio sí o sí. Eso me parece una diferencia sustancial entre la legislación y la vía judicial.
Seguimos trabajando para traducir el fallo en acciones concretas con las autoridades de salud. Estamos en ese camino de acompañamiento de litigio jurídico. Y a las personas que se acercan se les dan las dos opciones, el aborto autogestivo y el acompañamiento en una clínica.
¿En qué consistieron los tres amparos conseguidos?
Habíamos abierto una ruta de litigio para la protección en la esfera jurídica de las solicitantes de aborto. Pero eran amparos de carácter personal. Cuando se otorgaba un amparo implicaba que solo esa persona que lo había promovido tenía la posibilidad de abortar en una clínica. Entonces, quisimos emular la vía del litigio estratégico que permitió, por ejemplo, el matrimonio igualitario en este país. Si los congresos se niegan a legislar, que sea la vía judicial la que permita avanzar.
El fallo de la Suprema Corte en un caso sobre Coahuila en 2021, que reconoce que ninguna mujer puede ser criminalizada por una decisión de carácter reproductivo, fue fundamental, y fue el que se utilizó como base para nuestros recursos de amparo de carácter colectivo.
El primero fue en febrero, pero lo dimos a conocer en mayo para presentar de manera más contundente los resultados junto con los otros dos fallos, uno de ellos específicamente para las personas no binarias y con capacidad de gestar.
Estos fallos son inapelables. ¿Qué implican para las autoridades de salud de Chihuahua?
Son obligatorios para todos los servicios de salud de Chihuahua. Si hay alguien que en algún municipio lejano solicite el servicio, las mismas instituciones de salud tienen obligación de hacerlo accesible, ya sea que la trasladen al hospital más cercano donde pueda ser atendida.
¿Sigue habiendo criminalización de mujeres por aborto?
No. De hecho desde antes de estos amparos, desde hace como cuatro años, luego de que la Corte Suprema emitió sus fallos, en Chihuahua no hay mujeres presas por abortar.
¿Cuál es el acceso efectivo al aborto?
Si hay negativas, no son del personal hospitalario, sino de las autoridades. Nosotras ya habíamos trabajado muchísimo y habíamos acompañado muchos casos hospitalarios por la norma 046 [que obliga a ofrecer servicios de aborto a todas las víctimas de violencia sexual en todo el país].
Fue un trabajo de hormiga para lograr que el personal médico se declarara objetor de conciencia desde el momento de la contratación. Porque había personal médico que se declaraba objetor al momento de tener que practicar un aborto por conveniencia, para conservar el trabajo y ser acorde a la ideología del gobierno de turno.
Tuvimos alianzas importantes; trabajamos mucho en conjunto para seguir los lineamientos del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
Ahora, para conseguir un aborto legal tenemos que hacer una solicitud al departamento jurídico de la Secretaría de Salud para que este le informe al hospital que tiene que proporcionar a esa persona un servicio de aborto. Y ahí es donde todo se pone de cabeza, porque el departamento jurídico, con dinero público, contrató a un bufete de abogados que, con un montón de artimañas, responde las solicitudes de aborto de manera negativa o las lleva a un plazo en que el aborto ya no se puede aplicar.
Nosotras, Marea Verde Chihuahua y Abortistas Mx, presentamos quejas y solicitudes para que se respeten los amparos. Por eso tenemos tan claro que la negativa no viene del personal hospitalario, que está sensibilizado y ofrece un trato adecuado, sino de las autoridades de salud y de la gobernadora Maru Campos.
Pedimos a través de la vía de transparencia que nos dijeran cuál era la ruta de implementación, y cuáles eran los hospitales de segundo nivel donde se podían realizar los procedimientos. Y la respuesta fue absurda, veintitantas cuartillas para decirme al final que se reservaban la información.
Una de las obligaciones del amparo es que tienen que dar difusión a los servicios, decirle a la ciudadanía que se proveen servicios de aborto seguro. Y no lo están haciendo. Ante esto, tenemos que priorizar, primero atender lo primordial, que es garantizar a las usuarias el aborto, y segundo hacer el acompañamiento jurídico.
¿Ustedes siguen apoyando a las personas que necesitan un aborto y si hay urgencia se hace por la vía de la autogestión con medicamentos?
Seguimos en el acompañamiento jurídico y de ofrecer la autogestión cuando es necesaria.
Cuando publicamos nuestra investigación sobre la financiación privada que recibe Vifac, comprobamos que Chihuahua era el estado donde obtenía más dinero y que allí Vifac había creado una asociación civil para impartir educación sexual y “valores” en el sistema público de educación. ¿Existe la educación sexual integral (ESI) en México?
