Por: Adolfo del Ángel Rodríguez. 23/06/2020
El anuncio de Esteban Moctezuma, titular de la Secretaría de Educación, el pasado – de junio, despertó mucha inquietud entre los docentes, ya que implica aumentar asignaturas a la labor docente, que de por sí ya es bastante, pues, como ellos mismos lo mencionan, no solo se trata de atender asignaturas de la currícula sino también de dar seguimiento a otros programas que operan a través de la escuela desde hace años, lo que implica destinar tiempo para ello y, aunque algunos solo se atienden en un solo momento en el ciclo escolar, hay otros que requieren seguimiento permanente.
Ante ello, es menester analizar por qué es la escuela la institución en donde se canaliza el tratamiento de problemas sociales, como los que ha dejado al descubierto la actual contingencia sanitaria, pues, tal como lo anunció Moctezuma Barragán el pasado 17 de junio, se delegará a la escuela el tratamiento de las siguientes problemáticas sociales:
- Vida saludable: (Higiene personal, higiene familiar y un programa de limpieza)
- Nutrición: (Buena alimentación de los niños)
- Temas nuevos en civismo y ética (Incluirá filosofía de los niños, y sobre el no consumo de sustancias tóxicas)
- Educación humanista: (Valores y cultura de paz).
- Activación física y deporte escolar.
Ahora bien, si observamos el abanico de las “nuevas asignaturas”, en realidad son temas que se han venido abordando de manera transversal a lo largo de la educación primaria, lo que se observa incluso en lo que se requiere como perfil de egreso de la educación básica en el Plan de Estudios 2011, cuyo rasgo número 8 dice: “Promueve y asume el cuidado de la salud y del ambiente como condiciones que favorecen un estilo de vida saludable y activo” y 2017, que el ámbito 9. Atención al cuerpo y la salud, menciona lo siguiente: “Reconoce su cuerpo. Resuelve retos y desafíos mediante el uso creativo de sus habilidades corporales. Toma decisiones informadas sobre su higiene y alimentación. Participa en situaciones de juego y actividad física, procurando la convivencia sana y pacífica”, por lo que abordarlos como asignaturas específicas implicaría solo dos cosas: segmentación de los aprendizajes y, por ende, recorte en los tiempos para la atención de las diferentes asignaturas.
Por otro lado, el anuncio del Secretario de Educación pretende también delegar a la escuela una responsabilidad social que no cabe en otro lugar, pues por lógica, en es donde se forma al futuro ciudadano; sin embargo, para su cumplimiento en la transformación social no toma cuenta los siguientes aspectos:
- La cuestión de la alimentación. Es un tema amplio, el cual no se puede reducir a la escuela.
Ya Elsie Rockwell (1997) mencionaba “La escuela cotidiana” que a la escuela se han lanzado infinidad de programas y que se dejaba poco tiempo para la enseñanza, lo que se viene a confirmar el día de hoy, pues para poder dar frente a este tema se debe tomar en cuenta, sobre todo, la cuestión económica, pues al reducir el tema a la escuela, se queda de lado la mejora de los sueldos, pues es sabido que la mayoría de la población consume para sobrevivir, no se puede dar el lujo de variar su alimentación como lo dicta el Plato del Bien Comer; por otro lado, se olvidan las restricciones a las grandes empresas para que operen con ingredientes legales para la elaboración de la infinidad de productos que se venden empaquetados, como lo es el glutamato monosódico, podría causar desórdenes neurológicos como migrañas, ataques, infecciones, ciertos tipos de obesidad, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Huntington (entre muchas más). Dicha situación llega incluso al campo, en donde también se observa que, regidos por intereses económicos, quienes se encargan de la cría de animales para consumo humano, hacen uso de sustancias indebidas para invertir menos tiempo en su crianza y
poder tener mayores ingresos. - La educación pública. Este es un tema que debería analizarse mejor, ya que de igual manera, la educación pública se ha reducido a la escuela. La responsabilidad de tal categoría debería ser más amplia, abarcando todo lo público, pues la sociedad que tenemos ha sido educada por los medios masivos de información, a quienes realmente se les atiende y no a la escuela, pues como lo hemos visto recientemente en las redes sociales, hay memes que mencionan del doble discurso que se vive en la escuela: la maestra que impartirá “alimentación saludable” pidiendo que le detengan su “coquita” y su torta, lo que de alguna manera demuestra el éxito del marketing sobre la educación.
- Reducir esos temas a asignaturas es simular su atención si se pretende que surta efecto en el grueso de la sociedad, ya que si algo nos ha enseñado el tratamiento de temas como asignaturas es que solo se busca abarcar ciertos propósitos sin que se vaya a más, puesto que la finalidad última es obtener buenas calificaciones, situando los logros a corto plazo, los cuales deben ser medibles, por supuesto, en escalas de alcance para pasar a otro nivel. Además, dichas asignaturas, para que en verdad sean viables, deben ser apoyadas por el contexto en el que se desenvuelve el ciudadano, por ejemplo, no podemos promover una alimentación saludable cuando la realidad promueve el consumo de productos chatarra o cuando las condiciones económicas de las familias no les permite acceder a alimentos variados para tener una dieta balanceada.
- Reducir su atención a la educación básica es justificar que los temas mencionados, como lo es la alimentación saludable y sus terribles consecuencias están siendo atendidas por una instancia de gobierno.
En resumen, educar en los temas que propone Moctezuma Barragán va más allá de implementarlas como asignaturas en la escuela, como por ejemplo, dejar de privilegiar el futbol como deporte único en el país o dejar de promover libros que no aportan nada a la cultura, además de facilitar el acceso a muchos otros que ayuden a una buena formación de los niños, adolescentes y jóvenes, por lo que si no se abordan como temas transversales también fuera de la escuela solo resultarán en más trabajo para los maestros dentro de los planteles educativos.
Fotografía: Corporación Comunicativa Ojeda.