Por: Ricardo Antunes. Rebelión. 12/07/2019
En las últimas décadas, la difusión de la tecnología de la información, la automatización industrial y otras innovaciones han inspirado visiones de una próxima “sociedad de servicios postindustrial”, en la que el proletariado, tal como existía en épocas anteriores, desaparecería efectivamente. Sin embargo, incluso un estudio superficial de la realidad de los mercados laborales globales contemporáneos desmiente este mito. El surgimiento de una nueva clase de trabajadores educados y asalariados en los campos de alta tecnología se basa en la creciente invisibilidad de los trabajadores empleados en sectores y entornos que van desde centros de llamadas y telemercadeo hasta hoteles y empresas de limpieza para minoristas, comida rápida y servicios de cuidado a enfermos y mayores. La gran mayoría de estos trabajos son precarios de una manera u otra: estacionales, a tiempo parcial, temporales, informales o independientes, con poca o ninguna seguridad o beneficios. Un ejemplo emblemático es el contrato de hora cero, una forma perversa de empleo que prospera en el Reino Unido y en otros lugares. En lugar de trabajar un número fijo de horas o turnos, los empleados de hora cero deben permanecer perpetuamente a disposición de sus jefes, esperando una llamada. Una vez que reciben esta llamada, se les paga sólo por el tiempo que realmente trabajan, y no por el tiempo (días, semanas, incluso meses) que pasaron esperando. Las empresas de tecnología de la información, en particular, han adoptado este método de flexibilización completa del trabajo, que sirve de inmediato para hacer que los trabajadores estén continuamente disponibles para la explotación y para normalizar aún más el régimen de precariedad, dejando a los trabajadores con menos protecciones.
LEER EL LIBRO COMPLETO PULSANDO AQUÍ.
Fotografía: Diario la capital