La ESI está adoptada de manera muy adecuada, a partir de los más altos estándares en materia de derechos humanos, inclusión, reconocimiento de la diversidad, no solo la sexual, sino también la cultural y la religiosa.
Pero lo que también existe es la interferencia de grupos de padres de familia religiosos, organizados, que son conservadores y que se apoyan en políticos para favorecer ciertos proyectos. Lo que resulta controversial para ellos es el reconocimiento de la diversidad sexual, de las familias diversas y las infancias trans.
Pero hay gente radical en otros sentidos y que también es negacionista de la historia, no quieren que algunos hechos históricos no sean enseñados en la escuela.
¿Cuál fue tu batalla con relación a los programas educativos de Vifac?
En 2022, desde la Alianza por la Defensa del Estado Laico (Adela) terminamos una investigación, que publicó la revista Proceso, acerca del programa educativo de Vifac, Formando Corazones, que previamente se llamó Saber Amar.
Saber Amar era el programa educativo que se implementaba en las instituciones privadas desde 2012. A través de la financiación de la FECHAC [Fundación del Empresariado Chihuahuense, que administra un fideicomiso alimentado por una sobretasa al impuesto sobre nóminas], Saber Amar pasó a todas las escuelas ubicadas en los polígonos de pobreza de la ciudad de Chihuahua. La FECHAC ponía escuelas de tiempo completo donde hubiera comedores, donde las mamás podían mandar a los hijos e hijas en la mañana y que se los cuidaran mientras ellas trabajaban. Eran escuelas públicas, pero les daban el programa este de valores religiosos.
En la primera legislatura del exgobernador Javier Corral (2016-2021) autorizan recursos públicos a Saber Amar para operar en escuelas públicas de educación primaria, secundaria y bachillerato en el estado de Chihuahua.
Entonces agarran tantísima fuerza. Formando Corazones, creado en 2018 por Vifac en Chihuahua, reformula el programa con otro nombre; genera nuevos materiales educativos, guías didácticas y libros de consulta para todos los grados, preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. Y se crea una nueva asociación civil, que se llama también Formando Corazones y a través de ella siguen operando este programa educativo. Sabemos que son Vifac porque su cuerpo directivo y su consejo de administración son las mismas personas.
Hubo rechazo del personal docente y de responsables de familia en las escuelas primarias. Pero la Dirección de Educación Media estableció que sí entraran, y también dijo que sí la directora general del Colegio de Bachilleres de Chihuahua, Teresa Ortuño. Este programa, como decían ustedes en el artículo, promueve la castidad, la abstinencia y estereotipos de género.
Fue un trabajo de tres años hasta que logramos que se suspendiera el programa en 2022, mediante una opinión técnica de la Dirección de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública federal, que indicó que el programa violaba la Ley General de Educación y el principio del Estado laico, porque promovía valores de un tipo de religión como lo moralmente correcto y no reconocía la diversidad religiosa y filosófica que debe asistir a la educación laica.
Formando Corazones fue cancelada como asociación civil en 2022. En nuestra investigación detectamos otra organización creada por Vifac en Chihuahua, Yo Amo la Vida, que también se dedica a impartir este tipo de formación en escuelas.
Formando Corazones sigue existiendo como programa educativo. Yo Amo la Vida fue creciendo y se fortaleció porque está instalada en una región a la que llaman “el cinturón de castidad” de Chihuahua, cinco municipios colindantes muy conservadores. Yo Amo la Vida utiliza el mismo programa de Formando Corazones específicamente en esa región.
Además, Yo Amo la Vida se incorporó a los Grupos Municipales de Prevención del Embarazo Adolescente (GMPEA). Todos los municipios tienen que tener un GMPEA, integrado por sociedad civil, la academia y las instituciones públicas, que debe trabajar para erradicar el embarazo infantil y reducir el embarazo adolescente, para lo cual reciben fondos públicos para difundir derechos sexuales y reproductivos y educación sexual integral en todos los niveles, desde el preescolar.
Yo Amo la Vida ha sido un permanente obstáculo para los GMPEA. Estos grupos tienen que impartir capacitación sobre sexualidad para padres y madres de familia en la comunidad escolar, y tienen que operar todo el año. Pero los recursos federales aparecen solo por seis meses. Entonces, Yo Amo la Vida dice “Yo la doy”, pero reparte ese tipo de contenidos, valores religiosos y morales.
¿Las autoridades no controlan que eso no pase?
Es que se enquistan en las instituciones públicas ofreciendo esta clase de servicios, sobre todo en los municipios más pequeños a los que no llegan los servicios públicos. Entonces entran ellos de salvadores. “Nosotros lo hacemos”. Y se les acepta porque, con esos financiamientos a los que te refieres en la investigación, tienen cómo hacerlo.
Lo que hacen Vifac y sus diversos grupos y programas asociados es utilizar los espacios institucionales, creados para cumplir con políticas públicas de derechos humanos, para justamente hacer lo contrario. Y tienen alianzas con políticos conservadores.
¿En qué consistió la campaña de Adela para cancelar el programa Formando Corazones?
Nos pusimos a hacer un análisis hermenéutico de todos los materiales educativos que distribuían, y que no habían sido aprobados por la Secretaría de Educación federal, como manda la ley. Y vimos que la base conceptual prevenía de las encíclicas del papa Juan Pablo II.
Luego empezamos a ver que existía una percepción social positiva de Formando Corazones. Nos preguntamos por qué. La directora y algunos funcionarios del Colegio de Bachilleres decían que por su aplicación se redujo el embarazo adolescente en el ciclo 2018-2019.
A través de transparencia, pedí la estadística de los casos de embarazos adolescentes de años anteriores, cuando todavía no implementaban Formando Corazones, para comparar. Y también pedí la metodología que habían seguido, su base estadística y cuáles eran las medidas que tomaban cuando se presentaba un embarazo adolescente; cuál era el modelo de educación sexual integral que presentaban y a qué política pública se habían apegado.
En las respuestas quedó claro que no hicieron ningún tipo de investigación. Hubo embarazos que no se reportaron, y una de las estrategias era que a la joven que tuviera un embarazo evidente se la retiraba del plantel escolar, supuestamente con la opción de volver cuando ya no estuviera embarazada. Ahí descubrimos una vertiente de violación de derechos, porque se le negaba su derecho a la educación.
No había criterio cuantificable que pudiera explicar la relación de Formando Corazones con el supuesto descenso de embarazos adolescentes. Con estos elementos – un programa religioso que se basaba en encíclicas de Juan Pablo II, la comprobación de que el Colegio de Bachilleres mentía y violaciones al estado laico – empezó una campaña mediática para cuestionar a los funcionarios públicos.
Esto se acompañó de un exhorto de diputadas del Congreso federal dirigido a la Secretaría de Educación de Chihuahua, para que dejara de impartir programas religiosos en las escuelas públicas, y tres foros de análisis de cómo los fundamentalismos religiosos interfieren en la educación pública.
Finalmente logramos esta recomendación técnica, una orden de la Secretaría de Educación federal, para frenar ese programa en las escuelas.
[Ante la consulta de democraciaAbierta, Vifac Chihuahua admitió que Saber Amar fue su programa de educación sexual entre 2012 y 2018, cuando “se creó un nuevo programa para instituciones educativas, tanto públicas como privadas, de educación integral de la afectividad y sexualidad con el nombre de Formando Corazones.
“Dicho programa es totalmente laico basado en The National Sexuality Education Standards K-12 (de Estados Unidos)”.
En respuestas por escrito enviadas por correo electrónico, Vifac Chihuahua agregó: “Formando Corazones AC era una nueva asociación civil totalmente diferente, con otros objetivos, visión, misión y valores a los de Vifac”.
Formando Corazones, sostuvo Vifac, “contó con apoyo del gobierno del estado de Chihuahua para la concientización en la prevención de embarazo de adolescentes en los años 2018 y 2019. Formando Corazones AC se transformó en una editorial en 2022 y ya no opera como donataria autorizada”.
El grupo añadió: “A partir del año 2019 Formando Corazones no trabaja en el sector público” mientras “Vifac sigue comprometida en proporcionar apoyo integral a mujeres embarazadas en situación vulnerable, respetando siempre las normativas vigentes”.
Además, Vifac Chihuahua se distanció de Yo Amo la Vida: “Es una asociación civil completamente independiente, por lo que desconocemos sus actividades específicas”.
Las autoridades del Colegio de Bachilleres de Chihuahua que decidieron incluir el currículum de Formando Corazones y divulgaron la presunta caída del embarazo adolescente ya no están en sus cargos. Las nuevas autoridades no contestaron nuestro pedido de entrevista].
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Fotografía: Open democracy. Feminista mexicana Mariela Castro Flores